Año nuevo, gobierno nuevo: los desafíos de los mandatarios que rompieron con décadas de hegemonía en el Sur
En tres provincias hubo batacazo, con dos pérdidas del peronismo, una de ellas el histórico bastión del kirchnerismo. La misión de modificar el status quo y a la vez construir los consensos necesarios.
El 2023 estuvo cargado de sorpresas políticas y no solo a nivel nacional. La victoria del libertario Javier Milei en las elecciones presidenciales no fue el único batacazo. Hubo golpes de efecto más grandes en provincias gobernadas históricamente por el peronismo donde parecía imposible un cambio de gestión. Dos de ellas se ubican en la Patagonia, región que también vio caer el legado del Movimiento Popular Neuquino, que perdió por primera vez una elección ejecutiva en más de 60 años.
El primero en dar el golpe sobre la mesa fue Rolando Figueroa en Neuquén: con una fuerte impronta provincial y un esquema de alianzas a ambos lado de la grieta logró desterrar al MPN. Su carisma y conocimiento tanto en el interior como la capital fue clave para derrotar a una de las maquinarias electorales más aceitadas del país. Ahora, tiene el desafío de llevar a la práctica el cambio que le encomendó la sociedad.
Como primera tarea deberá sostener el complejo esquema de alianzas con parte del peronismo, el PRO, la UCR y hasta un sector libertario. “Neuquinizate”, fue el eslogan de campaña que sostuvo como principales banderas la defensa de la provincia y el federalismo. Se trata además de un referente del MPN que desafió a los líderes históricos del partido y los enfrentó por afuera del esquema interno. Y los venció.
Y acorde a los tiempos que corren, Figueroa acortará el gasto que representa la planta política. En una última reunión de gabinete planteo recortarla en un 50%. El Gobernador pidió aprovechar la planta estatal y pidió incorporar solo personal imprescindible “para el funcionamiento de las áreas en caso de que las funciones no puedan resolverse con el personal existente”.
En esta línea, la Legislatura aprobó la ley que impulsó Figueroa que elimina las jubilaciones de privilegio para cargos electivos en la provincia. El propio mandatario ya había renunciado a acceder al beneficio. En el ámbito regional, Rolo selló una alianza con su par rionegrino Alberto Weretilneck y serán un tándem que peleará desde la Patagonia y en el Congreso.
La segunda sorpresa llegó en Chubut, donde un peronismo dividido se ató con alambre para defender una mala gestión de Mariano Arcioni y cayó derrotado ante el joven y ascendente Nacho Torres del PRO. El arrastre de administraciones con malas decisiones y las mezquindades del PJ le abrieron la chance a Juntos por el Cambio, que se encolumnó detrás de Torres.
Nacho tampoco es un extraño en el peronismo, dio sus primeros pasos en la política de la mano del histórico tres veces gobernador Mario das Neves, pero con los años se alejó y se convirtió en referente provincial del PRO, con proyección nacional. En efecto, es uno de los que lleva la voz campante en la liga de gobernadores de Juntos por el Cambio que buscan conducir la alianza opositora.
Si algo demostró Torres en este tiempo, es su percepción del clima de época. “Voy a donar mi sueldo durante todo el primer año para dar el ejemplo”, aseguró días atrás en conferencia de prensa. "Se viene un año durísimo y los tres poderes del Estado provincial tenemos que estar comprometidos en ser austeros para garantizar que los chicos empiecen las clases, que los hospitales tengan insumos y que se lleven a cabo las obras estratégicas para la provincia", explicó.
Y también aplicará un poco de motosierra: "Vamos a presentar un proyecto de ley en conjunto con la Justicia para aplicar un esquema de austeridad y, entre otras medidas, reducir la cantidad de miembros del Superior Tribunal de Justicia", anunció Torres. Y remarcó: “Vamos a vender todos los bienes ociosos que tiene la provincia y que no se están usando. Hay dos aviones que están obsoletos y gastamos una fortuna en alquiler de vuelos sanitarios. Lo mismo sucede con un montón de inmuebles ociosos”.
En tanto, en la la última sesión del 2023 de la Legislatura de Chubut, finalmente se aprobaron dos instancias claves para la gestión de Torres: la emergencia económica y los presupuestos gubernamentales.
Y si de batacazos se habla, la derrota del kirchnerismo en Santa Cruz integra sin dudas el podio de las sorpresas del año. Históricamente favorecido por la Ley de Lemas, en este 2023 no le alcanzó y fue derrotado por un exaliado. Se trata del dirigente petrolero Claudio Vidal, que formó su propio partido, SER y forjó una alianza con el PRO, parte del radicalismo, Encuentro Ciudadano y otras fuerzas provinciales. Todos sumaron en distintos sublemas para Vidal. Les ganó en su ley.
El flamante gobernador es un viejo conocido del peronismo, pero que viene a “terminar con el kirchnerismo”. También se subió al plan motosierra y decidió vender la mayor parte del parque automotor del Estado y hasta puso en venta la emblemática residencia de El Calafate. Además, se negó a pagarle la liquidación a la exgobernadora Alicia Kirchner.
No conforme con eso, ordenó una auditoría general del Estado y aseguró que el dinero de la venta de los inmuebles se utilizará para construir escuelas. Además, intentó derogar la Ley de Lemas como una de sus primeras iniciativas en la Legislatura, aunque no logro quórum. Si bien señalaron estar de acuerdo, apuntaron la necesidad de no dejar sin ley electoral a la provincia.
En la misma sesión se esperaba tratar la reforma de la Ley de Ministerios y el Presupuesto 2024, que finalmente se aprobaron una semana después en otra sesión, ya sin la Ley de Lemas sobre la mesa de discusión. El otro dato sobre la incipiente gestión de Vidal es que formó dupla con Nacho Torres e impulsarán juntos y desde el Parlamento medidas en favor de la Patagonia Sur.
El caso es que tanto Figueroa, Torres y Vidal deberán sortear distintos obstáculos en su epopeya de enfrentar a fuerzas que ostentaron el poder durante décadas. Además, se enfrentan además al desafío de gobernar con un presidente que ya avisó que no habrá partidas extraordinarias y que amenaza con eliminar la coparticipación. El año nuevo tendrá gobierno nuevos, cargados de arduas negociaciones en todos los niveles.