La interna sindical vive días agitados, y Andrés Rodríguez, secretario general de UPCN, quedó en el centro de las críticas. Representando al gremio que nuclea a la mayoría de los trabajadores estatales, su postura conciliadora con el gobierno de Javier Milei le valió reproches tanto desde las bases como desde otros sectores de la CGT.

El quiebre se profundizó esta semana, luego de que Rodríguez cuestionara públicamente la propuesta de Pablo Moyano, líder de Camioneros, de convocar a un paro nacional en diciembre. "Lamentablemente salió en forma pública a decir una posición de un paro nacional en diciembre, pero esto no fue conversado en absoluto en los diferentes sectores que conforman la CGT", dijo Rodríguez en una entrevista radial.

Rodríguez forma parte del sector conocido como los "independientes" de la CGT, junto a Gerardo Martínez, de UOCRA, y José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias. Este bloque, aliado con los "gordos" de los grandes gremios, rechazó de plano la propuesta de Moyano. La mesa chica de la central obrera consideró que un paro nacional carecía de consenso interno y decidieron desmentir la iniciativa públicamente.

La decisión no cayó bien en las bases sindicales, sobre todo en un contexto donde los aumentos salariales otorgados por el gobierno son vistos como insuficientes para enfrentar el costo de vida. UPCN, que representa a más del 75% de los trabajadores estatales, quedó en el ojo de la tormenta por su falta de contundencia en los reclamos.

Tras el revés, Moyano presentó su renuncia como secretario general de la CGT, aunque su padre, Hugo Moyano, aseguró que Camioneros seguirá siendo parte de la central obrera. Sin embargo, el descontento persiste, y las divisiones internas en la CGT se hicieron aún más evidentes.

Además de Rodríguez, otro dirigente que cuestionó duramente a Pablo Moyano fue Gerardo Martínez, líder de UOCRA. Martínez calificó al camionero como "un outsider, un líbero, que solamente es portador de un apellido", sugiriendo que su accionar responde más a intereses políticos que a necesidades reales del movimiento sindical.

Rodríguez, por su parte, defendió su postura de priorizar el diálogo con el Ejecutivo. "Lo que hacemos es una evaluación de este espacio y tiempo, y poder frente a la propuesta que le dijimos al Gobierno para lograr si se puede conseguir un consenso, pero si hay un rechazo volveremos a los planes de lucha que nos ampara la Constitución", expresó el líder de UPCN, justificando su enfoque moderado.

Desde otro frente, Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, cuestionó la pasividad de UPCN y reclamó medidas más firmes. "En Argentina sobran los motivos para una huelga general", afirmó, al tiempo que aseguró que "los trabajadores no pueden seguir esperando mientras la inflación pulveriza sus salarios".

Para sumar a la controversia, el secretario general de ATE fue tajante con Rodriguez por las paritarias y o describió como un “caradura con plata”. "Cuando terminemos le voy a enviar el acta. ¿Alguien piensa que se puede firmar un 1%? Con esa paritaria los estatales perdieron 31% con respecto a la inflación", señaló Aguiar. 

Aguiar también destacó la convocatoria de la Marcha Federal contra el Hambre, programada para el 5 de diciembre. Este evento reunirá a gremios como las dos CTA, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), SMATA, la UOM, y Camioneros, encabezados por Pablo Moyano. "Va a ser una jornada multitudinaria y vamos a colmar la Plaza de Mayo", aseguró.

La alineación de UPCN con el gobierno de Javier Milei quedó en evidencia no solo en su rechazo al paro, sino también en su moderación a la hora de negociar aumentos salariales. Esta postura generó un quiebre interno entre quienes buscan mantener la unidad en la CGT y los sectores más combativos que demandan acciones inmediatas.

El enojo de las bases estatales no se limita al ámbito salarial. Trabajadores denuncian que su gremio mayoritario actúa como un "socio funcional" del oficialismo, priorizando acuerdos políticos por sobre las necesidades del sector. En un contexto de alta inflación y creciente malestar social, la figura de Andrés Rodríguez aparece cada vez más cuestionada.

El 5 de diciembre será una fecha clave para medir las tensiones sociales y sindicales. La Marcha Federal contra el Hambre promete ser una demostración de fuerza de los sectores más críticos al gobierno, con organizaciones y gremios que rechazan las políticas económicas de Milei.

Mientras tanto, UPCN apuesta al diálogo con la Casa Rosada para evitar una escalada en los conflictos. Sin embargo, el descontento en las bases pone en jaque su estrategia y deja a Rodríguez bajo la lupa de sus propios representados.