Por falta de consenso y diálogo, el gobierno desistió de las extraordinarias en diciembre
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó que no hay acuerdos con la oposición para convocar al Congreso en diciembre. El oficialismo analiza un llamado en febrero para tratar su agenda.
El Gobierno Nacional confirmó que no habrá sesiones extraordinarias en diciembre debido a la falta de consenso con los bloques opositores para avanzar en el tratamiento de temas clave para la gestión. En conferencia de prensa, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue contundente: "No están los acuerdos que nos permitan definir un temario para sesionar este mes".
El funcionario explicó que la situación de minoría parlamentaria complica las negociaciones: "Todos conocen cuál es nuestra realidad en el Congreso. Dependemos de construir acuerdos previos para avanzar", señaló.
El anuncio contradice lo publicado días atrás por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien había anticipado en redes sociales que las sesiones extraordinarias se realizarían entre el 5 y el 27 de diciembre. Según trascendió, el mensaje buscó presionar a la oposición y medir su disposición a negociar. Sin embargo, las respuestas no fueron las esperadas.
Desde Casa Rosada aseguran que la reforma electoral, que incluye la eliminación de las PASO y cambios en el financiamiento de los partidos, es uno de los principales puntos de discordia. "La mitad del PRO está a favor, pero el radicalismo y otros bloques no acompañan", indicó una fuente cercana al Gobierno.
Otros proyectos, como la Ley Antimafias y el de reiterancia penal, impulsados por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, tampoco cuentan con el respaldo suficiente para avanzar en el Congreso.
Francos no descartó por completo la posibilidad de sesiones este mes, pero aclaró que es improbable: "Hoy, las chances son mínimas. Quizás en febrero podamos convocar si los interlocutores logran construir los consensos necesarios".
En los pasillos del poder, algunos señalan que la jugada del Ejecutivo fue una forma de marcar posición frente a la oposición. "Queríamos demostrar que estábamos listos para sesionar y empujar a los otros bloques a moverse", comentaron desde el entorno presidencial.
Mientras tanto, la agenda parlamentaria se mantendrá en pausa hasta nuevo aviso. Para febrero, los temas en carpeta seguirán siendo los mismos, aunque con la posibilidad de sumar otras iniciativas si el contexto político lo permite.