El año 2024 cierra con un 40 por ciento más de operaciones en el sector inmobiliario que el año pasado, impulsado por el blanqueo y la reactivación de los créditos hipotecarios. Y por eso desde el sector apuestan que la tendencia se mantenga en 2025, buscando llegar a los mejores momentos del mercado.

La vuelta de los créditos hipotecarios durante el mes de abril en la mayor parte de las entidades bancarias y el blanqueo implementado por el gobierno del presidente Javier Milei fueron fundamentales para dinamizar el mercado inmobiliario durante el tramo final del año.

En este contexto, las perspectivas para 2025 son aún más prometedoras, ya que se espera que el sector continúe su tendencia al alza. Por eso hay quienes creen que el “sueño de la casa propia”, puede ser factible el próximo año.

“Vamos a cerrar el último trimestre del año con registros de casi 6.000 operaciones de compraventa mensuales y es un buen indicador porque cerraremos en 53.000 escrituras totales en 2024. Con el incentivo del crédito, notamos que el segundo semestre tuvo un empuje para la actividad y, con todo lo trabajado en este año, esperamos que en 2025 se consoliden las hipotecas y tengan un piso de 1.000 operaciones”, sostuvo Jorge De Bártolo, presidente del Colegio de Escribanos de la ciudad de Buenos Aires.

A nivel total, el año 2023 cerró en 40.000 escrituras, el 2022 en 33.000, el 2021 en 28.000 y el 2020 con menos de 20.000. “La expectativa es que con más créditos en 2025 se pueda crecer ampliamente. Los años de buen crédito tuvimos más de 70.000 compraventas. El escenario ideal es que no haya variaciones bruscas del dólar”, concluyó De Bártolo.

Para el sector inmobiliario, particularmente, aspectos como la Ley de alquileres, la introducción de los créditos UVA y la reglamentación del blanqueo de capitales, han sentado las bases para un año que cerrará con un notable incremento del 40% en el volumen de operaciones en comparación con 2023.

"El 2024 fue un período de transformación y recuperación. Entre las medidas de mayor impacto, el blanqueo de capitales se posicionó como un motor clave en el corto plazo, reactivando la inversión en proyectos. Esta Ley incentivó operaciones con montos promedio cercanos a los 140.000 dólares y picos donde el 40% de las transacciones mensuales se realizaron bajo este esquema", consideró Rodrigo Saldaña, Gerente Comercial de Oslo Propiedades. 

A la vez, sostuvo que "los créditos UVA comenzaron a dar frutos tras años de ausencia: el 15% de las operaciones actuales ya se realizan con este financiamiento".

"Si bien todavía falta una reglamentación robusta y la implementación de las hipotecas divisibles y los créditos para proyectos en pozo, el sector ha mostrado un dinamismo que no se veía desde 2018", indicó.

En este contexto, el año dejó beneficios para todos los actores del sector, ya que los desarrolladores pudieron acceder a un mercado revitalizado, con mayor estabilidad cambiaria y un flujo constante de operaciones, y los inversores encontraron nuevas oportunidades de diversificar su portafolio gracias a las facilidades del blanqueo.

En tanto, los compradores, por su parte, lograron mejores condiciones de financiamiento y una mayor oferta.

Con un dólar estable y un aumento mensual en las operaciones, el sector recuperó el dinamismo perdido en años anteriores. 

Además, con el incremento del 40% en el volumen de operaciones respecto al 2023, este año se posiciona como una bisagra clave hacia una nueva etapa de crecimiento.

Aunque la implementación de algunas herramientas, como la reglamentación completa de los créditos UVA, sigue siendo necesaria, el avance logrado es innegable.