Francisco Hauque y Anahí Aquino Laprida vivieron una pesadilla de la que hacen directamente responsable a Elías Piccirillo, el empresario que los habría involucrado en un operativo armado para esquivar una deuda de 6 millones de dólares. La pareja fue detenida y pasó catorce días en prisión, tiempo en el que se revelaron detalles de una trama repleta de engaños, amenazas y conexiones turbias. En una entrevista con TN, relataron cómo fueron víctimas de una emboscada y aseguraron temer por sus vidas.

"Yo sabía cosas de él, pero nunca imaginé que me iba a poner cocaína en el auto. Hoy seguimos con miedo, no sabemos si debemos irnos del país. Si nos pasa algo, ya saben de dónde viene", afirmó Hauque.

Todo comenzó con una invitación a cenar en el Palacio Duhau. Piccirillo le dijo a Hauque que Jésica Cirio se uniría, pero a último momento aseguró que estaba descompuesta y no asistiría. "Era raro. Decía que estaba en camino y de repente se volvió", relató Aquino. Tras la cena, el empresario insistió en que lo dejaran en un departamento de Avenida Libertador y se subió a un taxi, quitándose el piloto que había llevado toda la noche pese a los 30 grados de temperatura.

Cuando Hauque y Aquino se retiraron en su auto, fueron interceptados en Avenida Alvear por un operativo de Robos y Hurtos. "Nos hicieron bajar sin motivo. Dijeron que era por violencia de género, pero los vidrios son oscuros, no podían ver nada adentro. Me golpearon y a Francisco lo apretaron de los genitales para que no gritara", contó la mujer. Los efectivos taparon el baúl antes de revisarlo. "Pensé que nos iban a secuestrar, pero cuando vi tantos oficiales entendí que todo había sido armado por Piccirillo", agregó.

La situación se volvió más oscura cuando un abogado desconocido se acercó en varias oportunidades mientras estaban presos para ofrecer su defensa. "Nos decía que si queríamos salir rápido, teníamos que callarnos. Era parte de la banda, venía de un policía", denunció el abogado Carlos Pousa, representante de la pareja. Además, contó que una mujer logró registrar todo el operativo con su celular, lo que ayudó a desarmar la maniobra.

Otro dato impactante es que al intentar ejecutar el reconocimiento de deuda, descubrieron que los cheques de Piccirillo provenían de una constructora y estaban a nombre de un hombre indigente y postrado por un ACV. "Usaron su DNI para abrir una cuenta. Hay todo un entramado mafioso detrás", afirmó Pousa.

Sobre Cirio, Aquino dejó una reflexión ambigua: "Sabía de la reunión, eso es seguro. Pero espero que no tenga nada que ver con esto porque tiene una hija. Aunque me cuesta creer que desconociera lo que hacía su marido".

Mientras la investigación avanza, la pareja insiste en que su testimonio es su única protección. "Si nos pasa algo, que quede claro quién está detrás", advirtió Hauque. Por su parte, Pousa pidió la detención del "abogado trucho" y señaló que hay un ex policía involucrado que ejecutaba las maniobras turbias de Piccirillo.

Las autoridades siguen analizando el alcance de la red de contactos del empresario, mientras la pareja sigue a la espera de justicia y teme nuevas represalias.