Lucía Klug: "Sin estabilidad social, no va a haber estabilidad económica y política"
La diputada provincial del Frente Patria Grande dialogó con Data Clave en medio de las tensiones con el Frente de Todos por su giro a la “ortodoxia”. El espacio de Juan Grabois no descarta romper el interbloque y conformar sus propios espacios. “Implementamos el dólar soja y premiamos la especulación, pero no somos capaces de pensar estrategias para solucionar la vida de los que menos tienen”, lanzó la legisladora.
La diputada provincial por el Frente Patria Grande, Lucía Klug, dialogó con Data Clave en medio de las tensiones con el Frente de Todos por su último giro hacia la “ortodoxia” con las últimas medidas económicas anunciadas por Sergio Massa.
Klug, la voz de Juan Grabois en la Legislatura bonaerense, explicó cuáles son las diferencias que hay entre su espacio y los socios de la coalición oficialistas, hoy encaminados en un “nuevo” rumbo económico que apunta a ordenar la macroeconomía y contener al mercado para evitar una devaluación.
En ese marco, Klug le dijo a este medio que siguen insistiendo con la implementación del Salario Básico Universal, pero que es apenas una herramienta para discutir la redistribución del ingreso con el Gobierno. “Implementamos el dólar soja y premiamos la especulación, pero no somos capaces de pensar estrategias para solucionar la vida de los que menos tienen”, lanzó la legisladora.
Data Clave: ¿Cómo está la situación del Frente Patria Grande dentro del Frente de Todos tras la llegada de Sergio Massa y su plan económico?
Lucía Klug: Los últimos anuncios no eran lo que esperábamos y lo planteamos en el último comunicado. Se vienen sucediendo cambios de ministros, ya tuvimos dos en menos de un mes y esperábamos un gesto hacia los compañeros y los ciudadanos que peor la están pasando. Esos que peor la están pasando son los trabajadores de la economía popular, el sector indigente que son 4.000.000 de personas y los sectores tanto informales como hasta formales que no llegan a fin de mes. No hay prioridad más grande para un Gobierno popular que no sea eso. Por eso decidimos rediscutir nuestro vínculo, ya que la política que están ejecutando no nos termina de contener. Pareciera que los anuncios de los dos nuevos ministros van dirigidos a contener a los mercados y calmar a los sectores de poder que hoy están especulando con el hambre del pueblo. Desde nuestro pequeña fuerza legislativa lo haremos saber y mostraremos una versión contraria, que podría llegar a lanzar nuestros propios bloques en la Cámara de Diputados.
DC: ¿El fugaz paso de Silvina Batakis sienten que fue porque no tuvo la fuerza de encabezar un “ajuste” como sí lo puede expresar Sergio Massa?
LK: La figura de Batakis respecto de la de Massa tiene una diferencia sustancial, que es el peso político. Ahora está todo mucho más concentrado en el ministerio de Economía y se le dan mayores atribuciones. El giro hacia la ortodoxia no depende de los nombres, sino de las definiciones de la coalición de Gobierno. Tuvimos una experiencia con (Martín) Guzmán poco fortuita y bueno, tanto Batakis como el ministro actual salieron a decir que al Fondo le vamos a pagar… Estamos en medio de esa discusión y disputa y el Frente Patria Grande decidió hacerla pública, porque muchos sectores quedamos afuera de la medida. Estamos utilizando nuestras herramientas para marcar las disidencias y analizar cómo seguir.
DC: ¿En qué queda su situación con respecto al Frente de Todos? ¿Cómo harían después para reclamar lugares en las listas si terminan yendo en contra de lo que expresa la coalición? A eso se le suma que el oficialismo tiene los números muy justos en la Cámara de Diputados como primera minoría…
LK: Es nuestra estrategia legislativa, que es armar nuestros bloques o interbloques en el caso de que se pueda, no quiere decir romper definitivamente… Seguimos siendo parte de la coalición de Gobierno, pero eso no significa mostrar nuestras disidencias. Esto es un mecanismo completamente común y en la Cámara ha existido en distintos momentos de la historia. Acá se está levantando mucho la posición del Frente Patria Grande, cuando acá hay un debate de fondo. Esto no se nos ocurrió porque sí, lo que queremos es que se implementen políticas para las minorías. Ni siquiera no es por una cuestión moral o ideológica nuestro planteo, es absolutamente práctico para que haya un shock redistributivo para los sectores humildes que ya no pueden esperar más para que se estabilice la economía. Sin estabilidad social no va a haber estabilidad económica y política.
DC: ¿Analizan la posibilidad de que los movimientos sociales se lancen como partido político? El Movimiento Evita ya está lanzado y proponiendo candidatos. Sin embargo, hace poco Emilio Pérsico dijo que no era momento de distribuir y que la misión es “calmar a los mercados”…
LK: Con lo que acabas de decir sobre lo de Pérsico está el primer obstáculo para un ejercicio político de ese estilo. Nosotros no estamos de acuerdo con eso, básicamente. Nosotros lo que estamos diciendo todo lo contrario.
DC: ¿Hoy se siguen sintiendo más cerca del Frente de Todos que del Frente de Izquierda Unidad, por ejemplo?
LK: Si, si (risas).
DC: No fue una chicana…
LK: Si, lo entiendo. Hay cosas en las que estamos de acuerdo con los compañeros del FIT. Hace poco presentamos juntos un informe de los Derechos Humanos en Jujuy, que es una situación muy alarmante. También había diputados de La Cámpora y el peronismo. Nosotros seguimos en el Frente de Todos y estamos reevaluando nuestro vínculo, nada más.
DC: ¿El reclamo central es por el Salario Básico Universal?
LK: Es una propuesta que pusimos sobre la mesa que sería interesante para apaciguar la crisis, pero tampoco es que o toman esta medida o nos vamos. Es un instrumento para discutir políticas, también proponemos que haya un ingreso por lo menos para los sectores más damnificados. Tiene que haber un piso de consenso de que no haya indigencia en Argentina, eso no se puede legitimar en un Gobierno popular. Por lo menos que haya una medida para las 4 millones de personas que no tienen nada para comer.
DC: ¿Hablaron con legisladores del Massismo? ¿Por qué no se instala el debate en el Congreso?
LK: El Salario Básico Universal lo discutimos con todos los actores de la coalición. No nace de un repollo esta definición de revaluar nuestro vínculo, tuvimos varias instancias de diálogo. Que no se discuta en la comisión es porque hay muchos sectores que están reclamando medida y se está buscando un equilibrio. Hay toda una cuestión del déficit y los que no quieren esta medida dicen que podría ser contraproducente. Yo creo que la cuestión principal es lo caro que podría llegar a ser. Nosotros no lo vemos así, creemos que con medidas concretas y yendo a buscar la plata, lisa y llanamente, se puede dar. Hay que tener la decisión política de tocar algunos intereses. Además, el proyecto plantea un reordenamiento de los “malditos planes”, que se podrían reordenar bajo el SBU y que incluso simplificaría la aplicación del mismo y ahorraría unos costos extras, que sería del 2% del PBI. Si no está la plata para hacerlo para 8 millones de personas, empecemos a implementarlo por lo menos por segmento. Hay que ser ingeniosos y tener voluntad política y coraje. Implementamos el dólar soja y premiamos la especulación, pero no somos capaces de pensar estrategias para solucionar la vida de los que menos tienen.
DC: ¿Cómo está la situación de Juan Grabois con el Gobierno luego de estas tensiones?
LK: Juan está como todos nosotros, en la línea de plantear la discusión. Es un momento donde hay que jugar fuerte y hacernos fuertes desde nuestro pequeño espacio. Para eso militamos, nosotros somos consecuentes con nuestras ideas. Lo haremos funcionar y valer a través de nuestras vocerías y de nuestra militancia.