El presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, visitará este viernes San Martín, distrito gobernador por Fernando Moreira y que es conducido por el ministro de Insfraestructura, Gabriel Katopodis. Y la noticia no cayó bien en el distrito del conurbano. Los motivos son varios. 

El diputado nacional y líder de La Cámpora se presentará a partir de las 17 junto al exlegislador nacional y principal referente del Movimiento Evita a nivel local, Leonardo Grosso, quien dio a conocer la novedad y dejó una frase como título del encuentro: Enderezar al peronismo, desde abajo para volver a construir un futuro para nuestra Patria”.

El anuncio se dio a conocer apenas días después de que se supiera que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, también se presentará en San Martín para celebrar los cinco años como mandatario a través de un acto en el que buscará dar la talla nacional para llevar adelante, según pudo saber Data Clave, un cuadro de situación de su gestión provincial en contrapartida de lo que sucede a nivel nacional con la presidencia de Javier Milei.

Para colmo, Máximo fijó fecha de encuentro con los máximos representantes de Unión por la Patria para ese mismo día en Moreno. Allí, aseguran, estará presente la presidenta del PJ nacional, Cristina Fernández; el líder del Frente Renovador, Sergio Massa; y se espera que Kicillof también participe, entre otros dirigentes.

El doble movimiento de Máximo golpeó hacia adentro del kicillofismo. La lectura de lo sucedido no es la mejor. “Me pareció innecesario. Axel es hoy nuestro principal dirigente para pensar en un 2027 diferente”, le dijo a Data Clave un concejal local. Cabe recordar que en las últimas horas, el ministro de Desarrollo para la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque también salió a aclarar ciertas cuestiones hacia adentro. "Estamos frente a una situación muy delicada y la fortaleza de Axel no puede ser un problema”, sostuvo.

A Axel hay que cuidarlo y nadie se tiene que poner nervioso”, manifestó. Y agregó, a modo de indirecta, que “gobernó cuatro años en la provincia, ahora un año más. ¿Alguien puede creer que gobernaba llamando por teléfono para preguntar?”. La referencia tuvo destinataria: Cristina Fernández.

La situación es incómoda para todos. Y el objetivo, también. Lo que se está poniendo en juego, luego de la proclamación de CFK, es la línea de conducción a seguir. Más allá de la ascensión de la expresidenta, el kicillofismo reclama ser una voz importante en la mesa de decisiones de lo que será el cierre de listas para las legislativas del 2025. El análisis es matemático: “Si Kicillof va a ser nuestro candidato a presidente en 2027, tiene que tener un Congreso que le calce a medida”, asegura un diputado bonaerense en diálogo con este medio.

Desembarcos

La recepción de Máximo en San Martín estará a cargo del Evita, el movimiento con el el presidente del PJ mantiene una alianza. Pero no en su totalidad. Hay dirigentes como Gildo Onorato que pujan en favor del mandatario provincial. Lo cierto es que el Evita tendrá un doble reconocimiento de parte del titular de La Cámpora.

En primer lugar, Máximo aceptó la invitación de la línea conductora de San Martín. Y por el otro, puso como lugar de encuentro para la unidad a Moreno, el distrito donde gobierna Mariel Fernández la única intendente del Evita. Se trata de una reconfirmación de un pacto que sigue sólido.

Sin embargo, la visita al distrito lindero con CABA tendrá su repercusión. Tal como sucedió días atrás con la visita en Berazategui, donde manda Juan José Mussi, otro de los intendentes que promueve a Kicillof; el titular de La Cámpora pondrá ambos pies en el territorio donde Katopodis es figura central.

El ministro bonaerense se muestra siempre como un nexo coordinante entre los diferentes corrientes que formar parte de UxP. Pero trabaja cerca del gobernador. En las últimas horas, el funcionario provincial manifestó que “Kicillof no tiene ninguna pelea con el kirchnerismo”. Con esa frase invirtió la ecuación y dejó abierta la idea de que el conflicto es al revés.

La visita se da también en el marco del conflicto que mantienen Mayra Mendoza y Jorge Ferraresi, intendentes de Quilmes y Avellaneda, respectivamente, por los desembarcos de este último en distritos donde gobierna La Cámpora. Se trata de una compulsa que tiene mucho de presente pero también de futuro: ambos se ven como candidatos para reemplazar a Kicillof en 2027.