“Nosotros tenemos energía de sobra, tierras frías e inhóspitas de sobra, y recurso humano de calidad. No por nada somos el país con más unicornios tecnológicos per cápita de la región. Estos tres factores combinados forman una tormenta perfecta para atraer inversiones de altísimo grado en Inteligencia Artificial (IA). Que nadie se sorprenda si la Argentina se convierte en el próximo hub del mundo. De hecho, no es casualidad que las mayores empresas del mundo estén evaluando proyectos en el país”, aventuró el presidente Javier Milei, durante su discurso al cumplirse un año en el gobierno.

Y avanzó: “Lo interesante es que el aumento de demanda de energía que implica la Inteligencia Artificial va a generar en el mundo entero un resurgimiento de la energía nuclear después de décadas de declive, y nosotros no nos vamos a quedar atrás. Vamos a diseñar un Plan Nuclear Argentino que contemple la construcción de nuevos reactores, así como la investigación de las tecnologías emergentes de reactores pequeños o modulares, manteniendo los máximos estándares de seguridad y eficiencia”.

Según el gobierno, el plan será presentado en los próximos días por Demian Reidel, jefe del Consejo de Asesores del Presidente de la Argentina, quien compartió en sus redes el probable logo para el Plan Nuclear Argentino, el cual fue diseñado por el dibujante Nik, creador del personaje Gaturro y denunciado varias veces por plagio.

X de Demian Reidel

Lo llamativo del anuncio de Milei es que el actual gobierno ya puso bajo privatización parcial a Nucleoeléctrica Argentina S.A, la empresa estatal que en el último ejercicio anual registró resultados operativos positivos por 350 millones de dólares y ya tuvo superávit operativo en lo que va de este año.

Aunque inicialmente el gobierno libertario pretendió la privatización total, el Congreso la incluyó en la lista de privatizaciones parciales. Nucleoeléctrica tiene a su cargo la operación de tres centrales nucleares: Atucha I, Atucha II y Embalse. Las dos primeras en Lima (Zárate, provincia de Buenos Aires) y la tercera en el embalse del Río Tercero (Embalse, departamento de Calamuchita, provincia de Córdoba)

El exdiputado Alejandro “Topo” Rodríguez, director del Instituto Consenso Federal, recordó que basada en la producción de las tres centrales, la compañía estatal inyecta electricidad en el sistema interconectado nacional, la red de energía eléctrica que integra a toda la Argentina.

La Central Nuclear Atucha I comenzó a operar hace 50 años y hoy cuenta con una potencia eléctrica bruta de 362 megavatios eléctricos. Su plan de modernización, iniciado hace ya varios años, permitirá sostener la operación por -al menos- 20 años más a potencia plena. 

Atucha II está operativa desde 2014 y cuenta con 745 megavatios eléctricos de potencia. El proyecto estuvo varios años parado y se terminó durante el gobierno de Cristina Kirchner, luego de que se reanudaran las obras durante el mandato de su esposa Néstor.

La planta cordobesa, Embalse, tiene 656 megavatios y mediante la ejecución de un proyecto de extensión de vida, en 2019 inició su segundo ciclo operativo por 30 años más.

Además de energía eléctrica, en Embalse se produce el “isótopo cobalto 60”, que emite energía en clave de rayos Gamma y puede ser aplicado tanto en la industria como en la medicina y la investigación.  De hecho, nuestro país es uno de los principales exportadores mundiales de “cobalto 60”.

“Es evidentemente fuerte el odio al Estado y debe ser muy atractivo el negocio, para terminar privatizando Nucleoeléctrica Argentina precisamente cuando, por tres razones fundamentales, la energía nuclear se revaloriza a nivel global: por su compatibilidad con los procesos de transición energética; porque las fuentes renovables aún no alcanzan escalas de almacenamiento suficientes; y por la incidencia de la guerra de Ucrania en la percepción de vulnerabilidad de las reservas energéticas con origen fósil”, dijo Rodríguez.

“Al mismo tiempo, Argentina se mantiene en pleno avance de sus capacidades en la materia, con una empresa pública modelo que ahora -por odio al Estado y por negocios- van a rematar. El “plan nuclear” de Milei es un negocio para extranjeros”, sostuvo el exlegislador