El gobierno enfrenta momento de definiciones
El presidente Javier Milei se encuentra en un momento bisagra de su mandato. Transcurren ya casi 7 meses del nuevo gobierno con logros significativos.
En los primeros 5 meses del año, el gobierno de Javier Milei, alcanzó un superávit fiscal primario de 1 punto del PBI y de 0,4% si le descontamos el pago de los intereses de la deuda. La inflación cayó como una piedra y en mayo tuvimos la menor variación mensual en el índice de precios al consumidor desde enero de 2022. El Banco Central logró acumular reservas y el Congreso de la Nación aprobó la Ley Bases. Sin embargo, a pesar de los logros, el mercado está nervioso.
La mejora de las cuentas públicas se sustenta en un aumento de la recaudación proveniente del aumento en el impuesto PAIS y los derechos a las exportaciones (las famosas retenciones). También se registró una fuerte suba en la recaudación del impuesto a las ganancias en mayo por el impuesto que recae sobre las sociedades. Si bien la mejora en las arcas del estado es bienvenida y necesaria para el éxito del Gobierno esta se basa en factores transitorios. La suba del impuesto PAIS se debe al aumento en la tasa del impuesto que debería bajar en breve según anunció el ministro de economía Luis Caputo. La devaluación de diciembre también impacto positivamente sobre los ingresos del Tesoro incrementando la recaudación del impuesto país y los derechos a las exportaciones. Otro efecto positivo del salto en el tipo de cambio oficial fue el impacto que tuvo la revaluación de los activos en dólares en los balances de las sociedades lo cual generó una ganancia contable que obligo a las empresas a tributar más impuesto a las ganancias. Todas estas mejoras no son sostenibles en el tiempo y es de esperar que en la segunda mitad del año volveremos a ver números en rojo en los boletines de la Secretaría de Hacienda.
La baja en la tasa de inflación se estaría desacelerando. Si bien se aumentaron tarifas y servicios públicos el ajuste de precios relativos debe continuar y según las estimaciones privadas la inflación en junio se ubicaría por encima de la de mayo. A pesar de que el relevamiento de expectativas que realiza el BCRA muestra que las perspectivas de inflación a futuro mejoran con cada nuevo informe los analistas consultados esperan que la inflación se mantenga en torno al 4,5% mensual o superior de acá a fin de año. Si todo sale bien recién en 2025 podríamos llegar a ver una inflación interanual menor al 100%.
Al igual que la caída en la tasa de inflación la acumulación de reservas internacionales también se frenó. Las intervenciones positivas por parte de la autoridad monetaria en el mercado de cambios son cada vez menos frecuentes. En lo que va del año el BCRA compro más de 14.000 millones de dólares. Sin embargo, en los últimos 30 días solo pudo comprar poco más de 100 millones. La demanda de dólares por parte de los importadores que acceden a las divisas en cuotas alcanzó un estado estacionario y la liquidación de exportaciones parece no ser suficiente como para generar el exceso de divisas para continuar con la acumulación de activos externos algo que, para el equipo económico, parece ser necesario para el levantamiento del cepo.
La hoja de balance del BCRA luce mucho mejor. El stock de pasivos remunerados se redujo significativamente y la tasa de política monetaria también. Esto redunda en una fuerte caída del déficit cuasi fiscal. Pero nada es gratis. Mucho de los pases pasivos se transformaron en BOPREAL, letras del tesoro y en los famosos puts. Los pesos que captó el tesoro a cambio de las letras se encuentran, por ahora, fuera de circulación en una cuenta en el BCRA (más de 13 billones de pesos) y probablemente empiecen a entrar en circulación en la medida que el tesoro tenga que hacer frente al déficit fiscal de la segunda mitad del año. Esto podría empezar en los próximos días con el pago del aguinaldo a los empleados estatales. Los BOPREAL alcanzan los 10.000 millones de dólares y si bien no representan una amenaza en el corto plazo generan dudas sobre el futuro del programa monetario y cambiario. El cepo continúa y no hay una señal clara de como y cuando se va a levantar. El FMI se muestra amigable con la Argentina, pero no comparte la política cambiaria y por lo bajo pide una devaluación. Sin entrar en la discusión de si el tipo de cambio real está atrasado o no, lo cierto es que de continuar el crawling peg al 2% mensual con una inflación arriba del 4% el dólar se abarata día a día lo cual alimenta las expectativas de una corrección cambiaria.
Para concluir podemos ver que la economía real está muy golpeada y si bien se podría haber tocado un piso todavía no hay señales de que comience a recuperarse. La recuperación no va a venir por el lado del consumo y ahí es donde entra en juego la Ley Bases en general y el RIGI en particular. Si las inversiones llegan estas se van a convertir en un motor de crecimiento genuino. De lo contrario, la paciencia de los que ahora tienen una imagen positiva del gobierno se va a agotar y la oposición comenzará a tomar más fuerza clavándole una estaca al corazón del gobierno.