El voto de desempate en favor de la Ley de Bases llevó a la vicepresidenta Victoria Villarruel a quedarse con la foto de tapa de diezmado triunfo político a juzgar por los diferentes acuerdos que debió aceptar el ejecutivo nacional para que su proyecto principal se convierta en norma y, desde ahí, intentar iniciar un gobierno a siete meses de su elección.

A dos semanas de esa imagen consagratoria, Villarruel atraviesa uno de sus momentos más complejos en lo que refiere a su posición interna bajo la presidencia de Javier Milei. Las diferencias no son nuevas. Pero cada vez quedan más expuestas en situaciones en situaciones públicas. Su ausencia en Tucumán para el Pacto de Mayo no llamó la atención ya que en las horas previas se había dado a conocer que no estaba bien de salud. Sin embargo, horas después lució demasiado renovada durante el desfile militar por la 9 de Julio arriba de un tanque junto al primer mandatario.

El ruido interno se profundizó en los últimos días cuando los diputados libertarios díscolos de la Legislatura bonaerense tomaron la decisión de brindar los votos necesarios para que el gobernador Axel Kicillof consiga la media sanción para la creación de una sociedad del Estado que sea capaz de centralizar la información del sistema de salud. Una empresa estatal para poder reducir los tiempos de traslados de pacientes e insumos, así como la atención de emergencias a lo largo de todo el territorio bonaerense.

La reacción de Villarruel fue fulminante. "¿Cómo nueve diputados provinciales que ingresaron por La Libertad Avanza votaron para beneficiar al gobernador Kicillof en un tongo más?", dijo la vicepresidenta en redes sociales. “¿Cómo pudieron traicionar así a los argentinos que los votaron eligiendo a Milei y que delegaron en ellos la oposición a Kicillof? Siento vergüenza e indignación. ¡Devuelvan las bancas!”.

No se trató solo de una rabieta. Fue más bien un signo de debilidad política en el que Villarruel se sintió expuesta. Sucede que en el bloque Unión Renovación y Fe, integrado por nueve legisladores, tiene en su haber dirigentes que fueron electos a través de las listas de La Libertad Avanza y también por un vínculo directo con la vicepresidenta. 

Del mismo modo, todos hemos sido testigos de cuanto se ha escrito sobre las diferencias de pensamiento existentes entre Usted y el Presidente. Jamás se nos ocurriría pedirle que devuelva el cargo para el que fue electa", respondieron quienes representan a los partidos más pequeños que oficiaron de garantes para que LLA pueda presentarse en la Provincia.

Quien estaba más identificada con Villarruel es la diputada Constanza Moragues quien ingresó a la Legislatura en 2021. El vínculo hoy está roto. Y la legisladora se ocupó de aclararlo: “Trabajé a su lado dos años. Se convirtió en un jamoncito entre el Presidente y la hermana (Karina Milei), que la termina reduciendo a esa expresión paupérrima de la política a través de las redes sociales. Nosotros trabajamos para el partido que ella conducía y al que ella se desprendió por Twitter, porque ni siquiera dio la cara”. Y cerró: “La vergüenza y la indignación la siento yo con ella. Personalmente y políticamente”.

Rumbo al 2025

Villarruel hoy enfrenta un camino complejo rumbo al 2025. Sabe que para ganar poder territorial necesita generar nuevos vínculos. De ahí la aparición de una dirigente como Claudia Rucci, a quien designó en enero pasado al frente del Observatorio de Derechos Humanos de la Cámara alta del Congreso de la Nación y con quien ya salió a caminar por el Gran Buenos Aires.

"Estamos seguros de que este es el camino y estamos trabajando para que cada paso sea el correcto, cuenten conmigo en todo momento y háganme saber todo para encontrar las verdaderas soluciones a lo que está pasando”, sostuvo, en su momento, Villarruel en Pilar acompañada de Rucci y de dos concejales: uno del PRO y otro vecinalista.

Rucci, quien armó durante las últimas elecciones en favor de la precandidatura de Horacio Rodríguez Larreta, hoy se encuentra trabajando para Villarruel. Y tiene la intención de generar un desarrollo territorial. La mirada está puesta en la primera y en la tercera sección electoral en parte del peronismo no kirchnerista y también en aquellos partidos locales que, en los últimos comicios, ganaron fuerza.

Fueron varios los dirigentes peronistas que dieron a conocer que gente de Villarruel empezó a construir más allá de Milei. “No sabemos a que juega, Victoria”, fue la respuesta que encontró días atrás Data Clave cuando consultó con una pata importante de la dirigencia de La Libertad Avanza en Buenos Aires. 

Ella no forma parte del partido y no fue invitada”, dejaron en claro sobre el acto de afiliación que se realizó en Morón del que participaron los principales armadores de lo que será la nómina del 2025, donde La Libertad Avanza tendrá que ver cómo se mueve Villarruel y también Patricia Bullrich

Cabe recordar que Villarruel pertenece al Partido Demócrata. Es su presidenta pese a que semanas atrás, durante una discusión por redes sociales con el dirigente social Juan Grabois, quien la chicaneó con la falta de presentación de aportantes y la rendición de gastos del partido. “Hace tiempo renuncié formalmente al PD sin usar los recursos del Estado para hacer política”, respondió la vicepresidenta de la Nación. Sin embargo, nunca notificó su decisión, lo que provocó un revuelo interno.

Se trató más de una expresión de deseo que de una verdad. En las últimas horas, Villarruel convocó a un junta partidaria para el próximo viernes 19 de julio con el fin de oficializar su salida y nombrar a su reemplazante. Un movimiento que generó bronca hacia adentro de un partido próximo a cumplir los 93 años de vida.