El negocio financiero del "crawling peg" y el regreso de a "La tablita" de Martínez de Hoz
El mayor ingreso de divisas y el cepo cambiario juegan en favor de la especulación de pasarse de “dólares a pesos” lo que genera un “auge financiero”, aunque no productivo.
La idea de mantener un tipo de cambio cuasi fijo no es nueva en Argentina. Quienes peinamos canas recordamos “La tablita” de José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de Economía de la dictadura, quien impuso, mes a un a mes, un un esquema de devaluación.
Como las cosas siempre pueden empeorar, hoy, al “crawling peg” del 2% mensual que aplica el Gobierno - y que a partir del año que viene será del 1,5%, - se mantiene, y se mantendrá, el Cepo Cambiario, para evitar la fuga de divisas, algo que pasó con Martínez de Hoz.
Por eso, cualquier inversión atada a la inflación, y que quede por arriba de esa tasa de devaluación permite una ganancia “en dólares” difícil de conseguir en cualquier parte del mundo.
Claro, el sistema no es para todos, Hay que tener algunos ahorros y “aguantar la diaria”, algo difícil en un país con el 53% de pobreza, pero está claro que el esquema no se orienta hacia ellos.
Esta semana vence el primer plazo para “Blanquear Capitales”, los dólares que los argentinos tenemos de bajo del colchón, y quienes quieran, podrán participar de esta nueva “pedaleada”.
Acá el mecanismo es pasar los dólares atesorados a pesos, ponerlos en alguna inversión atada a la inflación, puede ser bonos que se ajustan por CER o Plazos Fijos UVA, a 180 días, y luego de ese plazo, recomprar los dólares, que todos sabemos aumentaron entre el 1,5% y 2% mensual, y quedarse con la diferencia.
Un reciente informe de la consultora Quatum detalló que la deuda CER (inflación “de largo plazo rinde entre 11-12% anual, lo cual representa un spread (diferencia) del orden de 1.050 puntos básicos respecto de la deuda de Estados Unidos comparable (TIPs)”.
Para mantener saciado el interés inversor, y renovar viejas deudas, la secretaría de Finanzas licitará el martes cuatro títulos de deuda ajustados por CER, con vencimientos que van dese el 30 de mayo del año próximo y hasta el 30 de octubre del 2026.
Claro que todo esto no es gratis. Varios segmentos de la actividad económica se encarecen en dólares, y reflejo más inmediato, es el turismo.
Durante agosto, en pleno auge de la temporada de invierno, y con nieve en todos los centros de esquí, el país registró una baja interanual del 11,8% en la cantidad de viajeros, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC)
Pero además de la caída en el número de turista, se acortó en un 13,7 % la cantidad de noches que estos pasaron en el país, en comparación con agosto de 2023. Ahora habrá que esperar a ver qué pasa con la industria textil, automotriz, y la “línea blanca” cuando comiencen las importaciones.