El Gobierno unifica posición sobre el "corset" del FMI: las dificultades del ajuste
Antes de fin de mes viajará a Washington una misión del Ministerio de Economía a cerrar la tercera revisión con el Fondo Monetario. También se conversará sobre el 2023. Los problemas de reducir el gasto en un contexto de elecciones. Un recuerdo de Martín Guzmán, las diferencias del kirchnerismo y las trabas de la gestión.
Cristina Kirchner volvió a insistir con los condicionamientos que trae el Fondo Monetario Internacional (FMI) a las políticas que lleva adelante el Gobierno. Pero lo que meses atrás parecía la expresión de una parte del Frente de Todos se convirtió en una visión común dentro del espacio sobre el “corset” que implica el programa con el organismo. De hecho, la intención es gestionar con el organismo un mecanismo para paliar los efectos de la guerra en Ucrania, pero también una mayor consideración en las metas del 2023 que forman parte del acuerdo firmado en marzo.
Si bien el discurso de la vicepresidenta por el Día de la Militancia tuvo su eje en la conformación del mapa político de cara a las elecciones del año que viene, hubo lugar para recordar el peso de la deuda en la coyuntura económica actual. Cuestionó el “brutal endeudamiento” que heredó el Gobierno en 2019, con una carga insostenible en 2021 y 2022, y consideró que el Fondo “condiciona nuestras políticas”. También pidió dar explicaciones sobre lo que implica el programa pactado con el organismo.
Pero esta semana en el marco de la Cumbre del G20 que se realizó en Bali, Indonesia, el presidente Alberto Fernández se reunió con la titular del FMI Kristalina Georgieva y reiteró su pedido por los sobrecargos que cobra la institución al país, debido a la excepcionalidad del monto de crédito otorgado en 2022. Solo en ese concepto se giraron US$ 1.348 millones este año y en 2023 ascenderá a US$ 2,436 millones.
Del encuentro también participó el ministro de Economía, Sergio Massa, quien le compartió a la búlgara un documento con el costo que implicó el conflicto bélico a la Argentina, de US$ 5.000 millones que se suman a asistencias de Rusia y China que no pudieron llegar por el mismo motivo. Mientras tanto, el equipo del Palacio de Hacienda cerró esta semana las conversaciones con los técnicos del FMI, para cerrar la última revisión del año sobre las metas del tercer trimestre y de la que dependen US$ 5.900 millones.
Los criterios de reservas, emisión monetaria y déficit fiscal fueron cumplidos en el período julio-septiembre, pero las mayores discusiones se dieron sobre el cierre del 2022 en un contexto de mucha exigencia del gasto como lo suele ser el último trimestre. Antes de fin de mes viajará una misión técnica a Washington comandada por el jefe de Asesores, Leonardo Macdur, y el viceministro, Gabriel Rubinstein. “En diciembre se discuten las pautas para el año que viene y vamos a conversar”, admiten desde Economía.
Desde julio el Gobierno aceleró el ajuste, en un claro contraste respecto al primer semestre mientras Martín Guzmán era ministro de Economía y a quien ahora se le achaca haber “desbordado el gasto”. La meta con el FMI es de un déficit del 2,5% del PBI para este año, que sin descontar algunas maniobras que permitió el organismo será del 2,8% del PBI, y más exigente la del 2023 que debería ser del 1,9% del PBI.
Las dificultades de llevar adelante el ajuste fue graficada esta semana por Rubinstein durante un importante evento que reunió a personalidades del mundo de las finanzas. El secretario de Programación Económica sostuvo que el objetivo de reducir el déficit para 2023 “va a costar uno y la mitad del otro” al tiempo que resaltó que “todos los días hay quejas dentro del Gobierno, el Congreso o la oposición”.
Las revisiones del organismo sobre las metas planteadas son 10 que se realizan de manera trimestral durante dos años y medio, por lo que el próximo Gobierno también estará condicionado por el programa. El período de repago de cada desembolso es de 10 años, con un período de gracia de 4 años y medio, lo que implica comenzar a pagar la deuda a partir de 2026 y hasta 2034, según consta en el Memorándum de Entendimiento.
En declaraciones radiales, Guzmán afirmó que las internas del Frente de Todos respecto al acuerdo con el FMI generaron un costo para Argentina. De hecho apuntó contra la “irresponsabilidad” de Máximo Kirchner y Cristina Kirchner. También aseguró que durante su gestión no hubo un ajuste y lo contrastó con “la situación que se da hoy”.