Los bancos privados reunidos en ABA y Adeba  rechazaron hoy una serie de proyectos de ley presentados en el Senado, que apuntan a la instalación de una mayor cantidad de cajeros automáticos, que entreguen hasta $ 168.000, tengan seguridad biométrica para su utilización, y se instalen uno en cada pueblo con más de 2.000 habitantes.

El rechazo a estas iniciativas fue realizada durante un encuentro virtual de la Comisión de Economía Nacional de la Cámara alta, en el que comenzó el estudio tres iniciativas presentadas por los senadores Roberto Basualdo (PJ San Juan) , Juan Carlos Marino (UCR, La Pampa) y Dalmacio  Mera (FpV, La Rioja).

En representación de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Juan José Alegre, consideró que “no es necesario tener un cajero cada kilómetro cuadrado” y que su instalación “debe depender de la densidad poblacional de ese lugar y de la actividad que se desarrolle”.
También cuestionó que uno de los proyectos busca llevar el límite de extracción a diez veces el sueldo mínimo, vital y móvil, que en la actualidad es de $16.800.

“Nos parece lejos de la realidad actual. En Banelco tenemos un límite promedio de extracción de $ 5.400 por operación. El Central nos fijó un límite de $ 15.000. Además, habría un problema técnico: los cajeros no pueden dispensar más de 40 billetes por operación. Y la mayor denominación hoy es de $ 1.000, por lo que deberían hacerse varias extracciones”, dijo Alegre, quien además se desempeña como gerente de Soporte Comercial de Santander Argentina.

El representante de ABA consideró “abusivo” el plazo de 24 horas que una de las iniciativas fija como tope para la reparación de los cajeros automáticos debido a que existen “situaciones fáciles, como que se traben algunos billetes” pero también  “hay cuestiones más sensibles para las que se necesita la intervención de un técnico”, por lo que “no se llegaría a tiempo en un país tan extenso”.

Otro de los cuestionamientos del sector bancario fue sobre un artículo que fija un plazo de 120 días para que los cajeros cuenten con sistema biométrico.

“Es un costo muy grande. No todos van a poder. El cajero simple, para extraer dinero, cuesta US$ 18.000. Los cajeros para depositar, US$ 30.000. Y hay alrededor de 20 mil cajeros en todo el país”, indicó Alegre, en representación de los bancos de capitales internacionales.

En el mismo sentido, el gerente general de ADEBA, Alejandro Pérez, dijo que “los cambios de hard y de soft en los cajeros, tal como se exigen en la legislación, resultan imposibles”. No obstante, recordó que “hay bancos que ya tienen cajeros con el sistema biométrico” y que “hay otros que no requiere de clave ni de tarjeta, sino un código”.

Pérez, en representación de la entidad que nuclea a los bancos privados de capitales nacionales, les sugirió a los senadores “canalizar una legislación que incentive el uso de dinero virtual” y recordó que durante la cuarentena se extendió el uso de pago electrónico y a través de internet.

El directivo de ADEBA  también cuestionó “el monto sugerido de extracción” dado que “en la composición de la base monetaria de la Argentina hay primacía de billetes de $ 100”, por lo que resultará muy difícil cumplir con el monto propuesto en una de las iniciativas de ley.