Entrevista exclusiva al vocero del ejército israelí y recorrido para Data Clave minutos después del ataque de Hamas
Mano a mano con Roni Kaplan, desde la ciudad Ramat Gan, tras un nuevo ataque de la organización terrorista. Recorrida por los edificios civiles bombardeados. ¿Cómo funciona el escudo de hierro y cuántos muertos evitó? El origen de la tensión y cómo puede escalar. “No es un conflicto entre Israel y el pueblo palestino, es un conflicto con una organización terrorista”, asegura.
“Disculpame ahora no te puedo atender. Estoy en el terreno y están cayendo cohetes en estos momentos. Llámame en cinco minutos”. Roni Kaplan es uno de los voceros de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y desde hace 24 horas estamos tratando de coordinar una entrevista para Data Clave. Cuando consigo hablar con él esta mañana de sábado en la Argentina se ha producido en Israel un nuevo ataque con cohetes desde la Franja de Gaza, que impactaron en una ciudad cercana a Tel Aviv, en una zona de edificios de departamentos.
Durante el viernes intercambiamos varios mensajes con Roni, un uruguayo nacido en Montevideo, que emigró a Israel en 2003 y que prestó servicios durante diez años en el ejército de Israel. Tiene el grado de capitán y ahora forma parte de las reservas y se encarga de hablar con los medios de todo el mundo, sobre todo los de habla hispana, como portavoz de las FDI.
“Ahora estoy volviendo a casa, después de varios días en el terreno. Quiero estar un rato con mis hijas. Tratemos de hablar dentro de cinco o seis horas”, pide Roni durante la tarde del viernes 14 en la Argentina. Cuando le vuelvo a escribir cerca de nuestro anochecer, aparece como fuera de línea en Whatsapp. Pero este sábado finalmente me contesta y la entrevista cobra otro valor porque hablamos después de un nuevo ataque con cohetes de Hamas, a la que describe como una organización terrorista que busca la desaparición lisa y llana del Estado de Israel. ”No es un conflicto entre israel y el pueblo palestino. Es un conflicto con una organización terrorista como es Hamas”, asegura.
Cuando Kaplan se conecta a la reunión de Zoom a la que lo invité, se encuentra en la ciudad de Ramat Gan, muy cerca de Tel Aviv, la capital de Israel. Vestido con ropas militares y un casco me muestra desde su celular las imágenes de los destrozos que provocó la caída de un misil un rato antes. Veo desde la comodidad de mi casa escombros y autos destruidos. “Estamos en el centro, en el corazón de Israel, en la ciudad de Ramat Gan. Cayó un cohete aquí y yo vi por lo menos un muerto salir”, informa el capitán israelí.
Ramat Gan forma parte del distrito de Tel Aviv, tiene más de 100 mil habitantes, y según Wikipedia la ciudad es sede de una universidad, de la asociación de fútbol de Israel, de centros médicos y alberga además a una de las bolsas de diamantes más grandes del mundo. Kaplan quiere mostrar que el ataque fue contra una ciudad donde no hay una guarnición militar, sino que se trata de una zona donde viven civiles, víctimas de los ataques con cohetes.
Kaplan precisa que Ramat Gan se encuentra apenas a un kilómetro de Tel Aviv, y que en toda la zona viven unos cuatro millones de personas. En otra escala, sería como la región del AMBA, con las ciudades que rodean a Buenos Aires. Ramat Gan fue fundada en 1921 como una colonia agrícola y en 1950 fue declarada ciudad por el flamante Estado de Israel, ahora es algo así como un satélite de Tel Aviv.
Roni se acerca con su teléfono a los restos de un auto destruido e incendiado, convertido en un colador. “Estamos hablando de 2400 cohetes que han tirado en estos días que provocan decenas de miles de esquirlas, que si no te sacan una pierna te sacan un brazo. No sé cuántos muertos hay acá ahora, pero en eso estamos”, dice el capitán de la reserva del Ejército de Israel.
Kaplan recorre la zona apenas unos 25 minutos después de la caída de un cohete en una zona de la ciudad que vista a la distancia aparece sembrada de rascacielos y edificios de departamentos. Allí se encuentra la torre Moshe Aviv, que tiene 74 pisos y es la más alta del país y que se inauguró en 2003. Tiene 244 metros de altura y en su interior alberga una sinagoga.
El vocero explica que la mayor parte de los ataques con cohetes son frenados por el sistema defensivo que se conoce como "cúpula de hierro". Se trata de un conjunto de baterías repartidas por todo el país, que lanzan cohetes cuando detectan la llegada de un misil.
“El sistema de defensa Cúpula de Hierro quedó operacional en el año 2011. Se trata de una batería de misiles antiaéreos. Hay varias de esas baterías por todo el país. Hay tres partes en cada batería. Una parte son las lanzaderas de los cohetes antiaéreos, la segunda parte es un cuarto de comando y control que en las fuerzas de Israel está manejado principalmente por oficiales mujeres”, explica Roni
“Las mujeres oficiales son las estrellas de este Ejército. Son oficiales jóvenes, chicas de 19 a 20 años, que le están salvando la vida a los civiles de este país. Y por otro lado tenemos un radar, que identifica de donde sale el cohete, donde va a caer y cuál es la densidad de la población donde va a caer. En ese momento, la tomadora de decisión, decide si aprieta el botón para interceptar el misil”, agrega.
Ese sistema le permite a “Israel estar por encima de Hamas, en esta guerra, en esta operación”. Kaplan confirma que en los últimos días cayeron cohetes desde Siria y desde el Líbano, aunque nadie los reivindicó, por lo que no está en condiciones de analizar si puede haber una escalada en el conflicto. Tampoco cuándo se puede generar un alto el fuego, después de una semana de hostilidades.
Asegura que la respuesta de Israel fue una devolución a un ataque planificado. “Los líderes terroristas de Hamas estaban enviando todo tipo de mensaje a su población árabe en Israel diciendo vayan a comprar cuchillos y maten a la gente. Esto porque acusaban a Israel de no respetar la libertad de culto, que es una mentira flagrante”, asegura.
Sostiene que el conflicto es actual es parte de las disputas políticas internas en Palestina, donde Hamas “tiene que mostrarse fuerte”. Y que el último lunes Hamas disparó seis cohetes a Jerusalén, cuando había miles de personas en las calles, en la celebración de uno de los días más importantes del año. “Entonces el festejo se convierte en una pesadilla y desde entonces tenemos más de 2400 cohetes de Hamas”.