“En la medida que la actividad se recupere, la inflación se acelerará”, advirtió Ecolatina
En el 2020 la inflación cerró en torno al 35% y para este año alcanzará al menos al 45%, según la entidad. Presión de los regulados y el tipo de cambio. El Indec informa el jueves la variación de diciembre. Advertencias sobre el impacto de una segunda ola de coronavirus.
La consultora Ecolatina advirtió que, “en la medida que la actividad se recupere, la inflación se acelerará” y estimó que este año alcanzará al menos al 45%, contra el 35% del 2020, producto de al haber congelado los precios de varios productos y servicios esenciales.
Durante el 2020, y motivado por la pandemia, el Gobierno “pospuso muchos ajustes de precios regulados, en su búsqueda por atenuar el efecto regresivo de la cuarentena. En igual sentido, limitó las subas en varios bienes de consumo masivo, abaratándolos en términos relativos”, recordó Ecolatina a través de un informe.
Sin embargo, estos congelamientos “no se pueden estirar ad infinitum, de modo que sumarán presiones -la discusión al interior de la coalición gobernante es cuánta- a la inflación de este año”.
Asimismo, las actualizaciones salariales pendientes “y un dólar oficial que seguiría subiendo en línea con el nivel general de precios, de mínima, agregarán tensiones. Como resultado, la inflación alcanzaría 45% (o más) este año, acelerándose casi 10 puntos porcentuales en relación con 2020”, advirtió Ecolatina.
Para este jueves, está previsto que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informe la inflación de diciembre, que las consultoras privadas estimaron en el 4%, y de todo el 2020.
De alcanzar esa cifra, no solo sería la más alta de todo el 2020, sino que además llevaría el registro anual al 35%, contra el 53,8% del 2019.
Ecolatina destacó en su análisis que durante el año pasado, “el dólar oficial siguió de cerca a la inflación en la mayoría de los meses -incluso la superó en 5 puntos porcentuales en el acumulado anual-, de manera tal de no resignar competitividad, pero fijándole un piso a la suba de precios.”
Esta dinámica cambiaria (crawling peg), atada a la inflación reciente, “pareciera continuar al inicio del 2021. El problema de deslizar el tipo de cambio en línea a la inflación reciente es que esta última se aceleró al 3,5% mensual al cierre del año pasado, de modo que si el dólar oficial ajustara en igual cuantía le pondría un piso elevado a la suba de precios en el futuro inmediato”.
“Además, no está garantizado que la calma cambiaria lograda en noviembre y diciembre persista”, debido a que “las tensiones políticas hacia el interior del Frente de Todos” y las “marchas y contramarchas respecto de algunas decisiones económicas sembraron incertidumbre, terreno fértil para que reaparezcan las presiones sobre la brecha y las Reservas”, dijo la consultora que dirige Lorenzo Sigaut Gravina.
El informe también apuntó al entorno sanitario al advertir que “una segunda ola de Coronavirus y un endurecimiento de la cuarentena volverían a golpear al resultado fiscal, forzando al Banco Central a acelerar la emisión y agravando el desequilibrio del mercado monetario”, que en las últimas semanas tendía a normalizarse. Si el exceso de oferta de pesos se acentuara, también lo haría la demanda de dólares, “con el agravante de que el poder de fuego de la autoridad monetaria está mucho más debilitado que el año pasado” debido a que las Reservas Netas cayeron 65%.
En consecuencia, “un nuevo shock de emisión podría desembocar en un salto del tipo de cambio oficial, que acelerase aún más la suba de precios”, destacó el informe.