El poder de la IGJ: el órgano clave que define las reglas del juego institucional
La Inspección General de Justicia cobró protagonismo tras el reciente conflicto que enfrenta a la AFA con el club Talleres de Córdoba. Mientras el gobierno y la Asociación del Fútbol Argentino buscan definir elecciones internas, el organismo regulador se involucra en una lucha de poder que podría impactar en la estructura del deporte nacional.
El conflicto que tiene en vilo al fútbol argentino se desató cuando el club Talleres de Córdoba, liderado por Andrés Fassi, decidió presentar un reclamo formal ante la Inspección General de Justicia (IGJ) para frenar las elecciones en la AFA, previstas para fines de este año. Fassi argumenta que el proceso electoral que está llevando adelante la entidad madre del fútbol argentino es irregular y no permite una competencia justa entre las distintas fuerzas políticas dentro de la AFA.
La Inspección General de Justicia es un organismo estatal dependiente del Ministerio de Justicia, encargado de controlar y regular las personas jurídicas en Argentina. Su función principal es asegurar que las asociaciones civiles, fundaciones y sociedades cumplan con las normativas legales vigentes. En el caso de la AFA, su intervención puede llegar a paralizar las elecciones si se considera que no se están respetando los estatutos o reglamentos establecidos.
Esta no es la primera vez que la IGJ toma protagonismo en disputas deportivas. En el pasado, ha intervenido en otras situaciones vinculadas a clubes o entidades deportivas que incumplieron con sus obligaciones legales. Sin embargo, en el contexto actual, el organismo se encuentra en medio de un conflicto de gran envergadura que involucra no solo a la dirigencia del fútbol, sino también al gobierno nacional.
¿Quién es su titular?
“No sé por qué se opone el Chiqui Tapia a las SAD. Lo que yo le pregunto es: ¿le parece a usted sencillo que una persona que tiene una posición de poder tremendamente significativa, reciba con alegría la posibilidad de tener que compartirlo?”
Quién se preguntó eso hace apenas dos meses y medio fue Daniel Roque Vítolo, el abogado que desde diciembre maneja la IGJ.
Recibido de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), fue durante mucho años profesor. “Fui elegido como uno de los 100 juristas convocados por la Comisión Redactora designada por Decreto 191/2011 para redactar el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, Ley 26.994”, destaca él mismo en su perfil de Linkedin.
Con respecto a las SAD, Vítolo sostuvo que se han frustrado intentos porque “juegan los lobbies”. “Es decir, quienes manejan determinadas federaciones tienen una cuota de poder que, quizás, si vienen nuevos jugadores al campo de juego del negocio del fútbol, ese poder se va a difuminar, o va a cambiar, lo van a tener que compartir”, sostuvo.
En esa misma entrevista que le dio a La Nación, aseguró que Argentina “es muy conservadora” y que “es imposible cambiar las leyes”. Ahora es él quien tendrá que dictaminar sobre la demanda que presentó el presidente de Talleres. ¿Opinión cantada?
El conflicto con la AFA
El rol de la IGJ es clave en esta disputa, ya que podría frenar las elecciones internas de la AFA, lo que generaría un vacío de poder en la organización. En respuesta a la solicitud de Talleres, el presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, ha defendido la legalidad del proceso electoral y ha calificado la presentación ante la IGJ como un intento de desestabilizar la gestión actual. Según Tapia, las elecciones se llevarán a cabo tal como estaba previsto, con el respaldo de la mayoría de los clubes que conforman la AFA.
Por su parte, Fassi asegura que el proceso está diseñado para beneficiar a Tapia y sus aliados, lo que dejaría fuera de competencia a quienes buscan un cambio en la conducción del fútbol argentino. Ante esta situación, la intervención de la IGJ será fundamental para determinar si las elecciones se ajustan a las normativas legales y, en última instancia, si se pueden llevar a cabo bajo los términos actuales.
A su vez, esta intervención de la IGJ ha abierto un nuevo frente de conflicto entre el gobierno y la AFA, ya que el gobierno de Javier Milei se posiciona de manera interesada en el mundo deportivo. En este contexto, la presión sobre la AFA para que respete las normativas legales se ha intensificado, mientras que la dirigencia del fútbol intenta mantener su autonomía.
El conflicto con la AFA no es el único que tiene a la IGJ en el centro de la atención. Este organismo ha sido utilizado en el pasado para fiscalizar y sancionar irregularidades en distintas asociaciones civiles, y su papel se vuelve crucial cuando las disputas de poder se trasladan al terreno legal. La capacidad de la IGJ para intervenir en estos conflictos depende, en gran medida, del respaldo político que tenga, y en este caso, parece que el gobierno está dispuesto a utilizar todas las herramientas a su disposición para garantizar que las elecciones de la AFA se lleven a cabo bajo estricta legalidad.
Además, este tipo de conflictos en el fútbol no son nuevos en Argentina. Las elecciones internas en la AFA siempre han sido motivo de disputa, con sectores que buscan imponerse o mantener el control de una de las instituciones más influyentes del país. En un contexto donde el fútbol está entrelazado con la política, la intervención de organismos como la IGJ puede marcar un antes y un después en la conducción del deporte nacional.