Superado el millón de contagios, el gobierno prepara pool de vacunas para inmunizar "cuanto antes"
Habrá ingreso escalonado a partir de diciembre de las dosis. Primero entrarán las de Pfizer. Luego las de AstraZeneca. Problemas de costos y logística para los traslados. El plan es comenzar con el personal de salud y masificar vacunación recién en marzo. Preocupación por descontrol de contagios en las provincias.
La frontera que se cruzó esta semana cuando la Argentina superó el millón de contagios de coronavirus es sanitaria. Pero también es sicológica. La cifra generó conmoción, más aún teniendo en cuenta que la tasa de mortalidad de quienes contraen covid también experimentó un crecimiento significativo.
Por eso era imprescindible para el gobierno un golpe de efecto importante, con la finalidad de alentar una esperanza que las abrumadoras estadísticas empañan. Y ayer el ministro de Salud Ginés González García fue el encargado de salir a la palestra para intentar revertir el desánimo. "En diciembre tendremos las primeras dosis de vacunas para poder aplicar entre el personal de salud y los grupos de riesgo y luego en marzo podríamos hacerlo de forma masiva", le dijo a Data Clave.
El ministro destacó que en este momento hay tres ensayos de la vacuna contra el coronavirus que se realizan en el país, y que hay un cuarto producto que se fabricará en la Argentina, en relación a la desarrollada por la Universidad de Oxford. “Ni bien comenzaron las investigaciones, empezamos a negociar con prácticamente todos los productores, estamos esperando que se aprueben, que seguramente va a ser pronto”, explicó el funcionario.
Los laboratorios más avanzados son Pfizer, AstraZeneca, Kovacs (iniciativa global liderada por la Organización Mundial de la Salud y la Fundación Bill Gates), Moderna y Sinopharm. Las primeras dosis que llegarán a la Argentina serán las de Pfizer, que estarán disponibles la segunda quincena de diciembre. AstraZeneca llegaría en marzo con su lote, "pero con mucho más cantidad que Pfizer", explicó una fuente ministerial.
El "pool" que organizó la cartera sanitaria no dejó afuera ni a los chinos, ni a los rusos, que también tienen sus desarrollos investigativos a pleno. "De hecho el laboratorio Sinopharm (desarrollo chino) está produciendo la vacuna más segura de todas porque es la más convencional en su tecnología, ya que está conformada por virus inactivados", aportó el informante. Y agregó: "Estamos realizando el ensayo clínico en varios centros de vacunación de la Argentina y mantenemos contacto directo con la embajada".
De todas las investigaciones, la que va en punta es la de Moderna. El problema es que "es muy cara". Cada dosis cuesta 37 dólares, nueve veces más que la de AstraZeneca y por lo tanto resulta inalcanzable para el presupuesto argentino.
Quien está muy entusiasmado con llegar a distribuirla antes de las elecciones presidenciales es Donald Trump, y basa su algarabía en la presión que ejerce sobre los dos desarrollos biotecnológicos. Uno es el de Pfizer y el otro el de Moderna. Esta última tiene otro inconveniente, además de su alto costo: requiere 80 grados bajo cero para su traslado y conservación, lo cual complica la logística para su distribución
El cuco del interior
Mientras se aguarda con ansias la llegada de la vacuna, la principal preocupación del gobierno es la ferocidad con la que el coronavirus se expande por las provincias. A su ya conocido grado de contagiosidad, se le suma un muy bajo nivel de conducción de la cuarentena por parte de las autoridades políticos-sanitarias de los distritos.
"A excepción de la ciudad de Buenos Aires y Córdoba, el resto son muy deficientes a la hora de instrumentar las medidas preventivas, fundamentalmente porque fueron muy lentos para tomar decisiones y no supieron aprovechar el tiempo que tuvieron para prepararse", sostuvo un prestigioso sanitarista que asesora al Presidente.
"El gobierno nacional está trabajando de manera mancomunada con las provincias y estamos dispuestos para darle asistencia ante cualquier requerimiento sanitario, pero es fundamental que entiendan la necesidad de intensificar los controles y, en los casos que sea necesario, retroceder de fase hasta cerrar todo para evitar que la circulación del virus haga estragos", completó el especialista.