Gendarmería investiga el disparo de gas que hirió a Grillo, a la espera de órdenes para la marcha
La fuerza inició una investigación interna tras el impacto de una cápsula lacrimógena en la cabeza del reportero gráfico, a pesar de la postura que muestra públicamente Patricia Bullrich, quien hasta ahora ha respaldado a los agentes involucrados. Mientras tanto, el Ministerio de Seguridad se prepara para el operativo de la protesta en el Congreso.
La Gendarmería Nacional abrió una investigación interna para determinar las responsabilidades por el disparo de una cápsula de gas lacrimógeno que impactó en la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo, quien permanece internado en estado grave. La medida, catalogada como "actuación reservada", está a cargo de la División de Asuntos Internos de la fuerza, a pesar de la postura pública que marca Patricia Bullrich.
La decisión de abrir este expediente administrativo se da en paralelo a la denuncia presentada por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), que consideró que debía investigarse un posible delito de acción pública en la represión del miércoles pasado. No obstante esto, la ministra de Seguridad reiteró en varias oportunidades que la Gendarmería actuó dentro del protocolo, negando que el proyectil haya sido disparado en línea recta.
"La Gendarmería tiene una instrucción de no dejar que rompan todo, de defender a la sociedad. Vi todas las imágenes y ningún agente actuó fuera del protocolo", afirmó Bullrich en una entrevista televisiva. Sin embargo, en la propia denuncia que el Ministerio de Seguridad presentó ante la Justicia se reconoce que el disparo habría tenido "trayectoria horizontal", contradiciendo la versión de la funcionaria.
El abogado Fernando Soto, asesor clave de Bullrich, intentó matizar la situación asegurando que el proyectil "tuvo una trayectoria horizontal, pero producto de un rebote anterior y otro posterior". Este argumento busca desmentir la posibilidad de que el agente haya apuntado directamente contra el reportero gráfico.
Fuentes con conocimiento en la regulación del uso de este tipo de armamento explicaron que "los cartuchos lacrimógenos nunca se disparan en línea recta, siempre deben lanzarse en 'parábola' a 45 grados porque pueden ser mortales". Sin embargo, el video del hecho y la ubicación del herido ponen en duda la versión oficial.
Mientras la investigación interna sigue su curso, el Gobierno ya planifica un nuevo operativo de seguridad ante la protesta de jubilados prevista para el miércoles en el Congreso. Para eso, Bullrich encabezó una cumbre en la Casa Rosada junto a los jefes de la SIDE, Sergio Neiffert y Diego Kravetz, y el asesor presidencial Santiago Caputo. Según trascendió, el despliegue será similar al del último miércoles, con más de mil efectivos en la zona y controles en los accesos a la Capital Federal.
Desde el Ministerio de Seguridad evitaron dar detalles sobre la estrategia policial y se limitaron a afirmar que el Comando Unificado monitoreará la movilización. A diferencia de la manifestación anterior, en esta oportunidad descartan la participación de grupos de hinchas de fútbol, lo que podría reducir las tensiones en el operativo.