La ficción de Vicentin y la complicidad de la Sindicatura
La presentación de los bancos internacionales sobre la agroexportadora, avala el informe de los veedores y cuestionan severamente a la Sindicatura. Hay que profundizar en la investigación de lo que sucedió en Vicentin a partir de 2016 para saber hasta qué punto la Argentina en general sufrió un fenomenal saqueo a través de ficciones contables que garantizaron la fuga de capitales y la destrucción del aparato productivo.
Los acreedores extranjeros de Vicentin, a través de un escrito presentado el pasado 3 de junio, avalan el informe de los veedores y cuestionan severamente a la Sindicatura al manifiestar su voluntad para que se realice “una valuación independiente por una firma especializadas en la materia y que permita a los acreedores, así como al Tribunal y a todos los interesados en el proceso concursal, conocer a ciencia cierta y con base en técnicas y metodologías validadas según prácticas internacionales para este tipo de valuaciones complejas, la estimación de los valores probables de realización de cada rubro integrante del activo”, según firman la presentación la apoderada Antonela Betiana Miño y los apoderados Matías López Figueroa y Martín Beretervide, en nombre de International Finance Corporation, Nederlandse Financierings – Maatschappij voor Ontwikkelingslanden N.v. (FMO), Natixis New York Branch y Cöperatieve Rabobank UA.
El documento de los bancos internacionales es lapidario sobe los dichos de la sindicatura, “habida cuenta de las múltiples y graves deficiencias que exhibe el Informe Complementario de la Sindicatura…”, sostiene en sus primeros párrafos.
Transcribe párrafos completos de la Veeduría realizada por Sergio Arelovich y Juan José López Forastier al criticar a la sindicatura cuando repasa las razones de la cesación de pagos de Vicentin, “se citan lugares comunes por todos comprensibles sin un análisis de sus efectos…” y que tanto el grupo económico como la Sindicatura Concursal hablan de “un abanico de causas exógenas, ajenas y sobre las cuales no había gestión posible y en consecuencia no asociadas con el rol ejercido por los directorios de la empresa en tal calidad…pareciera que la administración de la concursada hubiera habitado territorios lejanos a la Argentina real en la cual las devaluaciones constituyen casi una marca de origen, por lo cual la responsabilidad de dejar expuesta la empresa al devenir de la relación peso dólar es sin dudas de la administración…”
Subraya que hubo “hechos en los que no se ha reparado lo suficiente como indicadores prematuros de un estado de impotencia patrimonial al ceder garantías sobre activos que no le pertenecen a la concursada; en igual sentid que, por ejemplo, el evento de embargo por un monto de USD 22.436.418,77 que Vicentin sufrió sobre sus cuentas bancarias ya en fecha 4 de julio de 2017…”.
Los bancos internacionales también cuestionan severamente el informe de la Sindicatura cuando habla de un patrimonio de 1.253 millones de dólares, cifra que no tiene mayores fundamentos.
Por eso terminan diciendo ante el Tribunal de la ciudad de Reconquista que es necesaria “la realización de una valuación conforme los parámetros indicados que permita una debida información a todos los interesados sobre el dato esencial del valor de los distintos ítems que componen el activo de la concursada”.
Este informe de los bancos extranjeros ratifica la mirada crítica de los veedores y demuestra que todo el proceso que llevó al vaciamiento y posterior cesación de pagos del grupo Vicentin es una gran ficción difícil de demostrar y que, por otra parte, los informes de los síndicos tienden, inequívocamente, a salvar las responsabilidades de parte del anterior directorio.
Hay que profundizar en la investigación de lo que sucedió en Vicentin a partir de 2016 para saber hasta qué punto la Argentina en general sufrió un fenomenal saqueo a través de ficciones contables que garantizaron, fundamentalmente, la fuga de capitales y la destrucción del aparato productivo.