Salarios: vuelve la discusión sobre los mecanismos de refuerzo para enfrentar la inflación
Los aumentos de precios no dan tregua y diluyen los magros niveles del poder adquisitivo. En el Gobierno toma fuerza el impulso a un bono, pero empresas y sindicatos prefieren "paritarias libres".
En el marco de una inflación que no da tregua, volvió al centro de la escena la discusión sobre cuál debería ser el mecanismo para reforzar los ingresos de trabajadores y sectores de menores ingresos. Las empresas y el grueso de los sindicatos bregan para que la recomposición llegue a través de las renegociaciones paritarias, mientras que hay sectores dentro de las entidades obreras que esperan por un aumento por suma fija o bono. Este último mecanismo es el que estudia el Gobierno por estas horas.
La discusión por los salarios se tocó en la reunión que mantuvieron en Olivos el presidente Alberto Fernández con la cúpula de la CGT, en el marco de un alza inflacionaria que deteriora los ya magros niveles salariales que quedaron desde el Gobierno de Cambiemos. El conflicto del Sutna con las empresas productoras de neumáticos es el telón de fondo de un problema de ingresos que se profundiza con el correr de los meses.
Los sindicalistas reiteraron su intención de seguir con las “paritarias libres” como mecanismo de aumento, en coincidencia con la postura que mantienen las grandes cámaras empresarias, y el rechazo a la posibilidad de una suma fija que “achate la pirámide salarial”. El titular de Camioneros y afín a esta última propuesta, Pablo Moyano, no fue invitado al encuentro con el mandatario y por estas horas define su salida de la central obrera.
Esta discusión se viene dando dentro del Frente de Todos y en los gremios desde marzo pasado, cuando por los efectos de la guerra en Ucrania se disparó el precio de los alimentos. En ese momento, la UIA y la CGT acordaron abrir inmediatamente las paritarias, que incluyeron cláusulas de revisión en esta parte del año. Ahora, cobra mucha más fuerza la idea de un bono de cara a fin de año.
Con la crisis política y cambiaria que vivió el Gobierno en los últimos meses, la inflación volvió a recalentarse. Según datos del Indec, en los primeros ocho meses del año el IPC acumuló una suba de 56,4% y de 78,5% en el último año. Los niveles de julio (7,4%) y agosto (7%) son los incrementos más altos en los últimos veinte años. Mientras, las consultoras anticipan un piso de 6,5% para septiembre y de 95% para el acumulado de 2022.
Los últimos datos oficiales dan cuenta de que los salarios registrados tuvieron un alza promedio del 35,7% entre diciembre del año pasado y junio, cuando la inflación fue 36,2%, lo que dio como resultado una pérdida del 0,4% real. En detalle, respecto a diciembre, los privados cayeron 0,1% y los del sector público 0,7%. A su vez, el promedio se ubica por debajo de diciembre de 2019.