El Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) que el gobierno incluyó en uno de los capítulos de la Ley Bases y que necesita para que lleguen los dólares que aún se demoran pese al ajuste más grande de la historia es nuevo motivo de división entre los gobernadores del PJ.

“Hay muchas empresas que habían decidido inversiones y que ahora están a la espera de beneficios que no pidieron ni necesitaban: las preguntas que debemos hacernos con el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) es por qué y para beneficio de quién lo hacen”, dijo el lunes el gobernador Axel Kicillof durante una conferencia de prensa.

El mandatario bonaerense sostuvo que se trata de “un régimen que puede resultarle atractivo a algunas compañías, pero que implicaría una pérdida importante de soberanía para el pueblo argentino”. 

En ese sentido, se refirió al proyecto de radicación de una planta de Gas Natural Licuado (GNL) en el puerto de Bahía Blanca: “El proyecto ya había sido aprobado sin el RIGI: el acuerdo entre la compañías Petronas e YPF que se alcanzó en 2023 es el resultado de la planificación virtuosa del Estado que comenzó con la recuperación de YPF y la puesta en marcha de Vaca Muerta”.

“No se trata de un tema reciente, sino de un proyecto que lleva varios años: esta inversión es prioritaria para nuestra provincia y no puede quedar enredada en cuestiones partidarias y coyunturales”, aseguró.

Es que Kicillof se haya en plena disputa con el gobierno libertario que amenaza con instalar la planta de GNL en Río Negro, en lugar de la ubicación original en Bahía Blanca, justamente por la reticencia del gobernador a respaldar el RIGI.

Es que otros gobernadores del PJ tienen una postura diferente. El jueves pasado antes de irse de viaje otra vez, el presidente de ultraderecaha Javier Milei se reunió en la Casa Rosada con los gobernadores del Norte del país.

Carlos Sadir (Jujuy); Gustavo Sáenz (Salta); Osvaldo Jaldo (Tucumán); y Raúl Jalil (Catamarca) visitaron al mandatario para manifestar su respaldo a la aprobación definitiva de la ley y el paquete fiscal. Todos ellos aprueban el RIGI porque consideran que puede aportar inversiones en la minería, en el litio especialmente.

El grupo compuesto por el radical Sadir; el salteño Sáenz cercano a Sergio Massa; y los peronistas dialoguistas Jaldo y Jalil tienen una postura diametralmente opuesta a la de Kicillof.

El cordobés Martín Llaryora, peronista inclasificable militante del cordobesismo, también apoya el RIGI. “Sin ser parte del gobierno, vamos a apoyar. Si es bueno para ustedes, es bueno para todos. Somos una nueva generación de dirigentes”, dijo el mandatario cordobés.

El sanjuanino Marcelo Orrego, de origen peronista aunque luego se unió a Juntos por el Cambio, es otros de los mandatarios provinciales que apoya la iniciativa. La discusión está abierta.