Narcos tecno: usaban monopatines eléctricos para repartir las drogas
La "banda del monopatín" funcionaba en el barrio de Constitución. Hubo 9 detenidos.
La Policía los llamó “la banda del monopatín”. Es que usaban ese tipo de vehículos para hacer el reparto de estupefacientes por las calles de la ciudad de Buenos Aires.
Los agentes de la policía porteña realizaron varios procedimientos en forma simultánea para descabezar una organización que tenía su base en el barrio de Constitución, desde donde salían los distribuidores en monopotines eléctricos.
Al cabo de los operativos se detuvo a nueve integrantes, y además secuestraron 650 gramos de cocaína, 3,5 kilos de marihuana, armas y más de un millón de pesos en diferentes allanamientos.
Según se informó, la banda integrada por peruanos, dominicanos y argentinos, utilizaba a mujeres y personas trans para la venta de la droga.
De los detenidos, dos de ellos ya fueron condenados a cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo, mientras que otros cuatro firmaron acuerdos de avenimiento que fueron remitidos al Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas Número 3, a cargo de la doctora Carla Cavaliere, por penas de 3 y 2 años en suspenso.
A los allanamientos realizados en las últimas horas se llegó a partir de tres pesquisas generadas por la División Investigaciones Antidrogas Área Sur de la Policía de la Ciudad, al tomar conocimiento que en dos casas ubicadas sobre la cuadra de Santiago del Estero al 1400 y una en Pavón al 1200 se estarían comercializando estupefacientes al menudeo.
Ante ello, los oficiales solicitaron a la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos vinculados con Estupefacientes (UFEIDE), a cargo de la Dra. Cecilia Amil Martín, iniciar las tres causas, con lo cual a partir de la aprobación se iniciaron las tareas de campo, que incluyeron el procedimiento de “comprador previo”, es decir con un agente haciéndose pasar como ocasional cliente.
De las averiguaciones, los efectivos establecieron que se trataba de dos ramas de la organización con roles bien definidos, con vínculos entre las tres investigaciones.
Ello se desprende de que los cinco lugares ubicados sobre la calle Santiago del Estero eran coordinados por un sujeto de nacionalidad peruana que utilizaba a mujeres dominicanas para la venta.
La otra rama estaba compuesta por personas trans, que vendían la droga en la calle, sobre Pavón al 1200, una cuadra en la cual en un domicilio residía uno de los jefes y a unos cincuenta metros estaba el conventillo donde vivían las vendedoras.
Los oficiales pudieron comprobar que a los distintos puntos iban jóvenes en monopatines eléctrico, viajes en los que se suministraba la droga, a las personas tras para la venta.
Con la información dada, junto al pedido de acumulación de causas, la fiscalía solicitó al Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Falta 3 los diez allanamientos, que fueron ordenados por el magistrado.
En uno de los domicilios de Pavón al 1200 los oficiales detuvieron a uno de los investigados, argentino de 41 años, al tiempo que fueron secuestrados cien envoltorios de cocaína con 42 gramos en total, además de dos teléfonos.
A media cuadra de la vereda de enfrente se había detectado como búnker, por lo cual la fiscalía actuante ordenó su tapiado, hallándose allí uno de los monopatines con los cuales trasladaban la droga.
Los otros dos monopatines delivery fueron encontrados en un salón de fiestas sobre la vereda par de esa cuadra de propiedad del principal involucrado.