“Lo que me voy a reír de Talerico la semana que viene” posteó, cerca del mediodía del 10 de enero, el titular de la cuenta de X “Milei Emperador” y con el nickname John, que todos atribuyen al asesor gubernamental sin nombramiento oficial Santiago Caputo.

Era una suerte de anuncio de lo que vendría y el corolario de una disputa personal y política, como muchas otras que gravitan sobre las decisiones de gobierno, entre Caputo y María Eugenia Talerico, la abogada y política que entre otras cosas fue la número 2 al frente de la UIF que lideraba Mariano Federici durante el gobierno de Mauricio Macri y que no deja de ser una sinécdoque de la pelea constante entre macrismo y mileísmo por porciones de poder real.

Pero hagamos un poco de historia y pongamos en contexto.

Con el nuevo gobierno ingresaron también nuevos funcionarios. Fue el caso de Ignacio Yacobucci quien asumió, a principios de año, como titular de la Unidad de Información Financiera (UIF) tras tomar licencia en la Secretaría de la Cámara Federal de Casación donde su padre, Guillermo Yacobucci, es juez y donde trabajaba en una vocalía bajo las órdenes del juez Javier Carbajo. Llegó al puesto impulsado por Mariano Cúneo Libarona y luego de pasar por un período de impugnaciones, una audiencia pública y una investigación fiscal. Tuvo también bajo su órbita la representación nacional ante el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), el Grupo de Acción Financiera Latinoamericano (GAFILAT) y el GELAVEX, el principal foro hemisférico para discutir y proponer líneas de acción para prevenir y contrarrestar el lavado de activos en toda América y que depende de la OEA.

La UIF es un ente autónomo y autárquico clave en el control de lavado de dinero producto de delitos graves como el narcotráfico, la corrupción y el financiamiento al terrorismo internacional. Y así como es parte de los organismos que mencionamos, también es parte de una red de entes similares de 170 países que conforman el “Grupo Egmont”. La ley argentina, por caso, obliga a los banco, aseguradoras, y hasta concesionarias de autos o galerías de arte a denunciar operaciones que consideren sospechosas de ser producto de lavado de activos.

El primer contratiempo para el flamante funcionario llegó cuando desde el Palacio dispusieron la salida de su vice, Manuel Tessio, aparentemente por haber representado a la UIF como querellante en la causa que investiga las irregularidades financieras de Martín Insaurralde Además y en el mismo tiempo el organismo se presentó como querellante en la causa que investiga al Polo Obrero por el supuesto desvío de fondos destinados a planes sociales y apeló la decisión de la Cámara de Casación que previamente había desligado a Ángelo Calcaterra, primo y socio de Mauricio Macri, del juicio oral en la causa “Cuadernos”. La cuestión política fue de peso: aparentemente el gobierno no ve con buenos ojos que la UIF intervenga en causas que involucre a posibles fuerzas políticas con las que necesite contar a futuro.

Yacobucci y Tessio

En octubre, y por decisión de Santiago Caputo, le impusieron a Santiago Martín González Rodríguez, amigo personal del asesor presidencial, como su segundo. González Rodriguez es un abogado de 44 años sin ninguna experiencia en lavado de activos o financiación de organizaciones terroristas, que entró para reemplazar a Manuel Tessio, quien ocupó el cargo hasta julio. La designación se sumó a la eliminación por decreto del Consejo Asesor, una decisión de Federico Sturzenegger, que condicionó la calificación de entes como el GAFI.

Precisamente desde el gobierno también apuntaron contra Yacobucci por el pobre desempeño en el vínculo con el Grupo de Acción Financiera internacional, que en octubre de 2024 aprobó el informe de Evaluación Mutua de Argentina y no evitó que el país ingresara a la denominada “lista gris” del organismo. Entrar en la lista gris supone un obstáculo considerable, ya que implica que el GAFI considera que existen deficiencias importantes en el sistema de prevención de lavado de activos y financiación del terrorismo de un país.

La cuerda siguió tensándose y el apoyo de Cúneo Libarona a Yacobucci fue diluyéndose. A fin de 2024 los resquemores políticos por el funcionamiento del organismo antilavado, que en los últimos años se usó para perseguir opositores, se transformaron en acusaciones primero y un despido después. El argumento para la salida del funcionario fue que había gastos excesivos e injustificables en tiempos de crisis, como numerosos viajes para él y una comitiva en vuelos de primera clase. Fue el mismo Cúneo Libarona, que lo había traído, quien le pidió la renuncia.

Acusaciones cruzadas y un escándalo tuitero

Las reacciones no se hicieron esperar. Mariano Federici, titular de la UIF durante el gobierno de Mauricio Macri, publicó en X, la red social donde desde hace un tiempo se dirimen todas las cuestiones políticas: “La única razón por la cual hoy desplazaron al titular de la UIF de Argentina, Ignacio Yacobucci, es porque tuvo la rectitud y valentía de cumplir con su mandato legal. Impulsó investigaciones contra corruptos y lavadores de dinero sin doblegarse ante el hecho de que esos mismos corruptos y lavadores eran los socios con los que el Gobierno pactó gobernabilidad a cambio de impunidad”. Y como si fuera poco, siguió: “A pesar de las reiteradas e indignantes intromisiones y presiones ilegales por parte de asesores del presidente y del ministro de Justicia, quienes le exigieron que ‘no investigara a funcionarios públicos’, Yacobucci actuó con integridad y determinación, desoyendo esas órdenes ilegales y honrando su deber. La bajeza de quienes intentaron someterlo, sin éxito, alcanza hoy un nuevo nivel: justifican su desplazamiento arbitrario con falsedades y acusaciones sobre supuestos incumplimientos de gestión que jamás existieron”.

Es claro que en plena puja de poder entre el macrismo y el mileísmo, salen unos y otros a pelear por el enorme poder que concentra el organismo en disputa, que en los últimos años se usó para “carpetazos” y disputas políticas internas.

Y a Federici, así como lo secundó en la UIF entre 2015 y 2019, también lo acompañó María Eugenia Talerico, que publicó en X el 16 de enero: “Lamento profundamente esta noticia. Ignacio Yacobucci es, un funcionario ejemplar al que intentan embarrar para hacer cambios que habiliten la total injerencia política en la UIF. Ahora esperemos que no se nomine a un Presidente que haya sido funcionario K o que haya apoyado a Lijo, porque cantamos BINGO!”

Así como Federici habló de las “intromisiones y presiones ilegales por parte de asesores del presidente”, en clara alusión a Santiago Caputo, una semana antes María Eugenia Talerico, en una entrevista radial, no ahorró menciones directas y dijo: "Santiago Caputo es la persona de este gobierno llamado a hacer las cosas que institucionalmente está mal. Ariel Lijo representa en este gobierno lo que pasa con Andrés Vázquez en la AFIP, lo que pasa con Edgardo Kueider cruzando una frontera, el atraso de 'ficha limpia', la negociación con los distintos senadores. Santiago Caputo es el hacedor de todas estas macanas institucionales que puede hacer que esto termine mal".

En el gobierno no ignoraban, tampoco, que Yacobucci venía reuniéndose con Elisa Carrió y que había pedido asesoramiento a Mariano Federici y a María Eugenia Talerico quien, durante 2023, había militado a favor de Patricia Bullrich.

Como respuesta a los posteos de la ex funcionaria macrista Santiago Caputo publicó la frase que mencionamos al principio: “Lo que me voy a reír de Talerico la semana que viene”.

Una semana después se difundiera en todos los medios -aunque aún no está el nombramiento oficial- que Paulo Starc estará al frente de la Unidad de Investigación Financiera, el ex marido de María Eugenia Talerico, y la cuestión empezó a tomar la forma de culebrón.

La mujer redobló y dijo al diario “La Nación”, cuando el nombramiento del padre de sus hijas era un hecho: “Es una pérdida para esa institución. Una persona capaz, honesta y que ha sido muy diligente en su trabajo (por Yacobucci). Es un problema el apetito del Gobierno por tener injerencias indebidas en este tipo de organismos. Observo con mucha preocupación la designación de un vicepresidente por ser amigo de Santiago Caputo y con relación a la designación del fiscal federal Paul Starc, con quien tengo dos hijas y de quien me separé hace 11 años. Solo diré que seguiré muy atenta al funcionamiento institucional de organismos claves en materia de investigación e inteligencia, por las denuncias de injerencias políticas indebidas que vengo haciendo”.

Quién es Paulo Starc

Si la idea es generar confianza en los organismos internacionales acerca del rol de la UIF en la investigación y combate del lavado de activos y la lucha antiterrorista, es probable que no se logre el cometido con la designación de un hombre con un historial, como mínimo, controversial.

Abogado, hombre de la familia judicial, es hijo de Luis Starc, un brigadier señalado como testaferro de Alfredo Yabrán en la sociedad OCA en la que fungió como fundador y socio y que, precisamente, estuvo severamente investigada por presunto lavado en la década del 90, antes incluso de las denuncias de Cavallo y el asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas.

Por es tiempo Paulo, a quien llaman Paul, iniciaba su carrera judicial como auxiliar superior de sexta en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nro 2 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Posteriormente, fue prosecretario administrativo en el Juzgado Federal Nro 3 y secretario a cargo de la Secretaría Nro 7 del mismo Juzgado.

A mediados de los 90 y en pleno menemismo fue nombrado Fiscal Federal Adjunto en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nro 11, donde estuvo más de una década, hasta 2006, cuando pasó a la función pública como Subsecretario de Investigaciones e Inteligencia Criminal de la Provincia de Buenos Aires durante la gobernación de Daniel Scioli, nuevamente compañero de funciones en el actual gobierno. 

Carlos Stornelli era el Ministro de Seguridad de la Provincia y fue entonces que Starc tuvo sus primeras apariciones públicas en los medios de prensa: El 14 de noviembre de 2009 los Pomar, una familia compuesta por un matrimonio y sus dos pequeñas hijas habían salido de su casa en José Mármol con la intención de llegar a Pergamino para visitar parientes. En un momento, se esfumaron. Nadie sabía nada de ellos. 

La familia estuvo desaparecida durante 24 días en los que desde los sectores que debían investigar, entre ellos el liderado por Starc, barajaron la posibilidad de que el padre hubiera asesinado a los otros integrantes de la familia, que hubieran huido a otro país acuciados por deudas e incluso, que hayan sido abducidos por un ovni. Nada de eso sucedió: el auto en el que viajaban fue encontrado por un albañil que lo vio a la vera de la ruta que inevitablemente iban los Pomar, entre pastizales.

Por la absoluta ineficacia en la resolución de este caso, que podría incluso haber evitado la muerte de los cuatro, Starc renunció y volvió al seno de la familia judicial como Fiscal Federal de Tres de Febrero.

Estuvo casado y tuvo dos hijas con María Eugenia Talerico. En la actualidad está en pareja con Eleonora Zocco, ex esposa de Gustavo Sofovich y con quien tiene a su vez un hijo, Ignacio. Eleonora tiene también otro vínculo familiar de peso: es la hermana de Viviana Zocco, la esposa de Daniel Hadad. De hecho Eleonora fue asistente personal de su cuñado durante más de 25 años, y el vínculo es de tal confianza y cercanía que es la tesorera de la firma off shore Golden Peak Corp, cuya titularidad es del empresario de medios y su esposa. 

Además, es socia de Camila Hadad, su sobrina, en la empresa de servicios administrativos, contables y de recursos humanos Workness S.A, creada en enero de 2021 y con sede en la calle Humboldt 1550, la misma dirección de Infobae. Según algunas fuentes Eleonora Zocco es también accionista y presidenta de THX Medios, la empresa que controla Infobae.

Este fin de semana del 17 al 19 de enero Paul y Eleonora están en Washington. Como flamante representante de la UIF, viajó con su esposa especialmente invitados por la productora de medios Natalia De Negri, la argentina que promovió la “Ley de Olvido” (cuya finalidad es que después de determinado tiempo los buscadores de internet borren las alusiones a la vida y carrera de aquellas personas que pueden verse afectadas por un pasado que prefieren olvidar, como ella misma, cuando se hizo popular por ser una de las chicas del “Caso Coppola”). 

De Negri, afincada en Miami desde hace casi dos décadas, es una influyente empresaria con activa participación política en agrupaciones republicanas y de derecha. Estuvo en Buenos Aires en diciembre de 2023 y participó de la gala de la CPAC, donde conoció a Javier y Karina Milei, con quienes estableció un vínculo que tuvo sus frutos.

Natalia de Negri, Eleonora Zocco y Paul Starc en Washington

Este sábado 18 Javier Milei, quien también está en USA, recibirá el premio “Titán de la Reforma Económica” que le otorgará la comunidad latina residente en ese país. Una de las organizadoras es Natalia De Negri, que no duda en decir que es “el evento del año” y que además, en sus redes sociales, confirmó no solo la presencia de Starc y su esposa sino que lo menciona como “el nuevo presidente de la UIF” en una foto que se tomaron juntos. La gira internacional y la celebración de Starc, parece, empezó antes de la formalidad de legitimar su rol en el Boletín Oficial.