La actividad industrial bajo durante abril 16,6 % en relación a igual mes del año pasado, al tiempo que la construcción bajó 37,2 % interanual, según el registro del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Sin embargo, la actividad fabril avanzó en abril 1,8% respecto a marzo, al tiempo que la construcción recuperó 1,7% a nivel mensual.

En tanto, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) destacaron que la confianza de los empresarios pymes mejoró 3,3% mensual en mayo en relación a abril, “cumpliendo seis meses consecutivos en recuperación” en la comparación mensual.

La mejora en la confianza “se produce en un contexto de caída generalizada en la actividad manufacturera y en las ventas minoristas. Paradójicamente, la desaceleración de la inflación y el saneamiento de ciertas variables macroeconómicas que impulsa el gobierno, impactan positivamente en el ánimo empresarial”, destacó la CAME.

Las señales ambiguas también se extienden al campo. Hasta la semana pasada solo se había completado el 25,7% de las 6,2 millones de hectáreas proyectadas sembrar con trigo, lo que representaba una demora interanual de 7,1 puntos porcentuales respecto al promedio de las últimas 5 campañas, según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

El profesor e investigador del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, Dante Romano, destacó que “Argentina, suma la duda de cuánto trigo podría producir Brasil – nuestro principal importador - en las zonas donde se inundó”.

“Los productores cariocas tienen toda la intención de sembrar. Veremos qué sucede cuando la ventana de implantación se cierre a fin de junio”, explicó Romano a través de un documento.

En medio de este panorama, el propio ministro de Economía, Luis Caputo, salió a alentar a los empresarios al asegurar que “lo peor pasó y ya estamos en franca recuperación”.

La velocidad de esa reacción en la economía “dependerá de dos factores: de la aprobación de la Ley Bases y segundo, de que podamos convencer a la gente, a los ciudadanos y a los empresarios”, dijo Caputo.

“La velocidad del cambio y de la recuperación depende mucho más de ustedes, de lo que ustedes creen”, les dijo el ministro a los empresarios.

A estos datos habrá que agregar que las consultoras dieron un pronóstico “menos malo” de los que pasará con la economía este año. A fines de mayo estimaron que el Producto Interno Bruto (PIB) caerá 3,8%, cuando a fines de abril calculaban que esa caída sería del 4,1%.

Sin embargo, estimaron una inflación del 5,2% para mayo y del 5,5% para junio.

Para el economista Rodolfo Santángelo “la pregunta del millón es la velocidad de caída” que tendrá el índice de inflación “a partir de ahora”, porque “es como bajar de peso. Los primeros cinco kilos son fácil, los segundo son mucho más difíciles”.