Este jueves 12 de diciembre, la Noche de las Jugueterías vuelve a iluminar las vidrieras en todo el país con una consigna clara: recuperar las ventas en un sector golpeado por la baja del consumo, que acumula una caída interanual del 10%. Organizada por la Cámara Argentina del Juguete (CAIJ), la iniciativa reunirá a más de 1.000 comercios con promociones especiales para atraer compradores en la previa de Navidad.

Durante la jornada, los consumidores podrán acceder a descuentos de entre el 10% y el 40%, pagos en hasta 12 cuotas sin interés y ofertas como 2x1, bonos de $10.000 por compras mayores a $30.000 y regalos sorpresa. Las promociones estarán disponibles tanto en locales físicos como en plataformas online, abarcando cadenas grandes y pequeñas jugueterías de barrio.

El gerente de Relaciones Institucionales de la CAIJ, Julián Benítez, explicó que el ticket promedio esperado oscila entre $15.000 y $30.000, dependiendo de si los compradores eligen productos nacionales o importados. Según Benítez, además de los descuentos, la iniciativa busca evitar la saturación de las compras de último momento: "La semana próxima continuarán las promociones con acuerdos junto a Banco Nación, Provincia, Ciudad y BBVA".

Sin embargo, el panorama es complejo. A la caída del poder adquisitivo se suma un nuevo desafío: la reciente flexibilización de aranceles para productos importados. Desde el 1° de diciembre, los consumidores pueden adquirir juguetes directamente en plataformas como Amazon, lo que genera preocupación en las empresas locales. La apertura comercial se siente especialmente en jugueterías premium, donde los artículos importados representan el 80% del stock.

"No le tenemos miedo a la competencia, pero queremos igualdad de condiciones, como lo hacía el modelo de Trump para proteger la industria local frente a China", afirmaron desde la cámara.

Un año con números rojos

La industria del juguete no espera grandes sorpresas este diciembre. Según Benítez, "las expectativas son moderadas y el sector da por descontado que no se superarán los niveles de ventas de 2023, con suerte se igualarán".

El contexto no ayuda, la devaluación de este año golpeó los bolsillos y disparó los precios, lo que llevó a una caída del 20% en el primer semestre, apenas amortiguada en la segunda mitad del año. Incluso el Día del Niño, una de las fechas más importantes para el sector, registró un descenso del 14% respecto a 2023.

Aunque las importaciones del rubro están un 20% por debajo de 2023, la tendencia podría revertirse. La CAIJ anticipa que el próximo año podría marcar un repunte, tanto en la cantidad de juguetes importados como en la necesidad de las fábricas locales de reconfigurar sus modelos de negocio. "La industria deberá analizar detenidamente si es viable seguir produciendo localmente o resulta más competitivo importar", proyectaron desde la cámara.