Desaliento económico y crisis habitacional: la pobreza crece mientras Milei lanza su campaña para 2025
En un escenario marcado por la inflación persistente, salarios estancados y el creciente costo de vida, los argentinos enfrentan una crisis habitacional sin precedentes. A la vez, el oficialismo busca proyectar una reelección en medio de un malestar social en aumento con una clase media que ya se autopercibe pobre.
El contexto económico argentino atraviesa momentos críticos, con índices de pobreza en constante aumento y una inflación que golpea fuerte a los hogares. En este marco, la crisis habitacional se ha vuelto una de las principales preocupaciones para la clase media y baja, agravada por las dificultades de los inquilinos para hacer frente a alquileres en alza. A su vez, el gobierno de Javier Milei intenta posicionarse con vistas a 2025, mientras el malestar ciudadano no deja de crecer.
Según un informe reciente de la organización Inquilinos Agrupados, el 26,7% de los inquilinos tuvo que mudarse en los últimos tres meses por no poder afrontar el precio del alquiler. Este dato es alarmante, considerando que en junio la cifra se situaba en 15%. La situación refleja la precariedad habitacional en la que se encuentran miles de argentinos, y este fenómeno no es exclusivo de los sectores más vulnerables, sino que abarca a la clase media, que, según las encuestas, se percibe cada vez más pobre.
Los inquilinos enfrentan aumentos constantes en sus contratos, sobre todo tras la derogación de la Ley de Alquileres mediante el decreto de necesidad y urgencia (DNU) n° 70/2023, que flexibilizó las condiciones del mercado inmobiliario. Hoy, los contratos de duración corta (entre uno y dos años) representan el 59,9% del total, lo que genera una constante incertidumbre para quienes alquilan. Con actualizaciones de precios cada pocos meses, el 44,5% de los ingresos de los hogares inquilinos se destina al pago del alquiler y expensas, lo que en muchos casos obliga a recortar otros gastos esenciales.
¿Hasta dónde llega esta crisis? ¿Qué hará el oficialismo frente a estos datos desalentadores de cara a las elecciones? Estas preguntas cobran relevancia en un escenario donde la clase media, históricamente considerada el motor económico y social del país, se autopercebe como empobrecida. Un estudio reciente de la consultora Opinion Lab reveló que en agosto, un 36% de los encuestados se consideraba parte de la clase baja, duplicando el porcentaje de quienes se percibían en esa categoría hace solo un año.
El deterioro socioeconómico afecta a la población en general, y a pesar de los esfuerzos del gobierno de Javier Milei por mantener una imagen de control, el malestar en los bolsillos es evidente. La recesión, la caída del poder adquisitivo y las dificultades para llegar a fin de mes son factores que impactan directamente en la intención de voto, como han mostrado diversas encuestas. Según un relevamiento de Proyección Consultores, el 32% de los argentinos no llega a cubrir sus gastos mensuales, mientras que el 36% debe reducir sus gastos para poder subsistir. En conjunto, esto significa que casi el 68% de los hogares argentinos atraviesan dificultades económicas importantes.
En este contexto de incertidumbre, Milei busca consolidar su liderazgo y relanzar su campaña con vistas a las elecciones de 2025. Sin embargo, ¿cómo puede impactar el creciente empobrecimiento de la población en su futuro político? Mientras el líder libertario encabeza actos de campaña, la pobreza y la recesión avanzan, y la ciudadanía parece estar perdiendo la confianza en las políticas de ajuste que el gobierno ha implementado. De hecho, un informe de Haime & Asociados indica que más de la mitad de los consultados considera que las medidas de Milei no serán suficientes para revertir la crisis actual, mientras que solo el 37% cree que podrían ayudar a mejorar la situación del país.
A nivel habitacional, las cifras son cada vez más desalentadoras. En junio de 2024, el precio promedio de un alquiler de dos ambientes a nivel nacional rondaba los $217.424, un 35% más que en marzo. Y aunque la inflación ha desacelerado en los últimos meses, la realidad es que los salarios no han acompañado este proceso. Además, la situación laboral es precaria: el 5% de los inquilinos encuestados está desempleado, mientras que el 80,3% afirma estar buscando trabajo. Esta situación genera un círculo vicioso en el que el acceso a la vivienda se vuelve cada vez más inalcanzable.
¿Qué hará el gobierno para revertir esta tendencia? ¿Cómo afectará la crisis habitacional a la percepción de la ciudadanía sobre la gestión de Milei? En un escenario donde casi el 45% de los argentinos cree que la suba de la pobreza será permanente, el oficialismo enfrenta un desafío crucial. Las elecciones de 2025 se perfilan como un escenario incierto, donde el descontento económico jugará un rol determinante.