Grave: la fiscal Cuñarro reveló que la secta de Villa Crespo tenía un plan para matarla
La organización que se desbarató la semana última tenía una lista de "enemigos". En el caso de la abogada, descubrieron un plan detallado. "Estoy absolutamente desprotegida", expresó.
"Ni el juez ni el fiscal de la causa se comunicaron conmigo. Estoy absolutamente desprotegida", aseguró esta mañana la fiscal Mónica Cuñarro, tras revelar que fue amenazada de muerte por la secta que tenía su base en el barrio de Villa Crespo y por la cual fueron detenidos 20 de sus integrantes.
En la causa que está a cargo del juez federal Ariel Lijo se investiga si el grupo explotaba sexualmente a un grupo de mujeres con clientes selectos y con el dinero obtenido realizaban inversiones y compraban propiedades.
Tras los allanamientos realizados durante las últimas semanas, se secuestró un listado de diversas personas que tenía como título "Muerte y destrucción a nuestros enemigos", confeccionada por los jefes del grupo.
En esa lista aparece el nombre de Cuñarro, junto a los de otros fiscales como Joaquín Gasset, Patricio Lugones y Fernando Goldacerena, el juez Raúl Madueño, el exjuez Mariano Bergés o la animadora de programas de televisión Mirtha Legrand, entre otras personalidades.
En diálogo con el programa Wake Up, por FM Delta, Cuñarro dijo que ella y su familia estaban en un plan para eliminarla. "Me llamó mucho la atención porque hoy no tengo una causa en trámite y tuve que hacer muchísima memoria para ver porque yo estaba en ese listado. Y recordó que tuve varios tramos de otra investigación", recordó la fiscal.
"A lo largo de mis 40 años de carrera judicial fui amenazada, pero esta gente es mucho más peligrosa que cualquier otra", dijo Cuñarro y agregó: "Es parte de mi trabajo convivir con estas cuestiones, pero no lo minimizo porque esta gente tiene conexiones en el exterior".
"Esta gente tiene abogados poderosos y relaciones con empresarios y políticos. Me siento huérfana de apoyo institucional", se lamentó la fiscal.
Explicó que en las escuchas telefónicas de la causa aparecían diálogos en los que se detallaba su domicilio o sus movimientos y explícitamente se hablaba de matarla. "El plan era destruirme o matarme, en referencia a mí o a parte de mi familia", aseguró.
Explicó además que la organización tiene sede en el exterior y que además muchos de sus integrantes son fanáticos y que el grupo tiene abogados, contadores y empresarios poderosos, además de contactos con políticos. "Espero que haya algún llamado institucional", explicó.
"Mi vida esta patas para arriba desde hace 48 horas. La mía y la de mi familia. Mirando para atrás y armando una red con amigos y vecinos, porque me encuentro huérfana de apoyo institucional", agregó.