Los históricos conflictos de la UCR, en medio de una posible fractura por el veto presidencial
La diputada radical Danya Tavela advirtió sobre la posibilidad de una ruptura en el bloque de la UCR por la votación del veto presidencial a la reforma jubilatoria, señalando que los legisladores que apoyen la medida de Javier Milei podrían ser expulsados del partido. El tema de las jubilaciones se ha vuelto un punto de inflexión para el partido, que históricamente ha mostrado tensiones internas en momentos clave.
La Unión Cívica Radical (UCR) vuelve a estar en el centro de una nueva tensión interna, esta vez debido al tratamiento del veto presidencial a la reforma jubilatoria impulsada por Javier Milei. Danya Tavela, diputada nacional por la UCR, fue contundente al advertir sobre la posible ruptura del bloque si algunos legisladores deciden apoyar la postura del Ejecutivo. "El tema de las jubilaciones es central", afirmó en declaraciones a Radio Splendid, reflejando la importancia que este debate tiene para el partido.
Tavela destacó que, aunque dentro de la UCR conviven diversas posturas, el partido sigue siendo un espacio que representa un "movimiento popular". En ese marco, subrayó la importancia de rechazar el veto presidencial, que considera una amenaza para los derechos adquiridos por los jubilados. Además, la diputada mencionó que la convención nacional de la UCR instó a los diputados a mantener su voto original en contra del veto y advirtió sobre posibles sanciones, incluida la expulsión, para quienes desoigan esta instrucción.
La advertencia de Tavela refleja el clima tenso dentro del partido, donde ya se habla de la posibilidad de activar el tribunal de disciplina para aquellos que decidan acompañar la medida de Milei. Esta situación trae recuerdos de anteriores fracturas internas dentro de la UCR, como la que se vivió en 2007, cuando la Coalición Cívica-ARI, encabezada por Elisa Carrió, emergió como una escisión del partido ante la falta de consenso en temas clave.
Otro antecedente de tensión interna ocurrió durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando sectores del radicalismo cuestionaron la falta de protagonismo de la UCR dentro de la coalición gobernante Cambiemos. Estos episodios marcan un patrón de divergencias que resurgen en momentos de crisis o en debates donde la identidad política y las alianzas estratégicas están en juego.
Tavela también destacó que el apoyo al veto podría interpretarse como un alineamiento con Milei, algo que para algunos sectores de la UCR es inaceptable. "Hay un sector de la UCR que tiene muchas ganas de ir con Milei a la elección el año que viene", afirmó la diputada, haciendo alusión a una división ideológica entre los que buscan mantener un equilibrio fiscal con sensibilidad social y aquellos que ven en el líder libertario una alternativa electoral viable.
No es la primera vez que la UCR enfrenta este tipo de dilemas. En 2001, durante la presidencia de Fernando De la Rúa, el partido también atravesó divisiones internas profundas debido a la gestión de la crisis económica. La falta de consenso llevó a renuncias y alejamientos que, en última instancia, debilitaron al partido en su conjunto.
En esta ocasión, el debate no solo gira en torno a la reforma jubilatoria, sino también al modelo de país que la UCR quiere defender. Tavela fue clara al recordar que, durante la discusión de Juntos por el Cambio, la UCR había trazado un límite con Javier Milei, al considerar que el modelo que propone el actual presidente es incompatible con los valores históricos del partido. Sin embargo, hoy muchos legisladores ven en Milei una opción electoral atractiva, especialmente en provincias donde su figura ha ganado fuerza.
El partido, según Tavela, deberá tomar una decisión clara respecto a su marco de alianzas y definir si aquellos que elijan alinearse con Milei serán sancionados. La diputada recordó que en otras ocasiones, algunos miembros del bloque ya habían optado por caminos divergentes, como sucedió con la ley de financiamiento universitario, pero advirtió que este tema “excede todos los límites”.
El futuro de la UCR pende de un delicado equilibrio entre mantener su identidad histórica y adaptarse a las nuevas realidades políticas. En los próximos días, el tratamiento del veto en el Congreso podría ser el desencadenante de una nueva fractura en el partido.