Todos somos fugadores
El dólar es la principal forma de ahorro de los argentinos, razón por la cual todos somos fugadores.
Si tenemos dólares que no están en el sistema financiero argentino, ya sea que estén en el colchón, caja de seguridad o en el exterior se consideran “fuga” de capitales. Creo que todos los argentinos somos fugadores ya que quien más, quien menos, todo el mundo tiene o tuvo un dólar en algún momento. Sabemos que para ahorrar, o firmar un contrato a largo plazo, o vender productos, es preferible hacerlo en dólares.
El General Perón preguntó en 1953 “¿alguno de Uds ha visto un dólar?” Lorenzo Sigaut en 1981 dijo “El que apuesta al dólar, pierde”. También José Luis Machinea dijo en 1989 que “Si el mercado quiere dólares, le vamos a dar con el látigo”, y todos recordamos que no se cumplió que “El que depositó pesos, recibirá pesos. El que depositó dólares, recibirá dólares” dicho por Eduardo Duhalde en 2002. Para ser justos, Aníbal Fernandez dijo en 2012 "Tengo dólares porque se me antoja; hago lo que quiero con mi plata".
Como se ve, la preocupación por el ahorro o endeudamiento en dólares lleva varias décadas. Lo cierto es que es la principal forma de ahorro de los argentinos, razón por la cual todos somos fugadores.
Respecto al endeudamiento, me atrevo a decir que es una pérdida de tiempo sugerir una investigación ya que la deuda es la otra cara del déficit fiscal. El Congreso vota tanto el déficit como el endeudamiento. Puede haber sido una pésima decisión pero seguramente es legal.
Respecto a la deuda externa, si las clausulas y condiciones no eran las de mercado, inmediatamente se hubiera reflejado en el precio y hubiera habido SUBAS de precios y no caídas como vimos. Tampoco es así con los bonos los bonos reestructurados que valen hoy mucho menos que cuando se emitieron con fanfarria hace unos meses.
La mayor parte del endeudamiento durante el gobierno de Cambiemos fue para pagar déficit acumulados. La deuda con el FMI fue para pagar deuda con acreedores anteriores. Como la deuda era en dólares, necesariamente la nueva deuda también debía serlo, ya que había que pagar… dólares.
Si la deuda en dólares es “mala-mala-mala” y la deuda en pesos es “buena”, está implícito que la deuda en dólares es más difícil de pagar. Para que así sea, los dólares serían cada vez más caros o la deuda en pesos cada vez más barata, es decir tendría que poder ser licuada vía devaluación o inflación. Es lo mismo que decir que la deuda en pesos tiene menor probabilidad de cobro que la deuda en dólares, o que es una deuda de menor calidad, o una deuda con mayor riesgo.
Si la deuda en dólares es “mala-mala-mala” entonces ¿por qué este gobierno y muchos de los anteriores no se endeudaron solamente en pesos, con deuda “buena”? ¡Hagámoslo ahora! Este año 2021 continúa con tasas internacionales casi cero para los países más desarrollados. No así para Argentina, donde la deuda en dólares rinde 18%.
Bueno, rendirá si efectivamente se paga. Es más, ¿por qué no ofrecer un canje de deuda en Dólares (o rescatar la vigente) emitiendo en pesos? Sería un gran negocio, ya que la deuda en dólares tiene la tasa mencionada de 18% y la deuda en pesos tiene tasas reales negativas. Así evitaríamos toda deuda externa y sólo tendríamos deuda en pesos buena-buena-buena.
El costo de la deuda está en función de la capacidad y voluntad de pago. Las tasas de interés son bajísimas para quien casi seguro que pagará porque tiene capacidad para hacerlo, y altísimas para quien tal vez no pague. En Argentina esta obviedad no se entiende y al contrario, se hace alarde de la falta de voluntad de pago. Será difícil que alguien preste nuevos fondos si a los acreedores anteriores todavía no se les pagó y se les critica constantemente.
EL AHORRO
La contracara de la deuda es el ahorro, y la consecuencia sería entonces que no es bueno ahorrar en pesos, sino que es mejor ahorrar en dólares. Simplificando: si pagar en pesos es fácil, entonces no conviene ahorrar en pesos. Si ahorramos en dólares, todos somos fugadores.
El déficit del gobierno sólo puede cubrirse con emisión (impuesto inflacionario) o más deuda aún. No creamos que la deuda no aumenta, de hecho crece continuamente tanto la del Tesoro como la del Banco Central. Como hay tantas restricciones, la tasa de interés real en pesos es negativa. Si no hubiera cepo se podría ahorrar en dólares, si no hubiera restricciones a las empresas se podría ahorrar comprando acciones. De las opciones que hay, la más confiable para la gente son los dólares.
Sabemos que toda familia, empresa y país necesita ahorrar para poder invertir y crecer. Si no se puede ahorrar porque hay déficit continuo, entonces habrá deuda continua. Si el gobierno mantiene un déficit que paga con emisión y tenemos inflación y el peso sigue devaluándose, si critica y reniega de la deuda en dólares por ser mala-mala-mala y la deuda en pesos tiene tasa real negativa, todos seguiremos siendo fugadores.