Victoria Villarruel: "Reabriremos todas las causas de víctimas del terrorismo"
La presidenta del Senado encabezó un acto en un contexto marcado por la controversia tras la visita de diputados libertarios a condenados por delitos de lesa humanidad. El acto busca "exponer las consecuencias humanas" de los atentados terroristas.
La presidenta del Senado, Victoria Villarruel, encabezó este martes un acto en homenaje a las "víctimas del terrorismo", el cual se llevó a cabo en el Salón Azul de la Cámara alta. El evento se enmarca en la conmemoración del "Día Internacional de la Conmemoración a las Víctimas del Terrorismo", establecido por la Organización de Naciones Unidas en 2017, y contará con la participación de diversas entidades civiles.
"Permítanme mirar atrás con orgullo por haber desafiado la historia oficial en nombre de los inocentes que les arrancaron la vida y el recuerdo. Porque hasta de eso les quitaron el derecho: a ser recordados y amados por el resto del pueblo argentino", dijo la vicepresidenta.
Además, remarcó que "Argentina merece no ser un nido de impunidad". La apertura del evento tuvo a cargo a Claudia Rucci, victima por la muerte de su padre a manos de agrupaciones terroristas de los 70. La causa Rucci es la principal objeción que hace Villarruel a Ariel Lijo, propuesto para ocupar un lugar en la Corte Suprema y que escala las tensiones entre la titular del Senado y la Casa Rosada.
"Hace falta que construyamos sobre los cimientos que se hacen con justicia. Reabriremos todas las causas de víctimas del terrorismo para que sea la Justicia la que haga lo que debió hacer hace más de 20 años", anunció la vice.
El comunicado oficial difundido por el Senado enfatiza que este homenaje permitirá "develar hechos que durante décadas una parte de la política ha querido esconder y que nos ha dejado profundas heridas a los argentinos que todavía no sanan". Según el texto, el acto busca exponer las consecuencias humanas de los atentados terroristas que han ocurrido en Argentina y otros países.
El evento, sin embargo, se desarrolla en un contexto de alta tensión política, exacerbada por la reciente visita de seis diputados del bloque libertario a detenidos condenados por crímenes de lesa humanidad en la cárcel de Ezeiza. Esta acción generó un fuerte repudio por parte de diversos sectores políticos y de derechos humanos, quienes la interpretaron como un intento de reivindicar el accionar de la dictadura militar.
En este marco, Villarruel, conocida por su postura crítica hacia las políticas de derechos humanos implementadas en Argentina en las últimas décadas, ha sido una figura central en el debate sobre la "memoria completa". Esta postura aboga por el reconocimiento de todas las víctimas de la violencia de los años 70, incluyendo aquellas causadas por organizaciones guerrilleras, lo que ha suscitado intensas discusiones sobre la narrativa histórica dominante en el país.
Silvia Ibarzabal, vicepresidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de Víctimas del Terrorismo en Argentina (AFAVITA) sostuvo en conversación con FM Delta que el evento refleja un giro en la política de derechos humanos del país. Según Ibarzabal, la actual administración muestra una predisposición que "no estuvo durante los últimos 20 años" y destacó que "muchos tuvieron miedo de hablar" debido a la presión social y política. En sus declaraciones, también enfatizó que la lucha por el reconocimiento de estas víctimas es una deuda pendiente del Estado argentino.
Este acto, liderado por Villarruel, ha suscitado críticas no solo por su contenido, sino también por su timing, dado que ocurre en un momento de particular sensibilidad, donde el debate sobre el pasado reciente de Argentina y las políticas de derechos humanos sigue siendo uno de los temas más divisivos en la sociedad. La convocatoria se inscribe en un contexto donde se reclaman "justicia, verdad y reparación" para todas las víctimas del terrorismo, según indica la invitación oficial.
En este clima de alta controversia, el acto también ha sido visto como un intento de legitimar una visión revisionista de la historia reciente, que busca equiparar los crímenes de la dictadura con la violencia guerrillera, un enfoque que ha sido ampliamente cuestionado por organismos internacionales de derechos humanos.