Fuerte déficit comercial con Brasil de US$ 384 millones durante febrero, con perspectivas más negativas
Las importaciones crecieron el 53,3% interanual y el sector automotriz fue clave en ese resultado negativo, el séptimo consecutivo.
Durante el mes pasado, Argentina mostró un déficit en su balanza comercial con Brasil de US$ 384 millones, lo que amplió el resultado negativo de US$ 221 millones de igual mes de 2024, informó hoy la consultora Abeceb en base a datos oficiales del ministerio de Economía brasileño.
El flujo comercial bilateral total, es decir, el agregado del comercio que incluye importaciones y exportaciones, fue de US$ 2.493 millones, con una suba del 50,5% interanual, la más alta en cinco años.
Con el resultado de febrero, el saldo comercial acumulado en el primer bimestre de 2025 fue un déficit de US$ 711 millones, menor en US$ 518 millones de enero-febrero del año pasado.
La ampliación del rojo comercial en febrero se explicó principalmente por el salto de las importaciones que totalizaron US$ 1.438 millones, con una suba interanual de 53,3%.
Por el lado de las exportaciones argentinas a Brasil las mismas alcanzaron los US$ 1.054 millones en febrero mostrando una suba del 46,9% anual y manteniendo nueve meses de subas consecutivas.
Para lo que resta de 2025 la consultora Acebeb espera “una ampliación del déficit bilateral de Argentina con Brasil desde un acotado saldo negativo de USD 308 millones en 2024 a un déficit en el entorno de US$ 4.000 millones este año”.
Esto se debe a que las exportaciones tendrán un alza moderada, en torno a 12% anual, pero importaciones marcarán “un fuerte rebote de casi un 40%, a US$ 19.000 millones, aproximadamente”.
Del lado brasileño, dos factores contrapuestos moverán el flujo bilateral: primero, se espera una desaceleración económica en Brasil (que pasaría de crecer 3,5% en 2024 a 2% este año) que llevaría a moderación de compras del exterior, en un contexto de persistencia de preocupaciones sobre el frente fiscal que impactan negativamente en la inversión, y mayores tasas de interés -ante una inflación persistentemente alta- impactando en el consumo.
Por el contrario, el real brasileño que se depreció fuertemente el año pasado se ha apreciado en poco desde entonces (pasó de un pico de 6,2 reales por dólar en enero a quedar por debajo de 5,70 reales por dólar, revirtiendo parte del abaratamiento de los precios de los productos brasileños en el exterior.
Respecto a la Argentina, el principal “driver” será la recuperación de la actividad económica luego de dos años recesivos en el que el crecimiento se perfila para superar el 5% “anual, aumentando la demanda de importaciones junto con la apreciación del peso y una mayor apertura”, concluyó la consultora que dirige el ex ministro Dante Sica.