Unos US$ 30 millones “extraviados” en un puerto chino que nunca se termina de construir
Como en una comedia de enredos, el Gobierno Nacional dice que no se levantará una terminal portuaria de capitales chinos en Tierra del Fuego, algo que dos gobernadores ya prometieron.
Era mayo del 2009, tiempos de la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y de “la transversalidad”, cuando la por entonces gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, perteneciente al ARI Elisa “Lilita” Carrió, ratificó un convenio que se había firmado un año antes en Beijing para que una empresa con capitales chinos construyera un polo petroquímico junto con un puerto multiuso en Río Grande.
Luego de distintas denuncias de legisladores nacionales, y tras solicitar los informes correspondientes, la justicia constató que en la iniciativa no había informes de impacto medioambiental ni de factibilidad, acordes para tamaño proyecto.
En medio de esa refriega, la empresa Tierra del Fuego Energía y Química S.A, de capitales chinos, hizo un primer desembolso, pero no siguió con el proyecto a la espera de una decisión definitiva de la justicia.
Para el 2015, la gobernadora peronista Rosana Bertone decretó la rescisión del contrato “por culpa de la firma” y el decreto 1426 fue firmado en 2016.
Acá vale la pena aclarar que las provincias pueden celebrar acuerdos con distintos países, pero en el tema de puertos, es el Gobierno Nacional el que decide si se construye o no esa terminal.
Siete año más tarde, el gobernador Gustavo Melella, Radical-K que supo reunir a varios fragmentos del Movimiento Popular Fueguino, envió a la Legislatura provincial para su ratificación el decreto 3312/22 que habilita la construcción de un “puerto multiproposito” también financiado con capitales chinos
El acuerdo, que fue firmado con la empresa estatal china Shaanxi Chemical Industry Group Co. Ltd, no especifica el lugar de emplazamiento, pero todo apunta a que será en la ciudad de Rio Grande, el polo industrial de Tierra del Fuego.
Ante esta iniciativa, y la tensión que esto genera para los Estados Unidos, el Jefe de Gabinete, Agustín Rossi, dejó en claro la semana pasada que “no habrá” puerto chino en esa provincia, la cual debe resolver cómo devuelve los US$ 30 millones que alguna vez se invirtieron.
“No va a haber puerto Chino en Tierra del Fuego, pero habrá que ver con esa empresa china cómo se salda esos US$ 30 millones que le dio (a la ex gobernadora) Fabiana Ríos, que era del ARI, cuya jefa era Elisa Carrio”, dijo Rossi en su exposición ante la Cámara de Diputados.
Ese acuerdo, desconocido por la actual diputado Bertone se “judicializó y nunca se llegó a implementar. Quedaron en el limbo (SIC) US$ 30 millones que la empresa china le entregó al gobierno de la gestión de Fabiana Ríos”.
“Entonces lo que hoy tenemos en discusión son esos US$ 30 millones, que por la acción de la diputada Bertone están desconocido por la justicia, pero están judicializados” trató de explicar el ahora también pre candidato a la presidencia,
Lo extraño es que tanto Rios, en el 2009, como Melella, ahora, llevaron adelante la negociación con China para la construcción de un puerto sin la aprobación del Gobierno Nacional, que tanto antes como ahora, estaba bajo el dominio de Cristina Kirchner.
Y otro dato “desafiante” es ¿cómo no se saben a dónde fueron a parar esos US$ 30 millones que Rossi dice que invirtieron los chinos, a pesar de que hubo cuatro años de Bertone en los que se podrían haber investigado?.
En todo este “cuento chino” la única certeza la dio también Rossi, quien señaló que “el único puerto que está autorizado a construir en Tierra del Fuego es el de Milgor (del grupo Caputo), que se va a levantar en el mismo lugar donde se iba a realizar el de los chinos y dos cosas no pueden ocupar el mismo espacio”.