El hospital de pediatría Garrahan, uno de los más reconocidos de Argentina y América Latina, enfrenta una situación crítica que ya no puede ser ignorada. Según Alejandro Lipcovich, secretario general de ATE en la entidad, el vaciamiento es evidente: “En diez meses se fue la misma cantidad de profesionales que en nueve años”, afirmó en declaraciones recientes, marcando un antes y un después en el conflicto que ha puesto en jaque al sistema de salud público.

La crisis del Garrahan, impulsada por el desfinanciamiento y la falta de recomposición salarial, no es una novedad. Sin embargo, la situación ha empeorado drásticamente en los últimos meses, lo que ha llevado al personal del hospital a profundizar sus medidas de protesta. Este martes se lleva a cabo un paro de 24 horas que culminará con una "Marcha Blanca", en la que no solo participarán trabajadores del Garrahan, sino también personal del hospital Bonaparte, el Posadas y gremios docentes. Esta movilización partirá desde el Congreso y se dirigirá hacia Plaza de Mayo.

Lipcovich, en contacto con Radio Provincia, explicó ayer que la falta de respuestas por parte del gobierno de Javier Milei ha generado un escenario insostenible. “Queremos una recomposición salarial del 100%, pero desde el Ejecutivo han decidido ignorar el reclamo, señaló el referente gremial. Además, enfatizó que la movilización no solo es por los salarios, sino por la supervivencia de uno de los hospitales más importantes del país: “Nos quieren cerrar los hospitales”.

El conflicto, que ya lleva varios meses, comenzó a unirse con otros sectores que también sufren los recortes en salud y educación. Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan (APyT), afirmó que "defender el Garrahan es defender la salud de millones de niños". En ese marco, la "Marcha Blanca" busca unificar las luchas de trabajadores de la salud y estudiantes universitarios, quienes también se movilizan en contra de las políticas de ajuste que afectan a sus sectores.

En el hospital Garrahan, los salarios actuales están muy por debajo de lo que reclaman los trabajadores. Según denuncian, un profesional con 15 años de experiencia percibe alrededor de 900 mil pesos, mientras que el personal de mantenimiento comienza con sueldos de 500 mil. Estos números contrastan con la inflación de más del 200% acumulada en el último año.

Otro punto crítico en el reclamo es el pago por las guardias de 24 horas, que actualmente se remunera en solo 6 mil pesos por hora, aproximadamente la mitad de lo que se paga en los hospitales privados. Esta disparidad ha llevado a muchos profesionales a dejar el Garrahan en busca de mejores oportunidades, generando una crisis de recursos humanos que pone en peligro la atención de los pacientes.

El conflicto no solo afecta al Garrahan. El hospital Bonaparte, otro de los grandes establecimientos de salud pública, ha estado en alerta constante ante los rumores de cierre, lo que fue frenado o, al menos, postergado gracias a la movilización de los trabajadores. Además, en el hospital Posadas, la situación es igualmente tensa: en los últimos días, 33 empleados recibieron notificaciones de despido, sumándose a los 80 cesanteados desde el inicio del gobierno de Milei.

A pesar de la crisis, el Garrahan sigue siendo un referente en la región. Hace solo unos días, la Sociedad Latinoamericana de Endocrinología Pediátrica (SLEP) reconoció una investigación realizada por un equipo del hospital sobre trastornos endocrinológicos en niños, demostrando que, a pesar de todo, el compromiso y la calidad profesional de sus trabajadores sigue intacto.

La "Marcha Blanca" no solo será un reclamo por salarios y condiciones laborales, sino una manifestación en defensa de la salud pública. Los trabajadores del Garrahan, junto a otros sectores, buscan frenar lo que consideran un "experimento siniestro" por parte del gobierno, que apunta a vaciar los hospitales y desmantelar la educación pública.