¿Por qué la 3ra Sección marcará el destino de la puja entre el kirchnerismo y el kicillofismo?
Las dos corrientes enfrentadas hacia adentro de Unión por la Patria deberán acercar posiciones para no generar un quiebre . La región sur del GBA es un punto de conflicto clave para entender las diferencias.
El 2025 ya está en marcha. Y con el correr de los días, los diferentes frentes políticos abrirán y cerrarán las discusiones internas para definir cuál será la estrategia para enfrentar un proceso electoral que, a esta altura, cuenta con más dudas que certezas. Algo que, por el momento, no parece que vaya a variar mucho durante el proceso estival.
La provincia de Buenos Aires será, como siempre, la más observada. No solo por el tamaño de su padrón y su implicancia a nivel nacional sino también por ser el principal bastión con el que cuenta en la actualidad la oposición nacional. Con un problema claro: la interna que separa a quienes promueven como líder al gobernador Axel Kicillof y los que se encolumnan con la presidenta del PJ a nivel país, Cristina Fernández.
Pero no solo eso. Cabe recordar que las alianzas no oficialistas todavía no tienen definida su estrategia en la Provincia. El PRO está dividido. La UCR, también. La Coalición Cívica está a la espera. Y La Libertad Avanza pretende liderar un espacio opositor para sacarle el poder central al justicialismo. Pero no todos están de acuerdo.
Como si esto fuera poco, el mandatario provincial todavía no dejó en claro cómo se desarrollarán las elecciones. La posibilidad de que se desdoblen los comicios, existe. Sin embargo, el kirchnerismo duro no está de acuerdo. Y, sin dudas, esto será una de las principales herramientas de negociación para cerrar el armado de listas del oficialismo provincial.
Debate en el sudoeste
La tercera sección electoral deberá elegir en las próximas elecciones 18 diputados para completar las bancas que se habiliten en la Cámara baja de la Legislatura bonaerense. Con una novedad que, de seguro, tendrá injerencia: sucede que en 2021 los libertarios no contaban con la fuerza electoral que tienen en la actualidad por lo que el mapa legislativo tendrá modificaciones.
La región del sur del GBA cuenta con un total de 4.845.998 de electores, según se dio a conocer en el último censo, divididos en 19 partidos: Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Berisso, Brandsen, Cañuelas, Ensenada, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, La Matanza, Lanús, Lobos, Lomas de Zamora, Magdalena, Presidente Perón, Punta Indio, Quilmes y San Vicente.
Sin embargo, la representación local en la Legislatura no alcanza a una buena parte de los partidos. Sucede que hay distritos como Brandsen, Cañuelas, Lobos, Magdalena, Presidente Perón y Punta Indio que son devorados por los distritos más poblados del conurbano o aquellos que tienen mejor sintonía con el poder central de La Plata como Berisso y Ensenada, que están estratégicamente ubicados más allá de tener una cantidad de votantes mucho menor a la de los municipios que bordean CABA.
Con ese marco, lo que se pone en juego es la puja por la representación. Y ahí todas las corrientes de los diferentes partidos dentro de las alianzas que se conformen se cruzan de todas las maneras posibles para sacar la mejor tajada política. Para ejemplificar: en la actualidad, la tercera cuenta con legisladores de La Cámpora, el Frente Renovador, el kicillofismo, el PRO alineado a Mauricio Macri, el PRO cercano a Patricia Bullrich, La Libertad Avanza, los libertarios dialoguistas, la Coalición Cívica, la UCR de Facundo Manes, la UCR de Martín Lousteau, el PTS y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores. Lo que se dice un escenario variopinto.
Es por esto que, con que Kicillof ya lanzado para asegurarse una Legislatura a medida la presión será mayor y la compulsa interna del peronismo crecerá. Es sabido que Jorge Ferraresi, a cargo de Avellaneda, busca tener una terminal propia, algo con lo que no cuenta en estos momentos. De ahí parte de la pelea que lo enfrenta a Mayra Mendoza (Quilmes) y Julián Álvarez (Lanús), quienes pelea a través de La Cámpora para también contar con una presencia propia.
Ferraresi, en representación del kicillofismo, también lleva la voz de otros compañeros como Juan José Mussi (Berazategui), Mario Secco (Ensenada) y Fabián Cagliardi (Berisso) mientras que en Lomas de Zamora y San Vicente, Federico Otermin y Nicolás Mantegazza juegan en alianza con La Cámpora.
No es una definición fácil. Sin dudas el conflicto irá creciendo cada vez que se acerque más la fecha final para presentar las listas. Dirigentes como Fernando Gray (Esteban Echeverría), quien no se siente representando por ninguno de las dos corrientes en conflicto, o Gastón Granados (Ezeiza), que juega a varias puntas, tendrán que analizar qué estrategia llevarán adelante para ver si puede conseguir algo en su favor.
Además, el Frente Renovador pondrá sus condiciones. El massismo siempre tuvo acuerdos con fuerte representación legislativa. Y no parece que vaya a haber cambios en esta oportunidad. Más en una región en la que siente que tiene una nutrida representación aunque en menor medida de su referencia en la primera sección.
De fondo también está la pelea por la gobernación. En otras palabras, el camino hacia el 2027. Es por esto que Ferraresi, Mendoza, el propio Gray y también alguien que surja del Frente Renovador no dejarán pasar la oportunidad de representar lo más fuerte posible la sección.
Preliminares
La del peronismo no será la única contienda. La UCR bonaerense hoy está partida en dos entre aquellos que se encolumnan con el senador nacional Maximiliano Abad y quienes representan a Martín Lousteau y Facundo Manes. Hoy sin un escenario claro, el radicalismo no tiene una postura en cómo se posicionará de cara a las elecciones.
La idea de un frente opositor a Kicillof parece una opción poco probable por más que el oficialismo partidario no sea tan crítico con el gobierno nacional; mientras que la alianza de aquellos que sí cuestionan el rol de Javier Milei con el resto del peronismo tampoco parece muy probable más allá de lo expresado por Juan Grabois, quien llamó a una construcción anti Milei con Lousteau y Elisa Carrió, entre otros.
Por su parte, el PRO depende más de la línea que bajen sus principales líderes actuales: Macri y Bullrich. Mientras la dirigencia que responde a la ministra de Seguridad ya trabaja codo a codo con los libertarios, aquellos que se encolumnan detrás del expresidente esperan por una definición que tiene muchos considerandos. Y es que justamente el armado de listas es lo que muchos creen imposible de concretar con tantos intereses de por medio.