Tiempo de descuento: gobierno acelera para acordar con el Fondo Monetario "lo antes posible"
El ministro de Economía continuará en los próximos días con sus conversaciones con el staff técnico del organismo. El tiempo se agota, el vencimiento de marzo no podría ser cubierto con las reservas del Banco Central. Para el Gobierno argentino no hay plan B, la intención es acercar posiciones para un programa "que no socave el crecimiento".
El ministro de Economía, Martín Guzmán continúa con sus conversaciones diarias con el equipo técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de un acercamiento rápido de posiciones para cerrar un acuerdo lo antes posible.
El próximo 28 de enero Argentina deberá afrontar un pago de US$ 731 millones al organismo que se sumarán a US$ 372 millones en febrero y US$2.873 en marzo. La intención era, hace algunas semanas, llegar a un entendimiento técnico antes de que terminara enero. Para marzo, el Banco Central se quedará sin reservas netas para cumplir los compromisos.
Sin embargo, parecería que los tiempos no jugarán a favor del Gobierno nacional. El mercado ve esto con preocupación y las tensiones comienzan a sentirse con mayor intensidad. Hoy, el dólar blue cerró con un nuevo máximo histórico: $219.
Una dinámica alcista similar se da en los dólares financieros. “En la medida en que las noticias que se tienen respecto de las negociaciones con el FMI continúen siendo negativas, los dólares financieros seguirán convalidando dicha incertidumbre en sus precios”, afirmó la consultora Ecolatina.
Tal como informaron fuentes del Palacio de Hacienda a Data Clave, las conversaciones habituales entre Guzmán y el staff técnico del Fondo continuarán en los próximos días con el objetivo de conseguir un acuerdo que, “no está tan claro cuándo podría llegar” pero la intención es que se alcance “tan pronto como sea posible”.
La diferencia “medular” entre lo que propone Argentina y lo que espera el Fondo se encuentra en la velocidad de reducción del déficit fiscal primario. El Gobierno pide tiempo para no frenar la reactivación de la economía que en 2021 fue del 10% y se recuperó casi toda la caída de 2020 durante lo peor de la pandemia (9,9%).
En ese sentido se manifestó el ministro de Economía en una entrevista al diario francés Le Figaró. “La diferencia que tenemos con el FMI es la velocidad de consolidación fiscal y las combinaciones entre gastos e ingresos. No queremos penalizar la demanda cuando la economía se está recuperando”, aclaró Guzmán.
Fuentes del Gobierno nacional indicaron a Data Clave que el Fondo exige un déficit del 1,9% en 2022, de 1,4% en 2023, de 0,7% en 2024 y el equilibrio fiscal en 2025.
Desde Economía, por su parte, no confirmaron las cifras aunque dijeron que “van por ahí” pero comentaron que el organismo quiere el equilibrio fiscal para 2024. “El Gobierno argentino considera a 2026 como un año razonable para llegar a esa meta”, precisaron.
En tanto el ministro Guzmán envía señales de prudencia fiscal al Fondo. “Redujimos fuertemente nuestro déficit primario (excluyendo los pagos de intereses de la deuda), del 6,4% del PIB en 2020 al 3% del PIB en 2021; una reducción de 3,5 puntos en un año con un crecimiento del 10%”.
De todas formas, el titular del Palacio de Hacienda insistió con que cumplir con las exigencias del FMI condonaría el sendero de recuperación. “Si continuáramos en la trayectoria pronosticada por el FMI, se socavaría el crecimiento y el éxito del programa de apoyo”, apuntó.
Igualmente, esa reducción del déficit se dio en un contexto de ingresos que no estarán presentes en 2022, como el aporte extraordinario a las grandes fortunas, y un ingreso del campo que tampoco se espera este año. A eso se sumó una inflación mayor a la proyectada en el Presupuesto que sirvió para licuar el gasto.
"Hoy el principal freno de la economía argentina proviene de la restricción de la balanza de pagos; la mayor tensión viene de la deuda con el FMI, por el acuerdo de 2018 y los fuertes vencimientos de 19 mil millones de dólares este año y 20 mil millones de dólares en 2023", agregó Guzmán.
Para el Gobierno parecería no haber un plan B. En una entrevista reciente le preguntaron al presidente Alberto Fernández si evaluaba alguna línea de acción en el caso de un “no acuerdo”. “La única evaluación que hago es llegar a un acuerdo con el Fondo que le permita a nuestro país seguir creciendo y ordenar las cuentas”, contestó. Lo cierto es que las negociaciones se encuentran en tiempo de descuento.