Tambo usurpado en Guaminí: magia negra, prostitución y venta de vacas por Facebook
Un matrimonio de productores rurales piden el desalojo del campo del que son arrendatarios. Las ocupantes dicen haber sido víctimas de explotación, el municipio no interviene y diputados piden explicaciones.
Una trama tétrica tiene en vilo al balneario de Cochicó. Don Raúl es un tambo ubicado en el kilómetro 209 de la ruta N°33, dentro del partido de Guaminí en el interior bonaerense. Sus arrendatarios, Alejandro Nadal y María Eugenia Vargas, denuncian ante la Justicia de Trenque Lauquen que el campo está usurpado hace más de un año. Las ocupantes, empleadas de la estancia desde 2018, sostienen que fueron víctimas de explotación y también elevaron sus reclamos a la Justicia en una causa en la que Nadal y Vargas fueron absueltos. Simultáneamente, venden ganado y tranqueras por las redes sociales.
Según los arrendatarios, actualmente en el campo conviven las usurpadoras junto a un grupo de familiares con antecedentes en el delito y costumbres esotéricas. “Esta gente tiene problemas de hurto, problemas con la policía y a su vez hacen prácticas umbanda y magia negra”, cuenta María Eugenia Vargas a este medio. Y atribuye a esos rituales la muerte del joven primer fiscal del caso, quien avanzaba en la investigación sobre las ocupantes.
María José Rodríguez es una de las empleadas del campo acusada de liderar la usurpación. Desde 2018 trabajó en el ordeñe de las vacas junto a un tambero que renunció a principios de ese año. Rodríguez, junto a una compañera, pidió tres meses a prueba para hacerse cargo del trabajo del tambero. Según Nadal y Vargas, al cumplirse el período quisieron ponerla en blanco y allí empezó el conflicto: señalan que no quería formalizar el trabajo para no perder asistencia social de la que era beneficiaria. Pero la versión de Rodríguez fue otra: denunció explotación laboral, facilitación de la prostitución y e inició una rebelión contra los arrendatarios, vendiendo vacas, tranqueras y muebles de la estancia por internet y asentándose en el terreno.
Vargas sostiene que quienes ejercen prostitución ilegal en el tambo son los ocupantes. En diciembre de 2019, el fiscal federal Antonio Castaño procesó por trata y explotación al matrimonio luego de que Rodríguez difundiera una carta describiendo una situación inhumana de sometimiento en su ámbito laboral cuyos principales acusados eran Nadal y Vargas, quienes posteriormente fueron absueltos por falta de mérito.
En el tambo se desarrollaba un emprendimiento lácteo familiar hasta que ocurrió la toma. Pertenece a un tío de Alejandro Nadal y el matrimonio sigue pagando el alquiler pese a la situación. Cuentan que durante la usurpación fueron vendidos 17 animales de forma ilegal, que algunas vacas fueron envenenadas y que los amenazaron con tirarlas a la ruta para generar accidentes de los cuales deban hacerse responsables. Reclaman por su propiedad privada y por el desalojo.
Las denuncias contra las ocupantes fueron radicadas en los fueros civil y penal. Mientras las UFI 1 y 2 de Trenque Lauquen analizan el pedido de desalojo e investigan la usurpación, existen tensiones políticas entre diputados bonaerenses de Juntos por el Cambio y la intendencia de José Augusto Nobre Ferreira, de Unidad Ciudadana (FPV-PJ). Los legisladores Emiliano Balbín y Luciano Bugallo presentaron un proyecto de declaración en la legislatura y un pedido de información al municipio, aunque desde el entorno de Noble Ferreira le quitan peso a la injerencia de los parlamentarios en el tema y dicen que Balbín “tiene vínculos con la familia propietaria” y que “no tiene competencias sobre esa situación”.
Los diputados creen que el intendente está tomando una actitud pasiva frente a la cuestión y que se debe a una corriente de pensamiento: “Vemos que ideológicamente algunas facciones del gobierno coquetean con la reforma agraria y eso realmente nos tiene en alerta permanente”, sostiene Burgallo. En tanto, Balbín dice que en el municipio “no están haciendo mucho”. En el proyecto de declaración plantean que la guerra judicial entre arrendatarios y usurpadores en Guaminí se da en el marco de una ola de tomas, entre las que ubican a “Guerrnica en el municipio de Presidente Perón, la propiedad de la familia Etchevere en la provincia Entre Ríos, o los terrenos en el barrio de Los Hornos en La Plata”.
María Eugenia Vargas dijo a Data Clave que “nuestro pueblo nos acompaña”. Cuenta que en la estancia “están haciendo cooperativas y asentamientos para reclutar gente que se instale en los terrenos”. Hace un año, logró sacar 70 vacas del tambo y maquinaria con la intervención de un escribano, pero la tensión nunca dejó de crecer. Desde adentro, Rodríguez lidera la usurpación y provoca a los arrendatarios con publicaciones en las redes, tras denunciarlos por trata. Mientras la discusión ideológica sobre cómo desactivar las tomas sigue caliente en la esfera política, la oscura historia de la usurpación de un tambo en el interior bonaerense sale a la luz y revela una guerra judicial donde será difícil dirimir entre acusadores y acusados.