El aumento de casos de sífilis en Argentina ha alcanzado niveles alarmantes, según un reciente informe del Ministerio de Salud de la Nación. Durante 2023, se registraron 32.293 casos de esta infección de transmisión sexual (ITS), lo que equivale a un promedio de 88 contagios diarios. Esta cifra representa un aumento del 42% en comparación con 2018, cuando se reportaron 22.734 casos. Los datos de 2024, que aún no han sido finalizados, sugieren que este año podría romper todos los récords previos, con un incremento continuado que preocupa a las autoridades sanitarias y especialistas.

Miguel Pedrola, director científico de Aids Healthcare Foundation (AHF) para Latinoamérica y el Caribe, explicó que este aumento está estrechamente relacionado con la disminución en el uso del preservativo. Hace una década, el 37% de la población utilizaba preservativos en sus relaciones sexuales, mientras que actualmente, este número ha caído a menos del 15%. Esta disminución, combinada con un aumento en la pobreza y la falta de acceso a métodos anticonceptivos, ha agravado la situación, especialmente entre los más jóvenes.

La situación es particularmente preocupante en las regiones del sur de Argentina y Cuyo, donde se han registrado los mayores incrementos de casos, mientras que la región Centro ha visto un menor crecimiento en comparación con otras áreas del país. En 2023, los grupos de edad más afectados fueron los jóvenes de entre 20 y 24 años, seguidos por los de 25 a 29 años y los de 30 a 34 años, con tasas de incidencia de 219, 185 y 126 casos por cada 100.000 habitantes, respectivamente. En cuanto a la distribución por género, las mujeres representaron el 55,4% de los casos, especialmente entre los 15 y 39 años, aunque a partir de los 50 años, la mayoría de los casos correspondió a hombres.

El informe del Ministerio de Salud también indica que este aumento en los casos puede atribuirse a una combinación de factores. Entre ellos, destaca la mejora en las herramientas de diagnóstico y la implementación de una nueva modalidad de notificación a partir de 2022, que permitió una mayor sensibilidad y especificidad en la detección de casos. Con este cambio, la tasa de notificación superó los 69 casos por cada 100.000 habitantes, consolidando la tendencia ascendente de la enfermedad.

No obstante, el aumento de la sífilis no es un fenómeno aislado. Las infecciones de transmisión sexual (ITS) en general están en aumento en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se estima que cada día, más de un millón de personas de entre 15 y 49 años contraen una ITS curable, siendo la sífilis una de las más comunes en Argentina. En este contexto, la falta de campañas de prevención adecuadas y el escaso acceso a métodos anticonceptivos de barrera han contribuido a la expansión de estas enfermedades.

Cecilia González Lebrero, directora del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Nación, señala que desde 2013 se ha registrado un aumento sostenido en los casos de sífilis en la población general, con excepción de los años coincidentes con la pandemia de Covid-19. A partir de 2022, la modificación en la vigilancia epidemiológica, que pasó de una modalidad numérica semanal a una notificación nominal, permitió una mayor precisión en la caracterización de la población afectada. Este cambio ha sido clave para comprender mejor las dinámicas de transmisión y las poblaciones más vulnerables.

En cuanto a los modos de contagio, la sífilis es una enfermedad causada por la bacteria Treponema pallidum que se transmite principalmente por contacto sexual. Sin embargo, también puede transmitirse de madre a hijo durante el embarazo o la lactancia, una forma conocida como sífilis congénita, que ha mostrado un preocupante aumento en los últimos años. La infección tiene diferentes etapas: primaria, secundaria y latente. Si no se trata a tiempo, puede evolucionar hacia una etapa terciaria, con complicaciones graves que pueden afectar múltiples órganos y tejidos, y que pueden aparecer incluso décadas después de la infección inicial.

La sífilis no es la única ITS en aumento en el país. Otras infecciones como la gonorrea, la clamidia y la tricomoniasis también están en alza, al igual que las infecciones virales como la hepatitis B, el virus del herpes simple (VHS), el virus del papiloma humano (VPH) y el VIH. Aunque estas últimas son tratables, no son curables, y su alta prevalencia subraya la necesidad de medidas preventivas más efectivas.

Expertos en salud, como Vanesa Fridman de la Sociedad Argentina de Infectología, subrayan la importancia del diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado para evitar la propagación de estas infecciones. Recomiendan que todas las personas sexualmente activas se sometan a pruebas regulares para detectar ITS, y que las personas gestantes se realicen controles específicos para prevenir la transmisión vertical de estas enfermedades.

Además, destacan la importancia de la educación sexual integral (ESI) como herramienta fundamental para que los jóvenes adopten prácticas sexuales seguras desde el inicio de su vida sexual activa. La sexóloga Analía Pereyra subraya que el cuidado sexual no solo debe enfocarse en el uso del preservativo, sino también en la protección durante las prácticas orales y el intercambio de fluidos, aspectos que a menudo se pasan por alto.

El Boletín Nº 40 del Ministerio de Salud de la Nación califica a la sífilis como un "desafío para la salud pública", a pesar de que existen herramientas eficaces para su prevención, diagnóstico y tratamiento. Esta situación no es única de Argentina. En Europa, por ejemplo, el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades ha reportado un aumento significativo en los casos de sífilis, gonorrea y clamidia en los últimos años. Este fenómeno ha generado preocupación entre las autoridades sanitarias, especialmente por el aumento de la sífilis congénita, que afecta a los recién nacidos.

El aumento de las ITS a nivel mundial ha sido vinculado a una mayor relajación en las prácticas de sexo seguro, en parte debido a los avances en los tratamientos para el VIH, como la profilaxis preexposición (PrEP), que han reducido el miedo al contagio. Sin embargo, este comportamiento ha facilitado la propagación de otras infecciones, subrayando la necesidad de mantener y reforzar las campañas de prevención.

En Argentina, la situación es particularmente grave en ciertas provincias como Salta, donde el Ministerio de Salud Pública trabaja en articulación con otras instituciones para informar, prevenir y concientizar sobre el problema. Laura Caporaletti, jefa del programa de VIH, ITS y Hepatitis Virales de la provincia, advierte que el aumento de casos de sífilis es una preocupación global, y que es crucial que la sociedad asuma su responsabilidad en el autocuidado para detener la propagación de estas enfermedades.

A medida que el país enfrenta este desafío creciente, queda claro que se necesitan esfuerzos más robustos en educación, acceso a métodos de prevención y tratamiento, y un enfoque integral en la salud sexual para revertir la tendencia y proteger la salud pública.

El Ministerio de Salud de la Nación continúa monitoreando la situación y ajustando sus estrategias de prevención y tratamiento para enfrentar el aumento de casos de sífilis y otras ITS en Argentina. Las campañas de educación sexual, el acceso a preservativos y la implementación de pruebas diagnósticas más accesibles son pilares fundamentales en esta lucha.