Ruido en JxC por Ganancias: entre el rechazo del PRO y la postura distante de la UCR
Referentes del PRO salieron a cuestionar la posibilidad de apoyar en Diputados la eliminación del impuesto pero no todos piensan lo mismo al interior del interbloque. Radicales esperan y desafían a la conducción del partido amarillo. “Quiero ver el proyecto”, dijo un diputado del bloque UCR con silla en la comisión de Presupuesto y Hacienda. ¿De dónde puede sacar votos el oficialismo?
Tal como adelantó Data Clave, el interbloque Juntos por el Cambio tuvo reacciones distintas apenas conocido el anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa, sobre el impuesto a las ganancias. La idea del oficialismo de llevar una eliminación para la cuarta categoría al Congreso requiere de acuerdos y una parte de la oposición ya marcó la cancha, pero no toda.
Lo que se cocina en Diputados es lo mismo que estamos viendo en el Senado con el tema alquileres. El radicalismo sintió el impacto del resultado electoral en las PASO y cuestiona el rédito de jugar a profundizar la grieta con el kirchnerismo. “¿Cuántos votos nos dio?”, se cuestionaron en la Cámara alta mientras acompañaron el dictamen de Alquileres Temporarios que la candidata Patricia Bullrich pidió rechazar.
El PRO salió a los pocos minutos del anuncio del Gobierno sobre un proyecto de ley sobre Ganancias al Congreso. Mauricio Macri habló en contra de la propuesta de Massa en una entrevista televisiva. Por ser un tema tributario, tiene como Cámara de inicio Diputados. El presidente de la bancada PRO, Cristian Ritondo, tuvo una reacción similar y manifestó en las primeras horas que la medida de Massa es “humo electoral”.
Al tiempo, bajó un cambio. “Cuando el Gobierno mande el proyecto ahí veremos qué tiene dentro. Si se trata de un proyecto serio, responsable, con baja del gasto y del déficit, que permita esa reducción del impuesto a los ingresos más altos, o si van a meter más maquinita o crear nuevos impuestos”, dijo para sintetizar lo que puede ser el principal argumento contra la medida.
El radicalismo marcó distancia desde el primer momento pidiendo tiempo para conocer la letra de la iniciativa y guardando silencio. “No hay respuesta aún”, dijeron fuentes parlamentarias con acceso a los principales despachos. Un diputado con banca en la comisión de Presupuesto y Hacienda aseguró que “hay que ver el proyecto” antes de dar una definición.
Consultado por Data Clave en la previa de una de las comisiones del día en Diputados y ante la consulta de si habría una coincidencia con el PRO en caso de rechazar el proyecto de Ganancias, un referente del radicalismo coincidió: “Yo quiero ver las cosas”.
El legislador que avaló la postura anticipada el lunes por su bloque dio una pista de donde viene la cuestión al interior de la coalición opositora. “Cuando era chico me llevaban a los sopapos, ahora no, ya estoy grande”, agregó. En el interbloque, radicales están cansados de los reiterados intentos del PRO por marcar la agenda al resto de los bloques. Y se nota.
En los bloques Federales, Juan Schiaretti, gobernador de Córdoba y líder de los diputados de Córdoba Federal ya alzó la voz para imponer agenda en el tema. “Nosotros estamos de acuerdo con bajar la carga impositiva a trabajadores y al sector productivo. Es poco serio e irresponsable hacer anuncios electoralistas con la plata ajena: el 61% de lo recaudado del Impuesto a las Ganancias es de las provincias”, el punto de la compensación a las provincias será clave y la llave para los votos de los bloques por fuera de la grieta que pueden garantizar la suerte del proyecto.
Empleados de los diputados suman presión
“Están todos los mensajes desafiando a Massa para que mandé el proyecto”, dijo una asesora de diputados opositores. La medida podría aliviar a parte de la planta permanente de la Cámara baja pero sus jefes, al menos una parte de ellos, anticipan un rechazo. “Hay que decir que es humo electoral y exigir la compensación para las provincias pero no podés no votarlo”, consideró una colaboradora del bloque.
Los empleados de los propios diputados se verían beneficiados por la medida que sus jefes, por clima electoral, ahora se niegan a apoyar.