Ante los incendios de las últimas semanas, el gobierno de la provincia de Córdoba, mediante el Ministerio de Bioagroindustria, declaró el estado de Desastre Agropecuario por los siniestros ocurridos durante agosto y septiembre.

Mediante la Resolución N° 398/2024, y en el marco de la Ley 7.121, la medida aliviará a productores agropecuarios (agrícolas, forestales, frutihortícolas, ganaderos, tamberos y apícolas) de Villa Yacanto, Villa Berna, La Calera, Ischilín, Ambul, Chancaní, Villa Gutiérrez, Capilla del Monte -Corral de piedra y Ascochinga.

El desastre agropecuario tiene el beneficio de exención impositiva establecido en la Ley N° 7121”, aclararon desde el Gobierno de Córdoba.

La exención alcanzará las cuotas 9, 10, 11 y 12 del Impuesto Inmobiliario Básico Rural, la parte proporcional del Adicional del Impuesto Inmobiliario Básico Rural y la parte proporcional de las diferencias de impuestos que pudieran surgir correspondientes a la anualidad 2024, y de la Contribución Especial para la Financiación de Obras y Servicios del Fideicomiso para el Desarrollo Agropecuario (FDA).

Los productores que ya hayan pagado dichos tributos, recibirán créditos impositivos para cancelar otras obligaciones.

Encima sismos

La medida se adoptada en medio de un panorama desolador por los incendios forestales, a lo que se sumaron cuatro sorpresivos sismos, de muy baja intensidad, que sacudieron la tierra en menos de 48 horas.

“Sigue activo el foco de la Quebrada de la Mermela. Más de 150 bomberos voluntarios trabajarán toda la noche en la zona, que es de una topografía de muy difícil acceso”, informa el último parte del Gobierno de la provincia.

“Durante el día lucharon contra el fuego brigadistas, personal del ETAC, Plan Provincial y Plan Nacional de Manejo del Fuego, además de 3 aviones hidrantes y 3 helicópteros, detallaron.

Acerca de los sismos, el Instituto Nacional de Prevención Sísmica informó que el domingo 29 de septiembre por la mañana hubo un movimiento de 2.9 de magnitud, mientras que por la noche se originó el más fuerte de 3.2.

Luego, en la madrugada del lunes hubo un temblor de 2,6 de magnitud y el último se originó a la tarde-noche que fue de 3.1.

En los cuatro movimientos el instituto los catalogó como intensidad débil o muy débil. La primera definición se trata de que solo “lo perciben algunas personas en reposo”, en cambio el segundo término es que el efecto es “sentido levemente por algunas personas en reposo o edificios”.