En ocho años creció un 21% la cantidad de niños que almuerzan en las escuelas públicas
También se incrementó el número de alumnos que desayunan en los establecimientos.
En los últimos ocho años, entre 2014 y 2022, aumentó un 21% la cantidad de niños que reciben su almuerzo gratuito en escuelas estatales, pero lo llamativo es que la matrícula se incrementó sólo un 6% durante el mismo lapso.
Pasando en limpio, el incremento significa que uno de cada cuatro alumnos (24%) de escuelas estatales recibe el almuerzo gratuito en el comedor escolar: son 1.860.000 chicos, es decir 323.000 más que en 2014.
Los datos surgen del informe “Programas de alimentación en escuelas de gestión estatal”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, cuyos autores son Cecilia Adrogué (Universidad Austral y UdeSA-Conicet), Eugenia Orlicki y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación).
Los datos cobran relevancia en medio de un nuevo gobierno de ultraderecha que busca limitar al máximo la intervención estatal y que hasta propuso el uso de vouchers para financiar la educación de las familias.
El documento detalla la cantidad de alumnos que reciben desayuno y almuerzo en las escuelas de gestión estatal, la cobertura del programa en cada provincia (a través de los datos que se desprenden del Relevamiento Anual del Ministerio de Educación Nacional) y su incidencia por tipo de jornada escolar y por quintil de riqueza (sobre los datos de la encuesta MICS 2019-2020 llevado a cabo por UNICEF).
En 2014, 1 de cada 5 alumnos (20%) recibía el almuerzo en las escuelas estatales; en 2022 la cifra aumentó a casi 1 de cada 4 (24%). También creció 5 puntos porcentuales la cantidad de alumnos que reciben el desayuno: pasó de 32% a 37% en esos años.
La asistencia a comedores escolares es mayor entre los estudiantes más vulnerables. En el primer quintil (el de los chicos de menor nivel socioeconómico), casi la mitad (45,1%) de los alumnos de 5 a 11 años asiste a un comedor escolar. El porcentaje baja a 40,6% para los estudiantes del segundo quintil y a 16% para los del quintil más rico.
Estas desigualdades también se registran entre los alumnos de 12 a 17 años. En esa franja etaria, el 26,5% de los estudiantes más vulnerables (quintil 1) asisten a un comedor escolar, mientras que en los quintiles del medio el porcentaje oscila entre 10 y 13%. En el quintil más rico, la cifra es 7,7%.
Cuando se analiza la asistencia por tipo de jornada a la que asiste el estudiante, se observa que el 86% de los que asisten a jornada completa reciben almuerzo, mientras que entre los que asisten a jornada simple lo recibe el 22%.
“Los comedores escolares en contextos socioeconómicos difíciles cumplen un rol fundamental. Tienen en sus manos la oportunidad de alimentar saludablemente a las nuevas generaciones de argentinos, quienes en muchos casos se ven privados de ello en sus hogares. La sana alimentación contribuye también a los aprendizajes”, señala Cecilia Adrogué, coautora del informe.
Y agrega: “No existe un solo esquema de alimentación escolar, sino que son muchos y variados. Por otro lado, el presupuesto suele ser escaso. El hecho de que ya muchos chicos asistan es un primer paso: el siguiente sería mejorar lo que se les brinda, con un buen plan alimenticio, y con fondos suficientes”.
El informe explica que cada provincia es autónoma para decidir qué prestaciones brindar, cuánto gastar y qué calidad nutricional aportar en el comedor escolar. Las jurisdicciones con mayor proporción de alumnos de escuelas de gestión estatal que reciben almuerzo son Formosa (45%), Córdoba (44%), CABA (37%), Entre Ríos (37%), Corrientes (36%) y Santa Fe (32%).
En el otro extremo se encuentran Santa Cruz (0%), Neuquén (7%), Mendoza (7%), La Pampa (8%), San Luis (9%) y Misiones (10%).
Sofía Moggia, secretaria de Grupo Tateti, una asociación civil de madrinas y padrinos de escuelas rurales, resalta la importancia del comedor escolar en esta modalidad. “En la ruralidad, el acceso a una alimentación nutritiva y saludable se dificulta por cuestiones económicas o de aislamiento. Muchas veces, las infancias que habitan estos entornos se alimentan exclusivamente de las comidas que pueden ofrecer las instituciones educativas. En este sentido, los servicios de alimentación escolar son un facilitador para alcanzar una nutrición adecuada. Este es un aspecto más en el que las escuelas se encuentran invisibilizadas, y por el cual es necesario continuar trabajando para que las infancias accedan a su derecho”.
Por otro lado, las provincias con mayor proporción de estudiantes que reciben desayuno son Formosa (62%), CABA (55%), Corrientes (49%), Jujuy (47%), Santa Cruz (45%) y Tucumán (45%). Los porcentajes más bajos se encuentran en Mendoza (16%), Chaco (24%) y Córdoba (29%).
Desde Fundación Agrupar también consideran beneficioso que los alumnos reciban el desayuno o la merienda, según el turno en el que estén cursando: “Hemos observado que este refrigerio ha tenido un impacto positivo en los estudiantes, ya que es un factor importante en el desarrollo de los procesos cognitivos y en su rendimiento académico. Además, es una buena iniciativa para despertar en los jóvenes el interés por las prácticas de alimentación saludable, y en muchos casos, la generación o profundización de buenos hábitos”, explica el equipo del programa de becas de esta organización con sede en Goya, Corrientes.