La Convención Nacional de la Unión Cívica Radical decidió suspender las afiliaciones de los diputados nacionales que acompañaron el veto a la reforma jubilatoria. Se trata de Mariano Campero, Pablo Cervi, Martín Arjol y Luis Picat, quien el día anterior a la sesión en el Congreso se reunieron con el presidente Javier Milei en Casa Rosada. 

Las autoridades de la UCR se reunieron de urgencia para definir la sanción contra cuatro de los cinco legisladores porque el restante, el correntino José Tournier, si bien está dentro del bloque en la Cámara baja, no está afiliado al partido. La decisión fue tomada por el presidente de la Comisión Nacional radical, Gastón Manes, y el secretario general Hernán Rossi, quienes dejaron en suspenso la afiliación de los diputados y la pérdida de los derechos partidarios. 

Asimismo, se decidió investigar la situación de Roxana Reyes, diputada por Santa Cruz, y Gerardo Cipolini, representante de Chaco, quienes se ausentaron al momento de la votación. El Tribunal Nacional de Ética del radicalismo estudiará si sus conductas incumplen con el artículo 53 de la carta orgánica de la UCR, que faculta a la Convención para denunciar “fallas en la conducta de los afiliados y dirigentes partidarios de todos los distritos cuando por su investidura lesionen la dignidad del partido”. 

X de Convención Nacional UCR

El tercer punto de la resolución adoptada esta tarde insta a las autoridades del partido, a los jefes de bloque legislativos y a los gobernadores a conformar una mesa de diálogo con el objetivo de “evitar que se repitan” situaciones como la que protagonizaron los legisladores.

La medida fue adoptada por 11 votos a 1. El único voto negativo fue de Andrés Lombardi (Mendoza), que responde al sector radical que conduce el gobernador Alfredo Cornejo, cercano a la gestión libertaria. 

Según detallaron fuentes parlamentarias a Data Clave, un grupo de diputados de la UCR había pedido en una carta que se discutan posibles sanciones. La solicitud la reiteraron en el chat y pidieron reunirse mañana, sin los diputados sancionados, y analizar lo que dice la Convención. Inclusive, algunos llegaron a pedir que los expulsen del chat interno hasta que se defina la situación.

Algunos legisladores apuntaron directamente contra el cordobés Rodrigo de Loredo y hasta llegaron a pedir que le quiten la presidencia del bloque de Diputados. Según le confirmaron a este medio, De Loredo todavía no respondió.

En este sentido, la mendocina Pamela Verasay, integrante del “Grupo Malbec”, afirmó que presidir la Unión Cívica Radical “debería tratarse de escuchar la voluntad de la sociedad, construir consensos y comprender realidades territoriales” y no de “utilizar una conducción transitoria y débil para imponer un pensamiento disfrazado de verdad absoluta”. 

X de Pamela Verasay

Los votos de los cinco diputados radicales fueron clave para que el Ejecutivo pueda sostener el veto a la reforma jubilatoria. Del encuentro en Casa Rosada habían participado, además del presidente de la Nación, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, los ministros de Defensa, Luis Petri, y de Seguridad, Patricia Bullrich, y el subsecretario de Programación Federal y Articulación Legislativa, Martín Matzkin.

En declaraciones a Radio 10 luego de la sesión, Pablo Cervi explicó que cambiaron su voto por “el costo que traería al país” y "la necesidad de tener responsabilidad fiscal". Pese a haber defendido el proyecto de movilidad jubilatoria en un principio, manifestó que originalmente los datos que tenían era un costo que "ahora vemos que se puede disparar”. Además, aseguró que la reunión con el presidente Javier Milei le expuso realidades en la cara que él entiende porque viene “del sector privado”.