El curioso proyecto de una legisladora porteña de LLA para retirar ciclovías que niega el cambio climático
La iniciativa permite retirar los carriles para bicicletas en los que se registre la menor circulación y proceder en menos de 120 días. Entre los argumentos, niega la existencia del cambio climático.
La legisladora porteña por La Libertad Avanza Rebeca Fleitas presentó un proyecto de ley para retirar “en menos de 120 días” las ciclovías en las cuales se registren menor circulación. La iniciativa le otorga la potestad a las Comunas para determinar la eliminación de estas arterias y le prohíbe al Poder Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires intervenir en esas decisiones.
En línea con el discurso libertario, el proyecto critica además la agenda ambiental 2030 propuesta por las Naciones Unidas, pone en duda la existencia del cambio climático y fustiga las políticas de inclusión social e igualdad que impulsan los gobiernos.
“Retíranse en un plazo máximo de 120 —ciento veinte— días corridos las ciclovías en las que se registró oficialmente una frecuencia menor al 5% —cinco por ciento— de cruces diarios durante el último año respecto de la ciclovía de mayor frecuencia de cruces diarios registrados en la Ciudad de Buenos Aires”, sostiene el proyecto en su artículo primero.
Luego establece que “las comunas podrán solicitar el retiro de ciclovías de su distrito sin otro requisito que una autorización expresa, formal y previa por parte de la comuna en la que se proyecte retirar ciclovías”.
Y en ese sentido, sostiene en su articulado que “el Poder Ejecutivo no podrá exigir como requisito a las comunas ninguna clase de justificación o condición para la efectivización de lo resuelto por estas respecto de la instalación o retiro de ciclovías”.
En los fundamentos de la iniciativa se señala que “el modelo de planificación impuesto al respecto en la Ciudad que responde a los lineamientos de ‘Movilidad Sostenible’ de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas y que a la vez imita otros modelos similares en el mundo”.
Para la diputada, se trata de un criterio “sin la adecuada consideración de las diferencias de contexto y las características de otras ciudades que se toman como referencia para la adopción de dicho modelo” para el distrito porteño.
En el texto que fundamenta el articulado se da cuenta de la circulación que se registra por año en cada una de las ciclovías de la Ciudad y en función de ese relevamiento propone eliminar ciclovías en el Oeste y el el Norte de la Ciudad.
Además, se consigna que, entre 2015 y 2020, se registró un promedio de cinco ciclistas muertos por años.
También se indica que los vecinos de diversos barrios consideran que “existen dificultades para estacionar, que los pocos garajes de la zona tienen lista de espera, que no hay lugar donde poner los autos, que en las ciclovías existentes en la zona circulan muy pocos ciclistas, que a las nuevas edificaciones no se le exigen cocheras, con lo cual se suman más vehículos en las calles, que se perjudica al comercio”.
La diputada libertaria critica que la Red de Ciclovías Protegidas “no se trata de un modelo diseñado” por el Gobierno porteño, sino que se encuentra “declaradamente basado en la Agenda 2030 diseñada e impulsada por la Organización de las Naciones Unidas, la CEPAL y otros organismos internacionales que se proponen modelar el diseño de las ciudades y modificar los hábitos de los ciudadanos en función de objetivos como la igualdad, la erradicación de la pobreza, la reducción del cambio climático, el crecimiento económico inclusivo y la garantía de una vida sana”.
“¿Se trata de la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley local, o se trata de fomentar una igualdad material por equiparación donde los Estados intervienen en la autonomía y el libre mercado para nivelar las desigualdades? ¿Cuál es el criterio para afirmar que existe cambio climático y que este resulta por completo perjudicial, si desde que existe la Tierra ha atravesado numerosos cambios de esta clase?”, se interroga Fleita al fundamentar. Más adelante responde que “imponer parámetros de vida que aseguren la pureza de un organismo se asocia a las prácticas “de los peores regímenes de la historia”.
En su perfil de la red social X, la legisladora se define como “la primera diputada libertaria de la historia”.