Milei entre empanadas y abucheos: la reacción tras apoyar a un youtuber agredido
El presidente fue repudiado en Avenida Callao al visitar el local donde se refugió el influencer Fran Fijap tras ser agredido durante la marcha contra el veto a la Ley de Financiamiento Universitario. La visita estuvo marcada por insultos de los transeúntes, mientras Casa Rosada difundía imágenes de un encuentro distendido.
Durante el mediodía de hoy, el presidente Javier Milei vivió un tenso momento en pleno centro porteño mientras realizaba una visita inesperada a un local de empanadas. La intención del mandatario era agradecer a los empleados del comercio que el día anterior le habían dado refugio a Fran Fijap, un influencer y militante libertario que fue agredido en la marcha contra el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. Sin embargo, su aparición en la Avenida Callao no pasó desapercibida y generó una oleada de abucheos e insultos de los transeúntes.
Fran Fijap había sido atacado por manifestantes el miércoles, tras acercarse de manera provocativa a la movilización que se realizaba en rechazo a la ratificación del veto de Milei en el Congreso. El youtuber fue perseguido y recibió golpes hasta que logró refugiarse en el local de empanadas, donde un policía de civil lo protegió con gas pimienta frente a los enojados manifestantes. El episodio no terminó allí, ya que la intervención policial escaló en represión, dejando al menos 16 heridos y varios detenidos.
Al día siguiente, en un intento por mostrar su agradecimiento, el Presidente decidió visitar Brozziano, el comercio que había socorrido al influencer. Pero la recepción que tuvo Milei no fue la esperada. Mientras se tomaba fotos con los empleados y saludaba a las trabajadoras, en las calles se oían gritos que lo acusaban de “traidor a la patria”. Los transeúntes expresaron su indignación por las políticas del mandatario, en particular su veto a la ley de financiamiento de universidades públicas.
Por su parte, desde Casa Rosada se intentó suavizar el impacto de la situación. En la cuenta oficial de la Presidencia se difundieron imágenes de un encuentro distendido, en el que Milei aparecía conversando y comprando empanadas, sin hacer mención a los incidentes ocurridos en el exterior del local.
Este episodio pone de relieve la creciente tensión social que enfrenta el gobierno de Milei, especialmente en relación con sus decisiones en materia de educación pública. El veto a la Ley de Financiamiento Universitario, que había sido aprobado por el Congreso, ha generado críticas desde diversos sectores, incluyendo sindicatos, organizaciones estudiantiles y partidos de la oposición. El blindaje del veto por parte de Diputados no ha hecho más que avivar la polarización en torno a la figura del presidente y sus políticas de ajuste.
Mientras la situación política se complica, la seguridad en las movilizaciones sigue siendo un tema de preocupación. La represión en la marcha del miércoles, que involucró a las cuatro fuerzas federales, ha sido ampliamente criticada por su desproporción. A pesar de la presencia masiva de agentes, los disturbios y enfrentamientos no pudieron evitarse, lo que pone en duda la eficacia de los operativos desplegados bajo el mando de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Los incidentes también reflejan el delicado equilibrio que enfrenta Milei entre su base libertaria y un creciente descontento popular, que parece intensificarse con cada decisión controversial que toma.