Alberto Fernández viaja a París y al G20 con la idea de ser la voz de Latinoamérica y con la energía como bandera
Sin Jair Bolsonaro, Lula ni López Obrador, el presidente argentino será el único líder de la región en la cumbre de los 20 países más influyentes del mundo en París. Antes, habrá una escala en un foro por la paz y un encuentro bilateral con Emmanuel Macron.
El presidente Alberto Fernández iniciará este miércoles una gira por Francia e Indonesia para participar de la 5ta Edición del Foro por la Paz en París y de la Cumbre de Líderes del G-20 en Bali.
El vuelo AR1030 de Aerolíneas Argentinas partirá por la noche desde la zona militar del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, en Ezeiza. La comitiva estará compuesta por la Primera Dama, Fabiola Yáñez; los secretarios, Julio Vitobello y Gabriela Cerruti, y la embajadora argentina ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Marcela Losardo, según fuentes oficiales a Data Clave.
En tanto, el canciller Santiago Cafiero, y la secretaría de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco, irán a París el jueves desde Riad, donde mañana participarán de la VII Reunión de la Comisión Mixta Argentina-Arabia Saudita.
“El Presidente llevará la palabra de América Latina y el Caribe”, aseguraron a este portal fuentes del Gobierno con acceso al principal despacho de Casa Rosada. La cumbre del G20 tendrá tres sesiones de trabajo. La primera dedicada a la seguridad alimentaria y energética, la segunda a salud y la tercera a transformación digital. En la primera todos tendrán oportunidad de hablar y las restantes serán optativas a cada mandatario. “En los tres temas la Argentina tiene capacidades y experiencias que pueden ponerse en valor”, afirmaron desde el Poder Ejecutivo nacional.
La comitiva nacional viaja con la idea de que Argentina tiene un rol estratégico, tanto en la región como en el mundo, como un proveedor de alimentos pero requiere de inversiones en infraestructura para aumentar la “superficie cultivable”. En materia de energía, se intentará destacar que el país tiene recursos convencionales y no convencionales (petróleo y gas) y está en condiciones de convertirse en un polo de generación de energías renovables y también se hará foco en la necesidad de inversiones para el sector. El reclamo de inversiones también incluirá a la región, ya que Fernandez será parte del encuentro entre líderes mundiales como el presidente pro tempore de la CELAC.
Para el Gobierno nacional también es un dato a destacar las próximas presidencias que tendrá el G20 una vez finalizado el encuentro en Indonesia. Cuando culmine la cumbre de este año la presidencia pro témpore pasará a India, en 2024 será turno de Brasil y en 2025 Sudáfrica. Para el Ejecutivo se trata de "una seguidilla de presidencias" a cargo de países emergentes que "resultará beneficioso para que las posiciones de estos países sean tenidas en cuenta".
Foro por la Paz en París y encuentro con Macron
Con el lema "Formas de mitigar los múltiples shocks que enfrenta el mundo fomentando un multilateralismo renovado", Fernández, en su calidad de presidente Pro Témpore de la Celac fue invitado al Foro de la Paz por su par francés, Emmanuel Macron, para hacer un llamamiento de paz y encontrar soluciones a las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania a través de un multilateralismo renovado y solidario, señalaron desde Presidencia.
Además, ambos mandatarios mantendrán una reunión bilateral, en la cual el presidente argentino destacará la potencialidad del país como productor y exportador de alimentos de gran relevancia a nivel mundial, y la decisión de desarrollar las energías renovables, con foco en hidrógeno verde, energía eólica y solar.
Fernández también le planteará a Macron la idea de ampliar la producción de litio, del cual la Argentina es el cuarto productor del mundo de ese minera; además de potenciar las industrias basadas en el conocimiento y la farmacéutica. El mandatario argentino intentará auspiciar la creación de un nuevo multilateralismo, algo que considera "una obligación etica".
Además, buscará hacer escuchar "la voz" de los países del sur global, y propondrá que no pueden ser los países en desarrollo y, entre ellos, los de América Latina, quienes paguen los costos del enfriamiento de la economía global.