Renunció el presidente del INTA y temen que se profundice el ajuste en la planta de empleados
El gobierno lanzó un plan de retiros que tuvo poca aceptación. Rumores sobre venta de propiedades.
El presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Juan Cruz Molina, presentó su renuncia al cargo, en medio de un proceso de achicamiento de la planta de empleados del organismo, que comenzó semanas atrás con un plan de retiros voluntarios para quienes tuvieran más antigüedad.
Según fuentes cercanas al funcionaria saliente Molina, se señaló que tuvo "alguna diferencia" entre los pedidos del Ministerio de Economía y su propuesta de gestión. La carta de renuncia se la envió al ministro Luis Caputo.
La motosierra del presidente de ultraderecha Javier Milei llegó a varios programas del INTA, como el ProHuerta, que durante años promovió el cultivo de frutas y hortalizas entre las familiares y pequeños productores.
Sus responsables fueron despedidos, lo mismo que muchos trabajadores del programa Cambio Rural, que realizaban tareas de divulgación e innovación entre los productores agropecuarios. Luego llegó el plan de retiros.
"Por medio de la presente me dirijo a usted con el fin de presentar mi renuncia al cargo de presidente del INTA, quedo a su disposición y del Presidente de la Nación. Agradezco especialmente al Consejo Directivo Nacional del INTA y a nuestro equipo por su dedicación y compromiso", señaló Molina en su carta.
En una carta que difundió el martes, añadió: "Me siento orgulloso de los logros alcanzados y confío en que el INTA continuará trabajando al servicio de la Argentina, por el bienestar de los productores y la sociedad toda”.
El ahora ex presidente del INTA dirigió su carta de renuncia al ministro de Economía, Luis Caputo y no hacia el presidente Javier Milei y, al ser consultado por el medio Bichos de Campo reconoció: "Tuve alguna diferencia entre los pedidos del Ministerio y mi propuesta de gestión".
"Estoy agradecido por la oportunidad, orgulloso de trabajar en INTA y quedé a disposición para la transición”, aseveró Molina. Si bien no se dieron a conocer los motivos de su alejamiento, trascendió que el detonante de la renuncia habría sido la presión de Caputo para que el INTA profundice el ajuste, achicamiento y retiro voluntarios de sus empleados.
En el último mes se lanzó un retiro voluntario para intentar reducir su plantel actual de unas 6.700 personas en unos 900 puestos y ese operativo fue renovado hace pocos días, debido a la escasa acogida que tuvo entre el personal, ya que, apenas se habían inscripto unos 250 empleados.
“La pretensión de los que manejan la motosierra es que, entre retiros y jubilaciones, se alejen unas 1.500 personas”, precisó el sitio Bichos de Campo. Y al mismo tiempo circulan versiones sobre la venta de algunas propiedades del organismo.