Francisco llegó a Canadá para pedir perdón a los indígenas por los abusos
El Sumo Pontífice mantendrá encuentros con las poblaciones nativas en una visita que calificó como un "peregrinaje de penitencia". Fue recibido por el primer ministro Justin Trudeau.
El Papa Francisco llegó este domingo a Canadá para iniciar una visita de seis días, para pedir perdón a los pueblos indígenas por los abusos cometidos en internados manejados por la Iglesia entre fines del siglo XIX y la década de 1990, durante la que se encontrará con familiares y sobrevivientes de las denominadas escuelas residenciales.
Bajo el lema "Caminando juntos", el pontífice inició en el país norteamericano una "peregrinación penitencial", donde mantendrá encuentros con representantes de los pueblos Métis, First Nations e Inuit, que sufriero abusos en las escuelas residenciales financiadas por el Estado canadiense y gestionadas en algunos casos por instituciones de la Iglesia católica y de otros grupos cristianos.
Al llegar la país, el Papa fue recibido por el primer ministro canadiense Justin Trudeau y por representantes de los grupos indígenas. Francisco, de 85 años y aún en recuperación por los dolores en su rodilla derecha que lo obligarán a hacer algunos desplazamientos en silla de ruedas.
"Ha llegado el Papa Francisco. Está de visita en Canadá para entregar la disculpa de la Iglesia Católica Romana a los sobrevivientes de las Primeras Naciones, Inuit y Métis y sus descendientes, por su papel en el funcionamiento de las escuelas residenciales y por causar dolor y sufrimiento que continúa hasta el día de hoy", explicó Trudeau desde su cuenta de Twitter.
Desde 1883 y hasta el cierre de la última escuela residencial en 1996, unos 150.000 nativos menores de edad fueron separados de su familia en un plan sistemático de asimilación forzosa para occidentalizar sus costumbres que el informe oficial describió incluso como "genocidio cultural".
Además de los abusos sufridos y de las malas condiciones de vida de los internados producto de la baja inversión del Estado en las instalaciones, los indígenas estiman que al menos 4.100 niños fallecieron en las escuelas en medio de malas condiciones de vida y muchos fueron además enterrados en fosas comunes, de las que en los últimos años hubo varios descubrimientos.