Gracias al testimonio de una nena de 10 años, condenan a un femicida a prisión perpetua
La chica fue testigo del homicidio de su madre a manos de su pareja.
Un Tribunal de Rosario condenó a prisión perpetua a un hombre de 32 años por el femicidio de su expareja, Noelia García, a quién mató en 2018 ahorcándola y luego intentó simular un suicidio, versión que fue derribada gracias al testimonio de la hija de 10 años de la víctima, quien presenció el hecho.
El Tribunal, integrado por los jueces José Luis Suárez, Hebe Marcogliese y Trinidad Chiabrera condenó a Gerardo Nievas (32) por el delito de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género.
El veredicto fue dado a conocer en la tarde de ayer al término del juicio oral al que fue sometido Nievas por asesinar en 2018 a quien era su esposa y madre de sus tres hijos, García (29). La misma pena que la impuesta a Nievas fue la solicitada por el fiscal del caso, Gastón Ávila, en la apertura del debate el 31 de mayo pasado.
Tras el fallo, el fiscal destacó en una conferencia de prensa que la clave para establecer que se había tratado de un femicidio y no de un suicidio fue el testimonio brindado en Cámara Gesell por una de las hijas de la víctima, de entonces 10 años, "que vio cuando el hombre asesinó a su madre".
Ávila relató "que en la madrugada del 23 de octubre de 2018, Nievas mató a García porque ella quería llevarse a los tres hijos que tenían en común a Buenos Aires".
"En ese contexto, el condenado montó una escena que quiso hacer lucir como un suicidio, pero además del testimonio de la hija menor, de médicos, de familiares y otras pericias, pudimos derribar ese relato y probar que en realidad se había tratado de un femicidio", señaló el fiscal.
Según lo ventilado a lo largo del debate que se inició en el Centro de Justicia Penal de Rosario el 31 de mayo pasado y que finalizó ayer con la lectura del veredicto, ese día, cerca de las 4.45 de la madrugada, en una vivienda ubicada sobre la calle Juan B.Justo al 5.800, de Rosario, el hombre ahorcó a quien era su exesposa y madre de sus tres hijos que en ese entonces tenían 5, 6 y 8 años.
Mientras la ahorcaba con un cable le colocó una almohada sobre el rostro para que no pudiera gritar y así le produjo la muerte, acción que fue presenciada por la hija de la mujer, que se levantó al escuchar los gritos de su madre y le dijo a Nievas "que la soltara", a lo que el Nievas le respondió que la estaba "ayudando a respirar".
Posteriormente fue él quien llamó a la policía y contó que en un momento se levantó para ir al baño y se topó con el cuerpo de Noelia, quien se había ahorcado con un cable atado a un ventilador.
García era oriunda de la provincia de Buenos Aires y se había mudado a vivir a Rosario en 2009, cuando conoció a Nievas.
Ambos convivieron en la casa donde fue asesinada hasta el 2015, cuando ella pidió la exclusión de hogar y regresó a vivir a Buenos Aires, donde volvió a formar una familia con dos hijas de parejas anteriores, aunque viajaba regularmente para ver a sus hijos que vivían con el condenado.
Precisamente en uno de esos viajes, al que fue acompañada con su hija de 10 años, fue asesinada por Nievas, quien se negaba a que se llevara a vivir con ella a los tres niños que tenían en común.
"La amenaza constante de impedir el vínculo con sus hijos es una forma de mantener su poder sobre ella. La violencia detallada se plasmó durante el tiempo de convivencia de la pareja y prosiguió una vez separados", alegó el fiscal durante el juicio, en el que el Tribunal por unanimidad falló contra Nievas imponiéndole en primera instancia la máxima pena de prisión perpetua