Claves para armar una cartera de inversión en el inicio de 2022
Ante la falta de certezas, el inversor sale a refugiarse en el dólar, un comportamiento que se repite en los argentinos, en momentos de tensión. Las alternativas en el mercado de acciones.
Estamos viviendo jornadas intensas, en las cuales, ante la falta de certezas, el inversor sale a refugiarse en el dólar, un comportamiento que se repite en los argentinos, en momentos de tensión. Esto tiene que ver con que se está esperando una respuesta por parte del gobierno en lo que hace a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Si en enero todavía no se despejan estas dudas, podríamos seguir viendo un escenario similar al actual o peor, ya que el paso de tiempo sin definiciones, seguramente irá poniendo más nerviosos a los inversores.
En lo que refiere a rendimientos de 2021, hay un campeón y es el mercado accionario. Claro que no todos los papeles, pero algunos, como Transportadora de Gas del Norte, Mirgor y Pampa Energía, han subido más de 100% en pesos y comparados contra la inflación, fueron grandes victoriosos; junto a los activos que ajustan por CER, que mostraron también una muy buena performance, ubicándose como subcampeones en el podio. Dentro de este último universo, destacamos por ejemplo los Fondos Comunes de Inversión (FCI). En PPI, tenemos un supermercado enorme, con rendimientos que cerraron el año entre 50%-60%. Son vehículos muy interesantes, porque tienen liquidez y se rescatan en 48 hs., con un desempeño muy noble frente a la inflación.
En qué invertir en 2022
Bajo el actual escenario, a la hora de armar una cartera de inversión para el inicio de 2022, apuntaría a algunas acciones puntuales, como las del sector bancario y energético, junto a una porción de activos CER, predominando ante los Dólar Link.
Lógicamente, viendo cómo cerró la inflación en 2021 y considerando alguna suba de tarifas, el IPC seguiría en niveles altos, por lo cual pararse en CER nos va a proteger. Si algún inversor quisiera inclinarse por la suba del tipo de cambio oficial, también podría asignar una pequeña porción de su cartera a los instrumentos Dólar Link, en donde nuevamente como un buen vehículo para hacerlo, recomendamos los FCI.
Si nos vamos a la renta fija en dólares, para aquel inversor con coraje y apetito por el riesgo, hay bonos -como los Globales- en precios muy interesantes, con más margen de suba, que, de baja, dadas las paridades que presentan (en el orden del 34%). Me atrevo a decir que si se cierra el acuerdo con el FMI -incluso no siendo el mejor de los acuerdos- hay potencial de suba en este terreno, insistiendo, una vez más, que se trata del inversor agresivo.
Con relación a las acciones, en los papeles energéticos habrá oportunidades si se cumple la hipótesis de un descongelamiento tarifario, ya sea con YPF o con las transportadoras, que están esperando ajustar sus precios a partir de marzo. Se trata de un sector que podría tener mucho potencial, aunque lógicamente dependerá de la coyuntura argentina.
Por otra parte, los activos a nivel internacional son una gran incógnita, en medio de la suba de tasas que afecta a la renta fija y con una inflación en USA que lleva más de 6 puntos en el último año. Es un gran desafío; tal vez requiera mirar aquellas compañías de sólido balance, para que, frente a una suba de tasas, el inversor pueda refugiarse en esos papeles. Hablamos de un escenario muy difícil y el año que viene, la película será larga también, con la variante Ómicron en el centro de escena (al menos, en el comienzo del año).