"Ruptura virtual", votaciones por separado y cuestionamientos a la conducción del bloque
Tensa reunión del bloque UCR donde se discutió el funcionamiento interno tras la polémica votación por el veto a la movilidad jubilatoria. Rodrigo de Loredo defendió la continuidad de los cinco radicales libertarios pese al impulso del "sector Manes" que pide su expulsión. El único diputado que fue al asado de Olivos fue Mariano Campero, el de más alto perfil tras la última votación a favor del Gobierno.
La reciente decisión de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) de suspender la afiliación de cuatro diputados que apoyaron el veto presidencial a la reforma jubilatoria disparó la crisis interna del partido. Los legisladores Mariano Campero, Martín Arjol, Pablo Cervi y Luis Picat se encuentran en el ojo de la tormenta luego de su reunión con Javier Milei en Casa Rosada y el cambio de voto en un proyecto del propio bloque UCR, algo que para un sector “traiciona los principios del partido”.
La resolución fue impulsada por Gastón Manes, presidente de la Convención Nacional, y Hernán Rossi, secretario general, quienes votaron a favor de la suspensión con el apoyo mayoritario de la mesa directiva. Sin embargo, no todos los sectores del partido están de acuerdo con la sanción. Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza y líder del referente de una facción del radicalismo conocida informalmente como “grupo Malbec”, salió a cuestionar la medida, calificándola de "arbitraria e irracional". En declaraciones públicas, Cornejo sostuvo que esta decisión no solo profundiza la división interna, sino que pone al partido en una posición electoral desfavorable.
Cornejo no fue el único en criticar la suspensión. Rodrigo de Loredo, presidente del bloque de diputados radicales, también manifestó su rechazo. "La mesa directiva de la Convención Nacional ha actuado con irresponsabilidad y parcialidad selectiva", expresó el cordobés. Para De Loredo, la medida no se ajusta a los valores de pluralidad que el partido debería defender, y argumentó que no es la primera vez que los radicales votan de forma dividida sin que ello haya causado sanciones de este tipo.
Las tensiones dentro del radicalismo no se limitan a los diputados suspendidos. El gobernador de Mendoza también apuntó contra Martín Lousteau, presidente del partido, a quien acusó de liderar un sector minoritario que no representa a la mayoría de los simpatizantes de la UCR. Cornejo subrayó que en el balotaje de 2023, la mayoría de los votantes radicales apoyaron el proyecto de Javier Milei, por lo que las autoridades del partido deberían "leer mejor la realidad del país".
Las repercusiones por la decisión no se hicieron esperar. Campero, uno de los legisladores sancionados, respondió a través de sus redes sociales y defendió su postura. "Decidí blindar el equilibrio fiscal del Gobierno y, ante este jaque, reafirmo que pocas veces en mi vida actué con tanta convicción", señaló el diputado tucumano, quien cuestionó a Lousteau por lo que considera una "purga" dentro del partido. En la misma línea, Luis Picat también se expresó en contra de la sanción y destacó su gestión como intendente de Jesús María, Córdoba, donde aplicó políticas de austeridad y transparencia.
Este mismo martes, el tucumano confirmó asistencia al agasajo en Olivos para los 87 patriotas que defendieron el veto. “Tenemos que llevar el débito y vamos a llevar el vinito. Vamos a llevar el débito y el vinito. Olivos los últimos cuatro años fue un festival de noche, de joda y qué sé yo, y hoy en día van a ir parlamentarios a hablar de la realidad de la Argentina con una necesidad fuerte de referencia institucional hacia todos los argentinos, pero también hacia el mercado internacional, hacia los países que están viendo cómo reacciona el Parlamento en un contexto tan difícil y agresivo”, dijo en Radio Mitre. Además, en La Libertad Avanza ofrecieron unirse al bloque oficialista.
En este contexto, el diputado Pablo Juliano, mano derecha de Facundo Manes en la Cámara baja, reiteró la presión que ejerció desde el recinto contra los 5 radicales libertarios. "Los que se sacaron las fotos ya lo hicieron. Yo lo que les pido es que terminen lo que empezaron", apuntó en la previa de la reunión de la bancada de la UCR prevista para las 18 horas de este martes.
Allí, en esa reunión interna, se discutirá una carta que firmaron 11 diputados de los 33 que componen el bloque pidiendo la expulsión de los 5 radicales libertarios. De Loredo estuvo en contra de esa misiva y los “rebeldes” apuntan también contra su rol de conductor. La idea de este sector que lidera le tándem Manes-Lousteau, es que la presidencia del bloque quede en uno de los radicales “notables” que surfea la grieta interna. Julio Cobos, Mario Barletta o Atilio Benedetti son los que están en esa lista pero ninguno, a esta hora, ve con buenos ojos asumir el rol de jefe de bloque, según fuentes parlamentarias del radicalismo.
La reunión de la “ruptura virtual”
Mientras las combis que llevaron a los diputados del PRO, de La Libertad Avanza y de los bloques aliados aguardaban para partir a la Quinta de Olivos en la puerta del Congreso sobre al calle Rivadavia, en el quinto piso del Anexo, el bloque UCR realizó una intensa reunión de bloque para discutir el funcionamiento interno tras la polémica votación de la semana pasada.
Oficialmente, en un comunicado, el bloque confirmó que nadie se va del bloque y que la decisión fue por “amplia mayoría” para continuar trabajando con la integración actual “sin excluir a nadie por su manera de pensar, más allá de decisiones externas a este cuerpo que pretenden traspasar su ámbito de competencia”.
“Todas las diferentes posiciones y opiniones, por más minoritarias que sean dentro del bloque, son respetadas y tenidas en cuenta pero, como en cualquier cuerpo colegiado, deben primar las decisiones del colectivo mayoritario, sin excluir a quien piense de una manera distinta”, sentenciaron desde el bloque.
La reunión fue motivada por una carta que reunió 11 firmas de diputados radicales pidiendo discutir internamente la continuidad o no de los 5 diputados radicales ala libertaria. “El bloque en la práctica está quebrado”, afirmaron fuentes parlamentarias del sector que impulsó el pedido tras la reunión.
La posibilidad de que se fueran del bloque los cinco diputados cuestionados por el sector que lidera Facundo Manes quedó desbaratada por la conducción de Rodrigo de Loredo y Karina Banfi, con apoyo de los gobernadores del “grupo Malbec”, evadieron cualquier intento de sanciones. Los que empujaron los cuestionamientos a los cinco “libertarios internos” hicieron responsable al diputado por Córdoba por “sostener” a los diputados que juegan como “topos de LLA en la UCR”.
Esta fuerte definición sin embargo, no es suficiente para abandonar el bloque. “No queremos que le regalen el partido y el bloque a Milei”, dicen en el ala “anti libertaria” del radicalismo. De Loredo quiso apaciguar los ánimos y propuso una solución de cara a las posibles votaciones que se vienen. Que haya discusión interna previa a cada tema a tratarse en el recinto y la postura que se imponga debe ser respetada por todo el bloque. Según el ala de Manes, la moción no tuvo adhesión de los diputados “neutrales” como Julio Cobos, Mario Barletta o Roberto Sanchez y no pudo ni siquiera ser tenida en cuenta.
Ahora, el tándem Manes-Evolución (sector de Martín Lousteau) apunta directo a de Loredo y a Banfi, vicepresidenta del bloque, y consideran que no pueden seguir estando al mando. “Nunca más vamos a votar unidos como en junio en el proyecto de jubilaciones”, se retiró diciendo un diputado de esta tendencia interna. Una ruptura virtual sin ruptura formal.
Para suma otro capitulo a esta serie de desencuentros correligionarios, de los cuatro radicales, sacando al correntino Federico Tournier que es del gobernador Gustavo Valdes pero no radical, solo uno fue al agasajo en Olivos para los 87 héroes de la votación en apoyo al veto. Mariano Campero confirmó que fue “con la tarjeta de debito y un vinito”. El cordobés Luis Picat, el neuquino Pablo Cervi y el misionero Mariano Arjol estuvieron abocados a la crisis del bloque radical.
El escándalo escaló más allá de Diputados
El fuego cruzado entre los distintos sectores de la UCR refleja una interna cada vez más difícil de contener. Desde el sector alineado con la conducción de Lousteau, Hernán Rossi no tardó en responder a los críticos. En un mensaje directo hacia De Loredo, Rossi escribió: "Selectivo parece que sos vos, que te indignas porque aplicamos la Carta Orgánica, pero nada dijiste cuando los diputados del bloque del que sos presidente se sacaron la foto sonrientes en Casa Rosada tras revertir en términos ridículos su posición".
El ministro de Defensa, Luis Petri, cercano al gobierno de Javier Milei, también se sumó a la polémica con una dura crítica a la conducción del radicalismo. "Se creen los dueños de la UCR. En dos semanas, con esta conducción, el partido se queda sin afiliados", disparó, quien denunció lo que considera un "linchamiento" a quienes discrepan con la dirigencia actual.
A medida que las divisiones se profundizan, la UCR se encuentra en una encrucijada que amenaza con debilitar su posición tanto dentro del Congreso como en el ámbito electoral. Mientras algunos sectores del partido abogan por mantener una línea crítica hacia el gobierno de Milei, otros apuestan por acompañar las reformas en curso, con la esperanza de ser parte de un futuro político que consideran inevitable.
La situación está lejos de resolverse, y en los próximos días, el Tribunal Nacional de Ética deberá evaluar la posible expulsión de los diputados suspendidos. Además, se investigará la conducta de Roxana Reyes y Gerardo Cipolini, quienes se ausentaron durante la votación, para determinar si su falta de compromiso con el bloque también amerita sanciones.