De Narváez apura la compra de Walmart y provoca ruido en el Gobierno
El empresario ya habría entregado la oferta final para quedarse con los locales de Walmart y Changomás, según comentaron a Data Clave fuentes cercanas a la operación. La venta ya trae preocupación en el Ejecutivo y generó ebullición en el mundo empresario. Los motivos del ruido.
Todo indica que en los próximos días el empresario y (ex?) político Francisco De Narváez, se quedaría con la operación de Walmart en la Argentina. Según trascendidos de bancos asociados, el sostén del exterior y el expertise sería la base de la definición de la empresa extranjera para venderle el negocio.
La familia De Narváez fue dueña de Casa Tía, marca icónica en la Argentina que luego fue vendida al Exxel Group. Hoy el empresario nacido en Bogotá es propietario en Uruguay del Grupo Ta-Ta que concentra la cadena de supermercados que lleva el mismo nombre, San Roque, BAS, Rapsodia, Multi Ahorro Hogar, WoOW! y Motociclo. Además, desde hace años reflotó la marca Tía en Ecuador con los “Almacenes Tía”.
Estos trascendidos que se dieron con mayor fuerza en las últimas horas, a partir de algunas notas periodísticas, han generado una gran ebullición en los ámbitos empresariales y políticos. Además, encendieron las alarmas en Casa Rosada.
La cadena estadounidense Walmart tiene decidido desde hace meses irse del país. La decisión la tomó inclusive antes de la pandemia, aunque el devenir de la cuarentena aceleró los plazos. Según fuentes del gigante supermercadista, la iniciativa obedece a una reestructuración de su negocio a nivel global e incluye el desprendimiento de sus operaciones en países antes estratégicos como Brasil o el Reino Unido.
En Argentina el proceso de venta pasó por varias etapas. Primero una decena de empresarios pusieron el ojo en la cadena. Luego, se enfrió promediando la cuarentena, pero hace dos meses se reincidió con fuerza. Según pudo saber Data Clave, cinco son las empresas o fondos que pasaron el primer gran filtro y que entraron en la etapa de due diligence para luego tener en los próximos días que presentar la oferta final para quedarse con los negocios de Walmart en el país. Sin embargo, en las últimas horas De Narváez agilizó los trámites y ganó protagonismo, y algunos arriesgan que los encargados de las definiciones ya tienen la oferta en mano.
Walmart lleva medio siglo en la Argentina. Hoy en facturación es la cuarta cadena de supermercados a nivel local y está por detrás de Carrefour, Cencosud y Coto. Acá cuenta con las marcas Walmart y Changomás que tienen 92 sucursales y 3 centros de producción. El proceso de negociación, intermediado por el Citibank, incluye la cesión de la marca Changomás, pero no la de Walmart que en el plazo de un año deberá ser retirada del mercado argentino. Es decir, que quien la compre deberá iniciar un proceso de cambio de nombre e imagen.
La relación entre el oficialismo y el ex contrincante político hoy es prácticamente nula, pero en el Ejecutivo le apuntan por sus constantes dardos hacia la Argentina.
En Balcarce 50 aún resuenan las declaraciones del “Colorado” tras una reunión mano a mano con el presidente Luis Lacalle Pou. “Trabajamos en varios países de la región, pero Uruguay es claramente el que preferimos por esta condición de estabilidad y de previsibilidad”, afirmó al salir del Palacio Estévez. Es más, marcó a Uruguay como un ejemplo sobre cómo atraer inversiones. “La bienvenida que se le da al inversor extranjero y a los propios inversores uruguayos para generar puestos de trabajo que es lo que hace funcionar la economía son un ejemplo”, destacó en ese momento.
Las declaraciones se daban justo en el momento que el electo primer mandatario uruguayo filtraba el polémico plan de seducción para que unos 100.000 argentinos se radiquen en Uruguay que le terminó generando una fuerte rispidez con el gobierno del Alberto Fernández.
“Es raro que De Narváez quiera invertir de vuelta en Argentina. ¿Lo va a hacer con sus firmas del exterior?, porque en la Argentina no tiene casi nada”, comentaba con cierta mordacidad una alta fuente del Ejecutivo argentino. Es que en el Gobierno prefieren que algún oferente con más inserción local tome las riendas del negocio de Walmart por diferentes motivos. Primero porque entienden que quien compre podría encarar una agresiva estrategia de reestructuración que incluiría cientos de despidos (la empresa tiene 10.000 empleados), una foto que quiere saber con claridad de antemano. Algo similar ocurre en el proceso de venta de Sodimac y Falabella.
En tanto, otra preocupación tiene que ver con el destino que tengan las ganancias de la compañía. En el Ejecutivo apuntan, obviamente, a que se reinviertan en el país y para eso entienden que es mejor que capitales con inserción nacional adquieran la cadena de supermercados. Por este mismo motivo, ya no veían con buenos ojos al grupo Carval investors, la inversora de de Cargill, que también estaba en pugna por el negocio.
En el Gobierno también hay otra inquietud. No quieren que la venta de Walmart quede catalogada como otra empresa multinacional que se fuga de la Argentina. Es por eso que esta semana, el ministerio de Desarrollo Productivo presentó un informe titulado como “El mito del éxodo de las empresas” en el que detalla los planes de inversión de diversas compañías en Argentina y explica que la decisión de salida de algunas multinacionales tiene que ver con decisiones de reestructuración a nivel global principalmente producto de la pandemia.
En principio, los interesados tiene tiempo hasta la última semana de noviembre para presentar las ofertas finales que luego serán evaluadas por el Citibank. Pero algunos aseguran que De Narváez adelantó su propuesta para presionar y acelerar los tiempos. Hay que ver si esto consigue el efecto deseado.